29/09/2018 – El padre Matías Camussi, es un sacerdote santafesino que acompaña a las comunidades de Santa Rosa de Lima y de Cristo Obrero, en el barrio Villa del Parque del oeste de esa capital provincial. El padre Matías nos dejó su testimonio de vida y nos contó: “En estos barrios humildes de Santa Fe se comparte mucho con la gente, sobre todo tratamos de buscarle soluciones a las vidas de las personas que aquí viven. Siempre los grandes objetivos son conseguir el trabajo y el techo para cada familia”.
Respecto de su historia familiar, el padre Camussi relato que son tres hermanos, donde él es el del medio. “A los 5 años míos nos mudamos al barrio Sargento Cabral. En mi familia lo espiritual siempre estuvo presente, de menor a mayor. En un momento mi mamá se comenzó a comprometer mucho con la comunidad de la Cuasi Parroquia San Marcos y también comenzó a formarse en el Instituto Arquidiocesano de Ciencias Sagradas. Todo eso fue llenando como una presencia más fuerte de religiosidad a nuestra casa”. El sacerdote recordó también que “hice todo mi educación primaria y secundaria en el Colegio San José, donde tuve a grandes profesores de formación religiosa, sobre todo recuerdo a Pablo y a Eduardo. Ellos me formaron muchísimo y fueron grandes instrumentos de Dios en mi vida. También recuerdo la imagen de mi papá colaborando mucho en distintas actividades del Colegio, su ejemplo fue siempre muy importante. Cerca de la adolescencia comencé a sentir una inquietud muy grande por el apostolado” y añadió: “Ese fue el inicio de mi vocación sacerdotal”.
En relación a su servicio a la pastoral de adicciones de Santa Fe y su tarea pastoral en barriadas populares de la ciudad, el padre Camussi indicó que “trato de visibilizar todo esto a través de la ´Mesa de ni un pibe menos por la droga, que he conformado con varias instituciones. Una de las cosas que hacemos es invitar a los medios de comunicación santafesinos a que se acerquen a conocer la realidad de este tema. En nuestra provincia tenemos una decisión muy triste de parte del gobernador Miguel Lifschitz que es la ley de narcomenudeo, que ataca a los últimos eslabones del narcotráfico. Esto hace que se combata y se estigmatice a los más vulnerables”.
Finalmente, el padre Matías nos dejó esta oración suya;
Amado Dios,
gracias por la vida, gracias por tu misericordia, gracias por tu amor.
Abrinos el corazón a tu Palabra que busca guiarnos,
correjirnos y unirnos cada vez más a vos.
Danos docilidad a tu impulso divino
que nos hace cercanos, misericordiosos y solidarios con los demás,
especialmente con los pobres, los sufrientes y los alejados de tu presencia.
Que con nuestras obras y palabras
mostremos claramente tu Rostro de Dios Bueno y Salvador.
Junto con la intercesión de la Virgencita María
te pedimos que nos hagas una Iglesia unida, reconciliada y reconciliadora.
Amén.
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