Muere lentamente

viernes, 28 de diciembre de 2007
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Muere lentamente quien se transforma en esclavo

del hábito, repitiendo todos los días los mismos

trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir

un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

 

Muere lentamente quien hace de la televisión su

gurú.

 

Muere lentamente quien evita una pasión, quien

prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre

las "íes" a un remolino de emociones, justamente las

que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los

bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

 

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando

está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto

por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se

permite por lo menos una vez en la vida, huir de los

consejos sensatos.

 

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee,

quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí

mismo.

 

Muere lentamente quien destruye su amor propio,

quien no se deja ayudar.

 

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose

de su mala suerte o de la lluvia incesante.

 

Muere lentamente, quien abandona un proyecto

antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que

desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre

algo que sabe.

 

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando

siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor

que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que

conquistemos una espléndida felicidad.

 

                                                                     Pablo Neruda