María, templo del Señor

lunes, 21 de marzo de 2022
image_pdfimage_print

19/03/2022 – Como cada sábado en “Madre del pueblo” nos  encontramos para conocer  y  gustar las  virtudes  de  María y así, mirándola a ella crecer nosotros en humanidad para gloria de Dios y nuestra  santificación. En esta ocasión Angélica Diez, misionera de la Inmaculada Padre Kolbe, nos invitó a contemplar a María como “Templo del Señor”.

Un templo cristiano es un lugar de culto a Dios; un lugar que por su especial dedicación o consagración se convierte para nosotros en un lugar de la presencia de Dios. El templo material en el que nos congregamos para celebrar la misa,  hace  presente  a  la  iglesia, Una,  Santa,  Católica  y  Apostólica, esparcida  a  lo  largo  y  a  lo  ancho  del planeta.

La  gloriosa Virgen  María,  es  a  la  vez,  Madre  de la  iglesia  y  Templo Viviente  en  que  se  dignó  habitar Jesús,  el  Hijo  eterno  del  Padre.  Al  decir:  “María, Templo  del  Señor”, estamos evidenciando esta  relación  íntima entre  Dios  y  María, la más perfecta de sus criaturas en la que Él se complace habitar.

Ella  es  Morada,  de  Dios,  Templo de Dios, signo y lugar de la presencia de Dios. A través de ella quiso Dios venir a nosotros hecho hombre, porque en sus entrañas por obra del Espíritu Santo, se encarnó el Hijo de Dios para ser Emmanuel, Dios con nosotros.

Santa Clara de Asís  escribiendo  a  sus  hermanas  les  decía: “a la manera que la gloriosa Virgen de las vírgenes llevó a Cristo materialmente en su seno, así también tú, siguiendo sus huellas, especialmente las de su humildad y pobreza, puedes llevarlo siempre espiritualmente”.

Cada  vez  que  meditamos  la  Palabra  de  Dios, que nos ilumina y  da  vida,  cada  vez  que rezamos  los  misterios  del  Rosario, nos  vamos  adentrando  en  el  conocimiento  de las  acciones  de  María  e  interiorizándonos  de sus  virtudes, aprendiendo a vivir  nuestra  realidad  de  gracia  del Bautismo: ser  también  nosotros  Templos  de  Dios.

Mirándola,  entremos  en  nuestra  interioridad para descubrir la imagen de lo que nosotros estamos  llamados  a  ser, es decir, convertirnos también en signos de la presencia de Dios en medio del mundo para los demás.

 

¿A qué  me  invita  María  hoy?

 

María, la llena de gracia, Templo  bendito  del  Señor, nos  muestra el camino para vivir en la presencia de Cristo cada día. Que  sea  Ella  quien  nos  enseñe a seguir sus huellas para amarlo en cada hermano que necesite de nuestro testimonio y servicio.

Decía  Santa  Teresa   de  Calcuta: “A María, nuestra Madre, le demostraremos nuestro amor trabajando por su Hijo Jesús, con Él y para Él”.

¿Lo  intentamos  juntos mirando  a  María, “Templo  del  Señor”?