El matrimonio, lugar de redención para los esposos – P. Javier Soteras

jueves, 12 de octubre de 2017

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11/10/17 – Dentro del ciclo “Magisterio de la Iglesia”, el P. Javier Soteras habló sobre el matrimonio como una verdadera vocación, con el tema “el matrimonio desde la mirada de Jesús”.

El director de Radio María Argentina comenzó diciendo que la Biblia comienza y termina con un matrimonio:La Biblia comienza con el misterio de la vida matrimonial con el relato de Adán y Eva. El punto máximo de la creación, donde Dios se ve reflejado a sí mismo, es cuando crea la vida familiar desde la experiencia matrimonial, a semejanza con un Dios que es uno en tres personas. Lo termina de una manera semejante en el Apocalipsis, con la boda de la esposa y el Cordero. Ahí vemos el valor que tiene a la mirada de Dios la unión del varón y la mujer en sagrado matrimonio”. 

Pero Jesús muestra algo nuevo en el vínculo matrimonial. Durante el Antiguo Testamento existía la poligamia y la ley de Moisés, por ejemplo, incluye el divorcio. El Padre Javier explicó tomando el texto de Mt 19, en el que algunos fariseos se acercan para poner a prueba a Jesús y le preguntan si es lícito divorciarse. Jesús contesta “«¿No han leído ustedes que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; 5.y que dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos no serán sino una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido»”. Le replicaron: «Entonces, ¿por qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se separa?». Él les dijo: «Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes, pero al principio no era así.”

Jesús da a entender, interpretó el P. Javier, que no estaban dadas las condiciones para que pudieran entender su propuesta. “Jesús trae una mirada de vinculo en la alianza donde el matrimonio es un sacramento de ese vinculo de alianza de Dios con su pueblo y esa alianza, osea el matrimonio, revela lo que Dios quiere hacer con su pueblo: ser uno. Al modo como es la relación de hombre y mujer, es la relación de Dios con su pueblo”.

El Señor redime a través del esposo/a

El matrimonio es gracia, pero también es tarea. “En el origen estaba pensado todo en armonía, paz, un fluir armónico integrado en la relación hombre y mujer. La fuerza destructora del pecado rompió esto. Jesús volvió las cosas al origen, pero para eso Jesús nos dice que el plan es que “sean uno para el otro” y para que esto suceda hay que trabajar mucho el vinculo desde el amor” dijo el P Javier.

Para recuperar lo que estaba en el principio como plenitud, el Señor nos sale al encuentro. “En la vida matrimonial el Señor sale al encuentro y rescata desde el otro. El otro es un camino de redención para vos y vos lo sos para el otro y Jesús en medio como alguien diverso de los dos”. 

“Un sacramento es un signo sensible donde la gracia de Cristo Redentor se hace presente. En el sacramento del matrimonio el vínculo entre el esposo y la esposa en la complementariedad es acción de redención”.

El Papa Francisco hablando de 1 Corintios 13, 4-7  en Amoris Laetitia, nos dice que esta unión de los esposos y de ellos con Jesús está llamado a ser vivido y cultivado en medio de la vida que comparten los esposos. La caridad cristiana es un don, pero también es una tarea, por eso el trabajo entre él y ella es un trabajo en la paciencia, sanando la envidia, en la humildad y es también desarrollo de la amabilidad”. 

Paciencia y actitud de servicio

El camino de la paciencia como lugar de redención. Las personas estamos invitadas a ser lenta a la ira. “Cuando tu esposo/a saca lo peor de vos, lo peor que podes hacer es dejarte llevar por esa expresión de ira. Hay que ser lento para el enojo y rico en misericordia. El trabajar en la paciencia apunta a ser dueño de sí mismo. No es ser paciente soportar la agresividad del otro en el camino, sino saber poner limites”.

Además, explicó que “el otro es distinto a mí, por tanto hay cosas que no comparto. Entonces la pregunta sería, ¿estás dispuesta a amarlo/la así como es? “Destierren de ustedes la amargura, la ira, los enfados, los insultos y toda la maldad”, dice el Papa Francisco citando el texto de Efesios 4,31. Hay solo una forma de amar al otro tal como es: cuando al alma la gana la compasión y misericordia.

Además, Francisco plantea que en relación al amor, “Pablo quiere aclarar que la «paciencia» nombrada en primer lugar no es una postura totalmente pasiva, sino que está acompañada por una actividad, por una reacción dinámica y creativa ante los demás. Indica que el amor beneficia y promueve a los demás. Por eso se traduce como «servicial».

En todo el texto se ve que Pablo quiere insistir en que el amor no es sólo un sentimiento, sino que se debe entender en el sentido que tiene el verbo «amar» en hebreo: es «hacer el bien». Como decía san Ignacio de Loyola, «el amor se debe poner más en las obras que en las palabras»[106]. Así puede mostrar toda su fecundidad, y nos permite experimentar la felicidad de dar, la nobleza y la grandeza de donarse sobreabundantemente, sin medir, sin reclamar pagos, por el solo gusto de dar y de servir”. 

 

 

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