16/06/2025 – «Estos hechos, más otros que se van conociendo, han conmocionado a nuestra provincia y a nuestra Diócesis, y nos interpelan a una profunda reflexión y acción decidida», expresa el documento. La Iglesia se enfoca en cómo el narcotráfico se «infiltra en nuestras instituciones, corrompe los cimientos de nuestra sociedad y… destruye la vida de innumerables personas, especialmente de nuestros jóvenes».
Al respecto, dialogamos con Monseñor José Antonio Díaz, obispo de la Diócesis de la Santísima Concepción de Tucumán.
MENSAJE DE LA PASTORAL SOCIAL DE LA DIÓCESIS DE LA SANTÍSIMA CONCEPCIÓN
“Frente al avance del narcotráfico, que no nos gane la indiferencia»
Con profunda preocupación, expresamos nuestra inquietud por los recientes y dolorosos hechos que involucran a la Municipalidad de Juan B. Alberdi y la presunta vinculación de sus autoridades con el narcotráfico. Estos acontecimientos han conmocionado a nuestra provincia y diócesis, exigiéndonos reflexión y acción.
El avance silencioso y destructivo del narcotráfico
Lo sucedido en Juan B. Alberdi no es aislado, sino un síntoma del implacable avance del narcotráfico en nuestro territorio. Esta realidad se infiltra en nuestras instituciones, corrompe la sociedad y destruye vidas, especialmente las de jóvenes. Es una red compleja que genera violencia, marginalidad, desintegración familiar y socava la confianza en las autoridades. Atenta contra la dignidad humana y el bien común, y su poder económico le permite alcanzar incluso esferas de gobierno.
La imperiosa necesidad de la prevención:
La prevención es fundamental. No podemos esperar a que la droga llegue a nuestros hogares. Es imprescindible fortalecer políticas públicas de prevención y atención integral de adicciones, abordando las causas de la vulnerabilidad social, la falta de oportunidades y la desesperanza.
El amor a la vida humana implica el aprecio por valores como el cuidado de la salud, la recreación sana, la integración familiar, la convivencia social, la participación ciudadana y la educación integral. Alentamos a grupos e instituciones que promueven el amor a la vida, la protección de derechos y la ayuda a víctimas de la drogadicción.
La urgencia de entablar alianzas institucionales:
Ningún actor social puede enfrentar este flagelo solo. La complejidad del narcotráfico exige una respuesta unificada. Es imperante fortalecer y crear alianzas institucionales entre:
El Estado en sus tres poderes y niveles:
Es su responsabilidad indelegable garantizar seguridad, justicia y bienestar. Se requiere acción firme y transparente de fuerzas de seguridad, justicia y ejecutivos para desmantelar redes y perseguir a quienes se benefician, garantizando independencia y ética.
Las organizaciones de la sociedad civil:
Instituciones religiosas, educativas, deportivas, clubes y vecinales tienen un rol fundamental en la contención, prevención y promoción de valores. Su cercanía con la comunidad las hace clave en la detección temprana y acciones preventivas.
Las familias:
La familia es la primera educadora. Fortalecer lazos, promover el diálogo y el acompañamiento amoroso son esenciales.
Nuestro compromiso como Iglesia:
Como Iglesia en la Diócesis de la Santísima Concepción, reafirmamos nuestro compromiso de trabajar incansablemente en prevención, asistencia y concientización. Ponemos a disposición capacidades y recursos para acompañar víctimas, promover esperanza y denunciar injusticia y corrupción. Destacamos el trabajo en Hogares de Cristo, la Granja Santa Mónica, Comedores, Grupos Esperanza Viva y otros espacios de escucha y acompañamiento, que son signos de esperanza.
El Papa Francisco nos dice: «las drogas y las adicciones son un obstáculo para el desarrollo humano integral» (2018).
Por ello, exhortamos a todos los sectores a una jornada de profunda reflexión el 26 de junio, Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, ya que superar las adicciones requiere un compromiso sinérgico de toda la comunidad.
Que la Virgen Inmaculada, Patrona de nuestra Diócesis, nos ilumine y guíe en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y libre de este flagelo.
Mons. José Antonio DíazComisión de Pastoral SocialDiócesis de la Santísima Concepción, junio de 2025.
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