14/09/2017- Este martes a las 20:30 comenzó en Radio María un nuevo Ciclo llamado “Caminos de Encuentro”, a cargo de la Conferencia Episcopal Argentina. En el primer programa, participó Monseñor José María Arancedo, Presidente del Episcopado Argentino, quien comentó sobre la visita del Papa Francisco en Colombia. Allí participó de los diferentes encuentros y Francisco le envió un cariñoso saludo para los argentinos.
Una de las principales cuestiones que mencionó fue que “la presencia de Francisco no pasa desapercibida, donde va, realmente convoca. Despierta una adhesión espontánea” que desde la fe se entiende que “la gente descubre en él algo distinto”. Eso quedó demostrado en el “más arriba del millón de personas” que se reunieron en las ciudades de Bogotá y Medellín en los diferentes días. “Hay algo en él, que la gente percibe” dijo Monseñor Arancedo y que al “pueblo colombiano el espíritu los mueve a descubrir a la persona de Pedro en Francisco”.
“No hay fecha, no hay una agenda preparada” aclaró Aracendo pero agregó que “está cerca”.
Para él será “el próximo año” porque “él quiere venir”. Aclaró que estos son “los momentos que forman parte de su silencio, que hay que respetarlos” y que además “tiene una agenda internacional importante”.
Más allá de la mirada que transmiten los medios de comunicación, para Moseñor Aracendo, “Francisco esta muy presente en Argentina y todos en el corazón de él”. Está seguro de esto luego de una oportunidad de diálogo que tuvo con él, donde le dijo:” Vengo en nombre del pueblo argentino. Que te quiere, que te espera y que reza por vos. El me dijo que “te encargo que digas que “yo también estoy muy cerca de ustedes”.
Sobre las distintas cuestiones que trató en su visita a Colombia después del acuerdo de paz que se firmó hace unos meses, Monseñor Arancedo dijo que Francisco “tuvo reflexiones muy profundas sobre la paz” específicamente “una paz que oriente a la reconciliación”, que “si no se tiene como horizonte, la paz no llega”.
“Hay que dar un primer paso. Y al primer paso lo tiene que dar aquel que tiene un alma generosa, que no espera que lo de el otro” comentó Arancedo y agregó que “no es una reconciliación-impunidad, es un camino de verdad, de justicia, de reparación”. Volver a “sentirnos parte de una misma humanidad. Donde el otro es mi hermano. El primer precepto de la moral social de la Iglesia es que el otro es mi hermano”.
Esto implica actitudes generosas como “dialogar, ir al encuentro, buscar superar una situación” y no vivir anclados en el pasado porque “es el presente que necesita personas grandes que puedan vivir con la verdad, justicia y saber construir una nueva realidad”.
También destacó las actitudes de perdón. “El perdón no me disminuye, me pone por encima. Dios perdona. Cuando uno toma actitudes de perdón, está participando de una creación de Dios”.
Sobre la situación de Colombia, reflexionó que “hay acuerdo firmado, pero falta mucho” y que Francisco nos ha ayudado a empezar a caminar por este camino largo”. Además, de que”si el corazón no ha cambiado, el acuerdo no sirve de nada” porque “nos quedamos anclados en el pasado. El camino hacia la verdad es la humildad”.
Por último, se refirió a lo que Francisco dijo a los obispos reunidos allí: “No son políticos, son pastores. Tiene que haber cercanía con el pueblo” siempre como “una Iglesia de salida” y “pastores cerca del dolor”. Monseñor contó que “era un relamo” porque para Francisco “la Iglesia necesita de ustedes pastores, actitudes de entrega, de generosidad, de trabajo. Una iglesia actual, presente, caminando. No quedando sólo en el exterior”. De alguna manera “fue refrescarle a la Iglesia Latinoamericana su camino” concluyó su reflexión.
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