12/09/2018 – El P. Diego Canale fue diácono en la Basílica de Luján, luego vicario parroquial en la parroquia Ntra. Sra. de la Candelaria. “Me di cuenta de que era feliz dando la vida por los demás”, dijo y el Cardenal Bergoglio junto al obispo de Neuquén le pidieron que resida en esa diócesis. Lo llaman “el cura Brochero de Neuquén”, en camioneta, mula o caballo, Diego recorre muchos kilómetros para llegar a los 22 parajes de la zona. En una entrevista a “Voces por la Justicia” contó: “Yendo a misionar como estudiante a la Villa Cura Brochero, en Córdoba, en 1995, conoció la figura del cura que hace poco fue proclamado por el papa Francisco como el primer santo argentino. Recorría los puestos y ahí empecé a descubrir la huella de José Gabriel Brochero, que había estado en esos mismos lugares cien años atrás. Conocí su vida y su historia. La gente me decía: ‘Rezo para que algún día vuelva a haber acá un cura’”. Hoy, más de veinte años después, Diego es religioso de una región que no tenía sacerdotes: en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Andacollo, departamento de Minas, en el norte de la provincia de Neuquén. Allí, al borde de la Cordillera de los Andes, recorre los 22 parajes de la zona y ayuda a los 17 mil habitantes. Escuchá la nota que le hicimos en “Vive en la Ciudad”, donde nos dió su testimonio.