Me siento solo

miércoles, 5 de septiembre de 2007
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Unas palabras de Pablo Neruda nos dicen “El signo característico de nuestra época es, sin lugar a dudas, la soledad, la inmensa soledad que nace en el hombre hasta verse y sentirse sólo dentro de la multitud y el vocerío. La soledad encierra dentro de sí un ansia de muerte: la angustia, y un deseo irresistible de vida: el amor. Más lo trágico de nuestra época, edad de los hombres solos, es la negación del amor y es que no basta estar rodeado de persona, frecuentar las plazas, recibir cursos de relaciones humanas si uno no tiene amor, si la persona no abre su corazón y decide amar a los que le rodean independientemente de la proximidad, de los intereses, de sus valores. Muy pobres serán sus relaciones humanas pues raramente serán significativas”
Me impresionó esta frase “edad de los hombres solos”.
El tema de hoy es “Me siento solo”, me siento solo y ¿estoy solo? o me siento ¿cómo sería esto?

Nosotros queremos ubicarnos en el “me siento” porque puede ser que más allá de que vivas con muchas personas, la soledad haya llegado a tu vida y te sientas solo, y creo que es una de las peores soledades, el sentirse solo cuando uno está acompañado o con la familia, sentirse solo en el trabajo, sentirse solo en diferentes circunstancias de la vida en donde ni siquiera nos animamos a decirle al otro que nos sentimos solos.

Puede ser que la razón de nuestra soledad sea tan palpable como que “estoy solo y por eso me siento solo”, esta sería la más fácil de descifrar, “resulta de que tenía una familia y crié mis hijos y ahora estoy viuda, mis hijos se casaron y vivo sola y por eso me siento sola”, es fácil identificar esta soledad.

No estamos diciendo que sea fácil llevar esta soledad, sino que esta persona, un viudo, una viuda, una persona que se fue de su casa porque llegó la edad de la independencia y tengo que volar, que alquilar mi departamento y todavía no tengo a nadie con quien compartir la vida, todavía el amor no llegó a mi vida y entonces estoy solo y de verdad esto lo siento como un pesar, o no.

 El sentirse solo nadie te lo puede discutir, lo que si vamos a dar un paso más y ver cuales son las razones de esta soledad. Porque cuando la persona se encuentra en este punto en su vida, muchas veces le reclama al otro diciéndole de una forma que al otro lo único que hace es molestarlo y piensa que se siente solo porque quiere, que no tiene razones para sentirse solo.

El número de personas que viven solas está en aumento en todas partes del mundo, es una constante que estamos viendo y los índices suben y suben año tras año. Las personas que asumen estar solas y otras que no lo asumen, pero la realidad es que viven solas.

¿Cuál es la causa? ¿Qué significado tiene este hecho de que la soledad genera angustia entre muchos que la padecen?

Parece ser que hay gente que ve en esto un mercado, bastante importante, porque la soledad se llena de compañía con quien quiere y a veces el querer no es la forma más acertada porque yo digo “quiero llenar esta soledad con cosas” y allí vas a comprar y comprar, “quiero llenar esta soledad con adicciones” y te encontrás sumido en la oscuridad de la vida porque esto no te llena verdaderamente.

Lo cierto es que estar solo, estar como una isla perdida, a nadie le gusta. Aquel que de diga “a mi me gusta estar solo” ahí hay que empezar a ver que a lo mejor es bueno estar solo, hay gente que opta por la soledad. No queremos hacer foco en esta soledad que tiene mucho de positivo y mucha gente la abraza convencidamente, y la verdad que son felices en este lugar porque esa soledad no los hace sentir solos.

Queremos ahora hablar de la soledad que nos aísla y nos está dejando separados del otro, separados totalmente, y cuanto más separados estamos, más abrimos esta brecha, se hace más grande, impenetrable para el otro.

“Yo no puedo llegar y alcanzarte porque como estás tan irascible y siempre estás recriminando que no te vamos a ver y yo no tengo ganas de escucharte.

Antes sí te hacían una llamada telefónica, ahora ni siquiera te la hago porque me reprochas todo el tiempo.”

Uno en la soledad va cometiendo errores de cómo le decimos al otro de que nos sentimos solos. Esto pasa con nuestros abuelos, nuestros padres. Sobre todo en una edad donde la ancianidad ha golpeado su puerta y están solos en su casa, y nosotros en los avatares cotidianos, criando chicos de acá para allá, nos pasa que los días se suceden de una forma acelerada.

Yo se que la mami y el papi están en su casa. Lo que es peor, cuando ya están viudos y se empeora la situación y “va a ir la señora que limpia que le pagamos entre los hermanos”, pero claro, se siente solo. Y aquel que se siente solo, primero lo pedirá bien, pero después ya empiezan a tirar manotazos de ahogado diciendo “¿hay alguien que quiere tirar un salvavidas?”. Y la soledad muchas veces tiene que ver con querer llenarla con esta persona, muchas veces nos empecinamos en querer estar acompañados por “este” y no por amigos o buscarnos otra salida.

Queremos que nuestros hijos estén con nosotros y están en un momento de la vida en donde se les hace difícil tener un tiempo, a lo mejor, sí en calidad, pero tiempo de estar todo el tiempo pensando en que necesitamos, y uno empieza a tirar salvavidas de plomo porque en vez de salvar al otro lo hunden un poco más.

Me quedé muy preocupada al leer una nota en el diario Clarín, que está poniendo un poco en evidencia este fenómeno de la soledad y me preocupa de sobremanera cuando los del escenario son los jóvenes.

Los jóvenes están en el escenario de la soledad y muchas veces pensamos que estas cosas no van a pasarnos a nosotros.

Esta nota tiene que ver con internet y el título dice “Los que nunca irán al cyber” ¿Quiénes son los que nunca irán al cyber? Justamente este tema que se lo ha trabajado y tratado en diferentes programas ¿Cómo participamos? ¿cómo nos vinculamos con el otro? ¿cómo estoy compartiendo la vida del otro? ¿puedo yo tener 500 contactos y ser amigo de todos?

Esto que para algunos es moneda corriente porque “desde internet he tenido la respuesta laboral”, “la red me ha dado la posibilidad de encontrarme con amigos e internet me ha dado la posibilidad de encontrarme con mi amor” y hay distintas y bellísimas historias que han hecho mucho bien desde internet.

Pero aquí eso nos está preocupando bastante porque estos jóvenes japoneses son chicos que no van a ir nunca al cyber ¿sabés por qué? Porque han planteado una propuesta a sus padres, lo llamativo es que sus padres lo hayan aceptado, y han decidido quedarse adentro de sus cuartos. No van a salir. Pero no es que tengan fobia, sino que se han planteado como un modelo que está siendo copiado por otros jóvenes.

Lo llamativo es que esto crece y crece de tal forma que está preocupando a la gente en el mundo, ¿esto llegará a nosotros? ¿llegarán estos comportamientos a nosotros? Y lo cierto es que pueden llegar. Puede llegar porque está en la red y los chicos tienen un acceso directo a la red.

Entonces, la preocupación es grande porque nuestros chicos están queriendo quedarse adentro del cuarto.

“Deciden recluirse voluntariamente, estos jóvenes japoneses, en sus hogares para apartarse de la sociedad. El ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social de Japón, los define como un individuo que se niega a dejar la casa paterna y se aísla de la sociedad y en algunos casos hasta de su familia, encerrándose en un cuarto por un período que excede los 6 meses. Pero existen casos registrados de hasta 12 años de aislamiento.

Son jóvenes en su mayoría entre 15 y 30 años que han decidido permanecer encerrados en sus casas, en su habitación o incluso en el baño del hogar paterno y se han retirado totalmente de la vida social para evitar presiones externas.

Ellos piensan que las presiones son muy rígidas en el tema de las universidades, tienen acoso de sus padres, tienen baja o ninguna expectativa del futuro laboral, tienen pocos o ningún amigo y sus días se caracterizan por pasar largas horas, principalmente las noches, frente a sus computadoras, navegando por la red, jugando a los videojuegos y a veces leyendo historietas japonesas o mirando televisión.

Eligen entre sus juegos aquellos que tengan más cantidad de personas que participan, que permiten otro con quien relacionarse y dentro de sus actividades virtuales participan en los foros de algunos temas.

No existen cifras oficiales acerca de la cantidad de jóvenes que viven en estas condiciones, se torna un poco complicado la producción de estadísticas al respecto debido a que las familias de estos jóvenes, especialmente los padres, sienten mucha vergüenza por esto que sus hijos han asumido como una situación de vida.

Entre las causas a las que se le adjudica el fenómeno se puede mencionar la incapacidad psíquica que experimentan estos jóvenes porque las expectativas sociales caen sobre ellos como fracasos.

Estos modelos post-industriales en que sólo familias de clase media están en condiciones de mantener a sus hijos hasta su adultez en hogares proporcionándoles además, los recursos indispensables incluido los tecnológicos para llevar a cabo este estilo de vida.”

Esto es lo que yo me preguntaba cuando leila la nota, alguien le compró la computadora, alguien le deja que la use y le permite no salir del cuarto, y esto está contagiándose, eso es lo que preocupa.

Hay miles y miles de jóvenes que están viviendo así y que la familia no sabe que hacer, que la vergüenza los está minando y tenemos que decir que estos jóvenes están ocupando las franjas de clase social alta porque tienen la capacidad de poder llevar este tipo de vida, porque hay un padre que lo va a alimentar, que le va a brindar el techo, las comodidades, le va a comprar la ropa, le va a pagar internet, le va a llevar la alimentación al dormitorio y hasta algún amigo que se lo va a proponer trayéndoselo a la casa, porque sabe que su hijo no quiere salir.

También, las causas estructurales al fenómeno se puede mencionar la modificación en los tiempos de ciertos modelos laborales.

Ahora sabemos que el trabajo para los jóvenes de descartable y eso ya lo tenemos instalado en nuestra sociedad.

Te contrato tres meses y cuando ya no podés más y ya no queda ninguna energía en ese joven porque lo sometemos a 15 o 20hs de trabajo, renuncio.

Eso es lo que las empresas tienen estipulado para que un joven se canse, en tres meses ¡fuera!, viene otro.

Los jóvenes tienen conciencia de esta realidad y ya no pasa como pasaba años anteriores en donde un trabajo permanecía con la persona mientras iba viviendo la persona. Entraba en ese trabajo y se jubilaba en ese trabajo. Eso ya no pasa. Aparentemente esto está provocando este tipo de modelos.

El modelo occidental que están optando las empresas niponas, lleva el cambio de estructuras tradicionales, por consiguiente, nuevas condiciones sociales aparecen asociadas a las transformaciones económicas.

Un ejemplo de estas consecuencias sociales es el aumento de los suicidios, lidera Japón los suicidios en el mundo. Ojo que aquí en Argentina hay muchos jóvenes que se nos están suicidando, no miremos como una locura cuando a nosotros nos están pasando cosas parecidas.

Estas nuevas condiciones laborales desalientan a los jóvenes porque son conscientes que no tendrán el futuro asegurado.

Un famoso novelista y cineasta japonés contemporáneo escribió una novela cuyo protagonista es uno de estos jóvenes aislados de la sociedad. El autor se pregunta en esta obra si la gente que no puede comunicarse cara a cara la podrá hacer efectivamente por internet.

Sostiene que estos jóvenes son una consecuencia del crecimiento extraordinario de la economía japonesa durante la última mitad del siglo XX y el tremendo progreso tecnológico que el país realiza en este tiempo.

Al igual que este autor, muchos opinan que el fenómeno contemporáneo es un efecto postmoderno del avance tecnológico y es un efecto que nuestros jóvenes están arribando a este lugar, nosotros no queremos que nos pase, pero está en la red, al o mejor tu hijo puede comunicarse con uno de ellos y la propuesta puede ser ¿para qué vas a salir al mundo?

La soledad de estos jóvenes está golpeando a su puerta, en este caso por opción.
Y en tu vida, ¿te sentís solo?

Se habla de la soledad como una nueva enfermedad social y una nueva característica preocupante de la vida moderna, pero ¿qué es exactamente la soledad?

La soledad podríamos definirla como un sentimiento penoso, desagradable, inevitable que tiene que ver con la frustración ante el desequilibrio entre lo que la persona espera y lo que logra.

Esta situación de desajuste genera una sensación de frustración general de lo que es muy difícil salir porque está enraizado en las relacione tempranas.

Las personas que desde chicas no se han sentido suficientemente protegidas, amadas, reconocidas, llegan a la adultez con alguna deficiencia en el logro de relaciones emocionales maduras y sólidas.

Te puede pasar que en los primero años no recibiste esto que es tan necesario y nutritivo para nuestra vida, pero está en vos cambiarlo ahora, porque también podemos quedarnos y sentirnos solos porque elegí, de alguna manera, elegimos pararnos en un lugar de víctima y ya tenés una edad donde podés salir de esto, podés decidir donde querés estar.

¿Qué vas a asumir desde ese lugar? Etimológicamente la palabra “soledad” significa estar solo , sin compañía, pero “soledades” se refiere al sentimiento de nostalgia semejante al significado de “saudades”.

Es cierto que hay un trasfondo de dolor, a veces muy profundo, quienes no eligen estar solos sino que han quedado solos, los huérfanos, los viudos, los padres después de la partida de sus hijos jóvenes, el esposo o la esposa abandonada, el que migró, el artista olvidado por su público. ¡Cuántas soledades tenemos! Cuanta soledad tienen nuestros sacerdotes, nuestros religiosos y religiosas. Cuanta soledades sienten que toca a su puerta, a veces son muchas, soledad de la familia, del cariño de un amigo, soledad de la persona que no está.

Muchas soledades vienen a visitarnos generalmente en esos momentos que aquietamos nuestro corazón y más que todo por la noche nos visita el insomnio. Con el insomnio nos visita la soledad y ahí en la soledad hacemos una descripción negativa y como una lista que a veces llega hasta el comienzo de nuestra concepción.

Después de mirar hacia atrás y ver que la vida no vale la pena porque estoy solo y nadie me quiere, cuando llego al principio de mi vida, me encuentro con esto de decir “¿y yo para que nací?, para vivir esta vida más vale no hubiera nacido”

Como han llegado muchos de los profetas, de los personajes bíblicos, podemos encontrar que han llegado a la conclusión de decir ¿para que vivir? ¿para estar solo? ¿cómo el Señor no me llama? ¿cuándo me va a rescatar de esta soledad? ¿cuándo me vas a venir a buscar?

Y si estás todavía acá debe ser porque la misión o ha terminado, y habría que preguntarse ¿cuál es la misión? Porque muchas veces esta soledad viene aparejada de no saber cual es la misión.

Aparentemente hay un mundo que está colocando todo como en una gran bandeja sirviéndote alimentos bastante apetitosos para que vos te sirvas y después que los comas te quedes solo.

Porque vos, quedándote solo y transformándote en una isla, se te van a venir deseos de llenar esta soledad que van a tener que ver con el consumo.

Entonces, si estás solo tomate una gaseosa, si estás sola comete un chocolate, si estás solo buscá en la pornografía una compañía, si está solo buscá en la adicción algo que te llene la vida, o que te acerque la muerte.

Estas soledades tienen que ver con el consumo y hay un aparato que nos está diciendo “quedate solo que así nos servís” y hay muchas personas que viven solos y que no están solos, a veces estamos en una casa llena de gente y nos sentimos solos y otras estamos solos, viviendo solos y la verdad que soy una persona feliz y me siento acompañado por mi familia, por mis amigos. Estoy contento.

¿Cuántas opciones de vida pasan por la soledad? ¿cuántos padres o abuelos hay que no quieren ir a vivir con nadie? Quieren vivir solos porque se manejan bien, tienen sus tiempos, sus horarios, su cocina, sus pertenencias, tienen la vida organizada de esa forma que la manejan bien.

Hay gente que opta esta soledad y vive feliz en esta soledad. Hay otros tantos que no eligieron llegar a este lugar de oscuridad, de nostalgia, no quisieron estar ahí.

Me siento solo… y lo primero que hay que decir es que esto es una realidad, ese es el primer paso para salir de la soledad.

El escritor argentino Roberto Arlt, decía que “hay soledades que regocijan el espíritu y hay soledades que hielan el alma. Y es cierto que hay soledades que son fructíferas, que se eligen, que no nos hieren y hay otras que nos invaden con un sentimiento de vacío y hasta de muerte. Por ello, lo que hoy denominamos soledad positiva, es una compañera creadora y amigable y la otra, una adversaria a la que tenemos que temer y desconfiar.”

Me encanta esta forma de ponerlo en palabras. Seguramente este escritor tiene que haber vivido la instancia de la soledad para poder haber descrito tan bien esta capacidad de la soledad que nos hace bien y la soledad que nos hace mal.

Habrá que buscar un poco la puerta que nos lleve al otro. A veces el paso que damos es un paso negativo porque lo pedimos de una forma tan fea, desde el reclamo, a nadie le gusta el reclamo y le estamos errando desde la necesidad, estamos necesitados de que el otro nos de algo.

Estas soledades nos carcomen el alma, nos hielan, como dice Arlt, nos hielan el alma, nos dejan paralizados, agobiados, abatidos por el dolor y le decimos al otro de una forma terrible que estamos solos, desde el reclamar de una forma a veces hasta violenta, y lo que logramos es alejar más al otro y nos va dejando solos.

¿Cómo lograr este vínculo de unión con el otro? Primero habrá que ver cual es la causa de la soledad y aceptarla, tratar de aceptar la realidad sin ocultarla y tratar de aceptarse a sí mismo tal cual uno es, no tenemos ni que repartir culpas, ni echarnos culpas.

Si se fueron, se fueron por algo, a veces no somos dueños de que se fueran, no somos dueños cuando nos quedamos solos porque enviudamos, porque ¿qué puedo tener yo en este repartir de soledades? ¿cuánto puse yo si se me murió uno de mis hijos, mi esposa o mi esposo, si me abandonó mi esposo o mi esposa, si mis hermanos me dejaron solo porque no entendieron que les reclamaba y ahora ya nadie me visita y siento soledad de familia?

Y es cierto que la vida vos podés tomártela solo y planteártelo inclusive yéndote lejos, cuando tenemos un conflicto con un familiar “me voy lejos” pues a donde te vayas irá con vos el conflicto. No hay forma de sacárselo de encima. No nos queda otra que asumir las dificultades que nos trae la soledad.

Hay que confiar, pedir y aceptar ayuda, no encerrarse. Cuanto más nos viene este sentimiento, más tenemos que pedir ayuda, pero pedir en lo que necesitamos y hablar de lo que sentimos.

Acaso cuando te viene a visitar un hijo ¿no sentís alegría?, decile eso, no le saques en cara que no vino, decile que están contento de recibirlo, decíselo si querés con gestos, el otro va a sentirse bienvenido y va a tener ganas de volver a visitarte.

Nosotros, del otro lado, como hijos, también tenemos cosas para compartir con nuestros padres.

¿No te sentís solo en el trabajo y querés un consejo de tu mamá y tu papá? Si los tenés, ¿por qué no vas a hablar con ellos?, decile “Viejo, no sabés lo solo que me siento en el laburo, me siento solo y no se para donde salir, siento que me están estrujando y no tengo como salir de eso.”

¿Por qué no sincerarnos?, y le decimos a nuestra mamá “mamá, ¿cómo hiciste vos, cuando pasaste por esa crisis, cuando yo tenía 4 ó 5 años y que exigía tanto como hija? ¿vos te sentiste sola alguna vez? Porque yo me siento tan sola, tan vacía.”

Pedirle a nuestra mamá ese consejo, ella está ahí.

Si hay algo que nos saca de nuestras soledades, mutuamente nos va sacando, es sentirnos necesario para el otro. Esta vida que yo tengo, este camino que recorrí le puede servir a alguien.

Entonces, ahí también es una clave que podemos desenmarañar de nuestras soledades, el hacer sentir al otro que es necesario para mi, no se lo digas en las lágrimas ocultas en el baño secándote la cara para que los chicos no te vean, agarrá, salí de tu casa, tomate el colectivo, llegate a la casa de la mami y decile ¿qué hiciste cuando vos sentiste esto que yo estoy sintiendo?

Ella ya vivió, tiene la respuesta o por lo menos tiene la puerta de la respuesta. Allí nos vamos acompañando en nuestras soledades.

¿Vos pensabas mamá, papá que estabas solo porque vivís ahí en tu casa? ¿Sabés que tu hijo que está lleno de ocupaciones, capaz está más solo que vos? y está perdido en esa soledad y a lo mejor está consumiendo droga porque no puede con esa soledad, a lo mejor no sabe como enfrentar la situación económica y está pensando en suicidarse.

Yo te pongo estos extremos porque la soledad hace estragos con el alma.

¿Soledad buena / soledad mala? ¿Habrá dos soledades? ¿Habrá soledades que nos hielan el alma y soledades que nos hacen creativos y que nos ayudan a encontrarnos con el otro y ayudar, al encontrarse con el otro, te va revelando la clave, la pauta para tener una vida feliz?

Hay gente que vive sola y es feliz y hace feliz a otra gente.

Me siento solo, y me puedo permitir sentirme triste, pero no me puede quedar ahí, no siquiera cuando hemos perdido a nuestros seres queridos, ellos no quieren esto. Uno no puede entregarle esa muerte, ni siquiera por el honor de que pasaron por nuestras vidas.

Esta soledad que uno ni busca, ni quiere, aquello que se impone a pesar nuestro, que nos invade, que nos introduce en un verdadero desierto interior, esta experiencia que hasta la Biblia la ha contemplado.

La soledad es peligros y el Génesis expresa “no es bueno que el hombre esté solo”

A esta soledad se llega a causa de muchas incapacidades nuestras, de nuestro aislamiento y también nuestra exagerada actitud de pretender resolver todo desde nuestra individualidad.

Poco a poco vamos dejando a nuestros amigos, vamos dejando de compartir nuestra vida interior, terminamos peligrosamente aislados.

Este camino ha llegado y este camino se nos ha abierto en la soledad con perturbaciones mentales y algunos caen en intensas situaciones depresivas, perciben claramente que les resulta imposible llegar hasta los demás y superar su separación con el mundo.

Sienten una inmensa angustia y a veces buscan soluciones desde la farmacología olvidando que los remedios para el alma se deben obtener del consejo oportuno, compañía productiva, estos desiertos del alma acompañan a algunos durante varios años de su vida, por ello, el consejo que puedo darles es buscar y aceptar ayudar a los demás y el desarrollo de sentimientos de entrega que le permita trascender la individualidad.

Son los santos y quienes han elegido el amor como respuesta existencial que justifica su existencia. Han sabido superar sabia e íntegramente los límites de este sentimiento doloroso de la separación con el mundo.

La necesidad de construir una soledad positiva es imprescindible para todo hombre, consiste en traspasar una puerta de dolor para arribar a una puerta que me va a generar vida y encuentro con el otro.

Por eso podemos expresar en palabras de Ignacio de Larrañaga “no se puede decir yo si no se puede decir tú”. Si no podes decir tu, no podes decir yo tampoco, y si no podes decir yo, no podes decir tu.

Parece una fórmula secreta, evidentemente si estás parada solo en vos y no ves a más nadie, vas a estar pensando que estás solo, reclamando por tu soledad y te vas a quedar enroscándote ahí.

Por otro lado, si te parás solo en los demás y te importa solo los demás, y no te ves a vos mismo, también vas a experimentar la soledad y lo que le das de más al otro, el otro ni siquiera lo toma como debe ser.

Lo que les compartí de Arlt, donde él plantea una soledad positiva, los momentos de voluntario aislamiento en que vos querés estar solo, esto que es vida interior, vida que yo puedo tener en algún momento de mi día para encontrarme con Dios, para encontrarme con mis miserias, con lo que soy, para ver las posibilidades que tengo de corregirme y fijarme en aquellas cosas que me están dejando solo.

Ya en el siglo V AC, Sócrates afirmaba “Conócete a ti mismo”, el genial filósofo ya intuía las trampas y recovecos que tiene nuestro interior y la necesidad de entrar en nuestros laberintos para conocernos verdaderamente.

Este conocimiento debe confrontarse con el que surge con los demás.

Esta soledad positiva es la soledad creativa y que te va a llevar a escribir estos versos espectaculares, o te va a llevar a hacer música, o te va a llevar a crear una catedral porque todo ese arquitecto que tenés adentro empieza a generarse en el interior, o aquella capacidad de entregarte al otro en todos los talentos lo vivís primero en soledad, en esa soledad positiva, en esa interioridad en donde tus posibilidades concretas se van a ir trabajando.

Hay muchas personas que se animan a esta vida en soledad, es esta soledad positiva y sacan de ellos lo mejor y corrigen lo que está mal.

El problema de la soledad es nada más que mío, está adentro mío.

Somos responsables de nuestra soledad y el día que te decidas salir de tu soledad, salir de ti mismo vas a poder sentirte mejor.

Génesis 28,12-15
“mientras dormía, soñó con una escalera apoyada en la tierra que tocaba el cielo en su punta y por la cual subían y bajaban ángeles de Dios. Yahvé estaba de pie a su lado y le dijo: “Yo soy Yahvé, el Dios de tu padre Abraham e Isaac, te daré a ti y a todos tus descendientes la tierra en que descansas. Tus descendientes serán numerosos como el polvo de la tierra y te extenderás por todos lados, al oriente y occidente, al sur y al norte, en ti y en tus descendientes serán benditas todas las naciones. Yo estoy contigo, te protegeré a donde vayas y te haré volver a este lugar, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho.”