02/09/2025 – ¿Se puede crecer en la fe sin contacto con la Palabra de Dios?La pregunta parece obvia, pero no lo es. Y justamente fue el punto de partida de la charla con Ana María Croco, directora del Departamento Nacional de Animación Bíblica y Pastoral (DENAPBI), en este nuevo encuentro del ciclo “Degustando la Palabra de Dios”.
Septiembre es el mes de la Biblia, y la Iglesia en Argentina lo celebra recordando a San Jerónimo, aquel gran traductor que nos regaló la posibilidad de acceder a las Escrituras en lengua latina. Pero más allá de la historia, lo importante es que la Biblia sigue siendo hoy la fuente viva que nutre nuestra fe, el corazón de cada pastoral, y la raíz de la misión de la Iglesia.
Ana María nos invita a “degustar” la Palabra, no solo con la mente, sino con todo nuestro ser: desde lo espiritual, lo emocional y lo humano. No se trata de un estudio frío, sino de dejarnos encontrar y transformar por esa Palabra que es viva y eficaz. En este camino, el DENAPBI ofrece subsidios, recursos y formación para todas las edades: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Porque la Palabra tiene un mensaje para cada etapa de la vida, y siempre hay un modo de acercarla a cada corazón.
Durante la entrevista, conocimos también experiencias concretas de animación bíblica: ciclos de formación, encuentros nacionales, materiales digitales disponibles en https://abpcea.wordpress.com/ y hasta un área joven que busca hablar el lenguaje de los chicos de hoy, con talleres y propuestas que los hacen protagonistas en el anuncio.
Ana María nos recordó algo fundamental: la Palabra de Dios no es un libro del pasado. Es el lugar donde Dios nos habla hoy, en lo cotidiano, en medio de nuestra vida. Por eso recomendó empezar por los Evangelios, especialmente el de Lucas, cercano y accesible, para dejarnos sorprender con las enseñanzas de Jesús en cada página.
Esta nota forma parte del ciclo “Degustando la Palabra de Dios”, que semana a semana nos invita a descubrir la riqueza de las Escrituras de la mano de distintos especialistas. Una oportunidad para abrir el corazón y dejar que la Palabra nos alimente como comunidad.