Misión en la cárcel: ser profetas de la esperanza

jueves, 22 de marzo de 2018
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22/03/2018 El Padre Damián Vidano de San Nicolás, subdelegado de la Pastoral Carcelaria de la Región Buenos Aires Norte se sumó a la tarde de la radio para compartir su experiencia en ciclo que la pastoral  desarrolla los  jueves en “Donde quiero estar”.

A modo de introducción el sacerdote nos llevó a repensar el trabajo de la pastoral, más allá de la cárcel: “El mundo de la carcelación es mucho más grande que el mundo de la cárcel, porque involucra a las víctimas, los servicios,  las familias, las parroquias en relación a esta realidad sufriente”, expresó dando cuenta de los diversos destinatarios del abordaje pastoral.

“Siempre le pedí a dios que me hiciera conocer el dolor antes de entrar al seminario para poder entender y ser instrumento de misericordia,  y me llevo la cárcel. Hoy me doy cuenta de que en esta realidad me siento plenamente cura, me siento rozado por la misericordia de Dios”, compartió el P. Damián desde su  llegada a la cárcel y de cómo esta vivencia de misericordia atravesó  su vocación.

Ante el tiempo de cuaresma que estamos transitando, el sacerdote nos invitó a ser parte de la experiencia de esperar en esperanza: “La esperanza es la virtud el hombre que camina, y en la cárcel se da eso todo el tiempo;  es el hombre  que está vivo y espera,  y mientras que su corazón lata es capaz de esperar. La cárcel es un lugar propicio para la esperanza”.

“Cuando en la oscuridad de la cárcel oscurece todo, es allí donde despunta la esperanza”, palabras de Andrea unos de los testimonios que el padre nos dejó en su relato. Ella es una mujer con una larga  condena y que a causa de ello tuvo que separarse de su hijo de 4 años; quien tras cumplir este límite de edad para permanecer en la cárcel junto a su madre, fue dado en adopción a otra familia. La distancia con su hijo y su capacidad de esperar en confianza son para ella un motor a seguir, y para el sacerdote  una razón mayor para reforzar y confirmar su llamado a este lugar.

“Esperanza y libertad van internamente unidos, cuando pierdo la esperanza pierdo la capacidad de liberarme de tantas cosas”, afirmó el padre como claves para cualquier hombre y mujer que desee vivir en plenitud el llamando de Dios.

Mirando hacia la semana santa y sobre todo en la experiencia de la cruz, el sacerdote nos invitó a ser anunciadores de la fuerza de resurrección, a esperarla: “ Tal como un viernes santo la cárcel es lugar de despojo humano, y nuestra tarea como pastoral es fundamental,  porque  siempre triunfa la vida, aun cuando no hay mucho que esperar”.

Memoria, paciencia,  fortaleza en la tormenta y la esperanza, son las claves que nos invitó a vivir y a sembrar en nuestros contextos diarios.