María, madre y protectora

jueves, 16 de julio de 2015

Nuestra Señora del carmen2

16/07/2015 – Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él. Alguien le dijo: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte”. Jesús le respondió: “¿Quién es mí madre y quiénes son mis hermanos?”.

Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre”.

Mt 12, 46-50

 

El Carmelo era el monte donde numerosos profetas dieron culto a Dios. Se lo considera el monte más bello de la historia de Israel. Desde allí se contempla una gran vista y por el clima, es bien verde y tupido de flores. Esta belleza del monte Carmelo, lo hace en el Antiguo Testamento como el lugar donde los profetas vivieron su encuentro con Dios como Elías y Eliseo. En una cueva del monte aparece una imagen que recuerda el encuentro del profeta Elías con Dios, mientras intentaba huir. Allí tiene la experiencia del trueno, el viento, el fuego pero allí no estaba Dios, sino en el signo de la suave risa que acaricia el rostro del profeta. Esas experiencias hicieron de este monte un lugar de oración, penitencia y austeridad.

En los siglos 3 y 4 muchos hombres siguieron el modelo de Jesús y en esta montaña tuvieron a Elías como patrono. Luego un grupo de personas de occidente también tomaron la costumbre de sus antecesores y crearon una linda devoción a la Madre del Carmelo. Quisieron vivir bajo los aspectos marianos esta presencia de la virgen en su maternidad divina, en su inmaculada concepción y en la anunciación. Estos devotos son los comienzos de la orden de los Carmelitas, y su devoción por la Virgen da origen a una nueva advocación, la de la Señora del Carmen. También aparece el escapulario, como signo externo de la devoción mariana. El escapulario es el pequeño instrumento de devoción que lleva el color marrón. Es un sacramental, que según el Vaticano II, es un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, pro medio del cual se obtienen efectos por intercesión de la Virgen o de algún santo con la intercesión de la iglesia.

El escapulario deriva de espalda en latín, lo que supone protección en el pecho y la espalda. También la Iglesia contempla como escapulario la versión en medalla. ¿Qué significa el uso del escapulario y la consagración a la Virgen del Carmen? Es pedir su protección física y sobretodo espiritual.

El fundador de la Orden Carmelitana, suplicaba con insistencia la ayuda de la Virgen María “Flor del Carmelo, viña florida esplendor del cielo. Virgen fecunda, ¡Oh, Madre tierna! Intacta de hombre, a los carmelitas proteja tu nombre, Estrella del mar.” Para nosotros vestir el escapulario es signo de la proyección de la Virgen, que no es otra cosa que el sentirnos hermanos en Jesús, hijo de la Virgen, camino a la Patria del cielo.