Migrantes: juntos podemos aportar soluciones

viernes, 21 de julio de 2023
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20/07/2023 – Compartimos una nueva emisión del ciclo junto a referentes de la Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes, donde conocemos la labor que llevan adelante, abordamos diferentes temáticas relacionadas con esta realidad y damos información acerca de cuestiones laborales, legales y sociales de los migrantes.

En esta oportunidad hacemos foco en el acompañamiento jurídico y el asesoramiento legal que necesitan los hermanos migrantes e itinerantes. ¿Cuáles son las leyes argentinas que los amparan? Te invitamos a conocerlas, para ser puentes y para que puedan vivir con dignidad en el territorio donde se encuentren.

Nos acompaña la hermana Isabel Tejada, de Shoesntatt, ella es abogada y además colaboradora en el área legal del CEMI. Le consultamos cuales son esos fundamentos, esos lugares donde cimientan su actividad, incluso desde su propia fe.

La hermana Isabel nos señala que todo tiene una raíz, un fundamento que es teológico. Primero que todo se está viviendo una era de las migraciones. Implica que Dios se está manifestando a través de estos signos de los tiempos. La teología de las migraciones, intenta interpretar ese misterio de Dios, desde la experiencia de la movilidad humana. Sabemos que Dios se hace huésped dentro de nosotros, golpea la puerta de la humanidad y quiere ser hospedado. Estoy a la puerta y llamo… si nosotros podemos abrir esta puerta del corazón, ese Dios que es migrante, que es peregrino va a comenzar a caminar con nosotros, junto a nosotros, a vivir en nuestro corazón y en nuestra sociedad, expresó la religiosa.

Además, afirmó que la vida comienza con la migración. Ya tenemos nuestros antepasados de la historia de la salvación, Abraham, Isaac, Rebecca, Jacob, José con sus descendientes migrantes, todos ellos, Moisés con el pueblo de Israel, en todo hay como un denominador común donde Dios pide a su pueblo que respete y ame a los migrantes. Porque ellos también fueron migrantes. El pueblo de Israel sufrió el exilio, el éxodo y también lo hizo Jesús, como recién nacido debió refugiarse con María y José para huir de la persecución de Herodes. O sea que nuestras raíces son migrantes. Jesucristo es el hijo migrante de Dios. Dios se hizo carne para entender mejor nuestra naturaleza y también lo que está sufriendo todo migrante y todo refugiado.

Desde esta perspectiva, desde esta lectura teológica de las migraciones, podemos ver el aspecto de la iglesia como peregrina. Es decir que conduce, perfecciona la obra de Cristo. La iglesia que está en dialogo con el mundo. Otra característica es la catolicidad de la iglesia, su universalidad, es decir que está abierta a todo ser humano. Formamos parte de una familia. También esta lectura nos estimula a un diálogo interreligioso donde la hospitalidad de estas sociedades multiculturales y multirreligiosas se pone a luz, señaló la Hermana Isabel.

Desde León XIII está contemplada la migración en sus documentos, pero donde más se ve la necesidad de una atención pastoral es en 1952 con la constitución apostólica de Pio XII “Exsul Familia” y así hasta el 78 con la carta “Iglesia y movilidad humana”. Hay un punto, que es con San Juan Pablo II en su encíclica “Redemptoris missio” (1990), donde le da otro enfoque y es el de la misión con los migrantes. La iglesia es misionera por naturaleza. Hay iglesia porque hay misión y la misión es Dios.

La hermana Isabel continuó diciendo que los migrantes nos enriquecen muchísimo con todas las tradiciones, con toda su cultura, con toda su realidad; hay como un doble enfoque, por un lado necesitan de nosotros para que podamos cuidar de su fe, por eso el Papa dice la acogida, la protección, la promoción y la integración. Los Santos padres vieron la necesidad que donde tengan que ir los migrantes esté salvaguardada y garantizada su fe. Pero también se puede dar el sentido inverso, que la fe de los migrantes sea enriquecedora para la cultura donde llegan.

Como cristianos, como católicos, como seres humanos, nuestra tarea es generar empatía, tenemos que enfocarnos en la persona del migrante. A veces se antepone su situación económica, la legislación, la política, las fronteras. Pero nos olvidamos que esta persona es un ser humano que está viviendo una vulnerabilidad muy fuerte. Viniendo de contextos muy difíciles, por eso nos tenemos que formar e informar.

Esta realidad de los migrantes que nos va a chocar, nos genera tres impulsores de cambio según la psicología, se genera en nosotros, cuando vemos una realidad muy fuerte que nos choca. Primero se nos reaviva una experiencia emocional que tenemos sobre la injusticia. El otro es que aflora el sentido de la identidad, de quien soy. Y lo último es que las propias creencias surgen y se fortalecen en cuanto a la eficacia para actuar. Juntos podemos aportar soluciones, afirmó la religiosa.

La hermana Isabel nos cuenta que los fundamentos para ayudarlos y defenderlos es, principalmente, la Constitución de la Nación Argentina, que  reconoce como alto grado la protección de los derechos humanos. Y cuando hablamos de migrantes estamos protegiendo sus derechos humanos. Más aun después de la reforma constitucional en 1994, todos los tratados internacionales que se refieran a los derechos humanos gozan de jerarquía constitucional.

Para conocer más sobre la tarea de todas las pastorales de migrantes que trabajan en las diferentes diócesis de nuestro país podés ingresar en www.cemi.org.ar.