03/12/2025 – En el inicio del Adviento, junto a la comunidad de Schoenstatt de Florencio Varela, compartimos una vez más «María, camino de esperanza». Hna. María Sol Castro Vázquez, bajo la mirada maternal de la Virgen, nos animó a contemplar este tiempo litúrgico como una oportunidad para preparar el corazón y disponernos a la llegada de Jesús.
“Adviento, advenimiento, Jesús viene”, recordó Hna. Sol, subrayando que Dios elige venir precisamente en medio de nuestra fragilidad, como lo hizo en la “plenitud de los tiempos”.
La plenitud no es ausencia de dificultades, sino el momento en que el corazón se abre totalmente al amor de Dios. Así como la Sagrada Familia atravesó incomprensiones, oscuridades y temores, cada uno de nosotros vive tiempos donde la fe parece frágil.
José desconcertado, María sin palabras para explicar el misterio… y, sin embargo, ambos se sostuvieron en la certeza de que Dios estaba detrás. Esa confianza es la que los llevó a pronunciar su “sí” y a dejar que la luz brillara en medio de la noche.
La Hna. María Sol nos invitó a mirar la figura de María Inmaculada, creada por Dios como obra perfecta para ser Madre del Mesías. Su pequeñez no surgía de sentirse indigna, sino de contemplar la inmensidad de Dios. Su vida fue un caminar desde la gracia hacia una entrega cada vez mayor, convirtiéndose en modelo y guía para nuestros propios pasos de fe. Ella es la “estrella de la esperanza” que nos orienta cuando las sombras -externas o internas- parecen intensificarse.
La reflexión se enriqueció con testimonios profundos de vidas jóvenes que, aun en su brevedad, irradiaron plenitud: La Hna. Margarita, quien partió al cielo antes de su profesión perpetua, dejó como legado la alegría, la valentía y la certeza de descubrir a Dios en cada circunstancia. Y el testimonio de Agustina, una joven de 15 años que luchó contra el cáncer, reveló la fuerza de una vida vivida con amor, gratitud y esperanza. En sus escritos, Agus compartió que la verdadera sanación nace de la felicidad, del afecto recibido y de la capacidad de enfrentar las turbulencias con fe.
Ambas vidas muestran que la plenitud no depende del tiempo vivido, sino del amor entregado. En este Adviento, renovemos nuestro deseo de caminar con María hacia la luz que nunca defrauda: su Hijo Jesús.
Para conocer más acerca del Santuario, actividades, retiros y celebraciones, podés ingresar aquí. En este tiempo de Adviento, el Santuario de Nuevo Schoenstatt en Florencio Varela, invita a todos a profundizar en este camino de esperanza y reflexión.