Navidad Orante

viernes, 14 de enero de 2011
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LA ORACION ES LA RESPIRACION DE LA ESPERANZA.

QUIEN DEJA DE ORAR, DEJA DE ESPERAR

 

GL: ¿Cómo pasamos de la oración ‘discursiva’ llena de conceptos y de ideas a esa otra experiencia intensa del corazón?

TR: La oración más básica, la primera que sale, es una oración vocal que tiene mucho que ver con procesos mentales, uno va pensando cosas, pidiendo. Luego sigue una oración de meditación, que es como una ‘rumia mental’ que se aboca más a meditar sobre la vida de Cristo. Un pasito más es comenzar a acallar la mente cuando se comienza a encender el amor. Una vez que se enciende el amor no hay por que seguir haciendo trabajar a la cabeza. Dice Sta Teresa que no todas las personas son hábiles para pensar, pero sí todas son hábiles para amar. Gracias a Dios, la oración no se trata de pensar sino de amar. Se trata de amar mucho’. Cuando uno medita, llega un momento en que empieza a sentir como ‘un cosquilleo’ a nivel afectivo. Hay que quedarse saboreando eso, que es como un despertar del amor. Cuando uno se siente amado por Dios empiezan a dinamizarse los mecanismos del amor que muchas veces tenemos como encapsulados.

 

GL: En ese ‘estadio’ emocional de la oración hay trampas, a veces difíciles de detectar, porque mezclamos turbulencias emocionales y podemos desembocar en fantasías, en neurosis… Pero sin lo emocional, la oración es tremendamente árida ¿cómo hacemos para no errarle al caminito?

TR: El terreno de las emociones es muy inestable. En cambio el amor teologal a veces se siente, a veces no, pero es estable. Por ejemplo, entre las emociones inestables del amor materno, un ejemplo casero: cuando los hijos son chiquitos, muchas veces las mamás dicen amorosamente “¡me lo comería!”, después cuando crecen dicen “por qué no me lo habré comido?”. Quiero decir con esto: a veces uno puede tener emociones contrarias a lo que es el amor en sí. A veces ‘queremos matar al que amamos’. Y quiero también decir que no importa la emoción que me esté dominando porque el amor no es una emoción aunque puede ir acompañado de ella. La oración también puede ir acompañada o no de emociones psicológicas, de vibraciones emocionales. Pero hay que resaltar que la oración no es eso. No nos quedemos en lo emocional. Hay que trascender lo psicológico, lo emotivo, la sensibilidad. San Juan de la cruz dice que cuando estamos en ese período que llamamos “noche oscura”, con emociones mas bien desagradables, difíciles de llevar, es cuando mejor estamos, porque nos empezamos a mover en un terreno teologal: un no entender, y uno entra a poner en juego la virtud teologal de la esperanza: entramos a poner la esperanza en ‘un lleno’ que en este momento no tengo. Es importante entonces transitar por esa noche oscura donde no veo, no siento, no poseo, no entiendo, no soy nada.

 

GL: Cuando hablamos de “encender el amor” da la impresión de una experiencia de luminosidad y de calidez. ¿En qué consiste este encender el amor cuando San Juan de la Cruz nos dice que cuando mas amamos muchas veces es cuando estamos atravesando la oscuridad, el desierto. El amor es esperanza, el desierto aridez. ¿Cómo se compatibiliza? ¿cómo es el sentir interior del amor encendido?

TR: El amor teologal no es un sentimiento, pero sí va acompañado de sentimiento. En las distintas etapas de la vida espiritual lo que se va viviendo y sintiendo es muy diferente. Hay momentos en que lo que se siente ocupa todo el escenario, y hay que darles la bienvenida, porque son sentimientos que nos van a ayudar a tener fortaleza en las adversidades. Después llega un momento en que el señor quiere hacernos madurar y quiere que no vivamos de eso. Dice San Juan de la Cruz refiriéndose a la vida de la fe, que cuando somos niños Dios es como una madre que nos alimenta con la leche de su dulce pecho, pero cuando nos ve crecidito nos retira el dulce pecho y nos da pan con corteza. Es algo cíclico: el amor se encendió, esto me da agallas para seguir adelante, después me llega una ‘noche oscura’ que me presenta el desafío de seguir siendo fiel, de seguir esperando, creyendo y amando aún cuando todo es desabrido y difícil. Allí es donde se prueba si aquello que se encendió fue amor o solo una emoción pasajera. Y nos damos cuenta de eso recién cuando en medio de la duda, la aridez, seguimos apostando al amor. Siempre Dios deja una lucecita que nos da la certeza de que vamos en buen camino. Si no fuera así llegaría un momento que claudicaríamos. Y quiero decir que la vida espiritual del hombre sobre la tierra es una noche oscura porque estamos toda la vida creyendo y esperando en quien no vemos. Dice San Juan de la Cruz que “Dios está en el cielo y habla caminos de eternidad. Nosotros en la tierra no entendemos sino vías de carne y tiempo”. Entonces nosotros le pedimos a Dios cosas que tienen que ver con nuestra sensibilidad, pero Dios está en otro nivel y sabe mejor que nosotros el cuando y el como.

 

GL: Hay espiritualidades desencarnadas, que “presuntamente” buscan acercarse tanto a Dios que ponen mucha distancia con la carne y con el tiempo, entonces como consecuencia niegan el tiempo y la historia. Y no se comprometen con la historia. Esta frase de San Juan de la Cruz podría prestarse a una interpretación de ‘espiritualidad desencarnada’. Hay que estar con este corazón pulsando la divinidad, la eternidad, y al mismo tiempo tomando el pulso de la historia, comprometiéndonos con el otro

TR: San Juan de la Cruz nos ofrece una perspectiva de “Dios como esposo de la humanidad”. En el Romance 3 de la Creación de San Juan de la Cruz, Dios Padre le dice al Hijo “quiero darte una esposa que te ame”, y crea la humanidad. En el Romance 7, de la Encarnación, dice “ya que el tiempo era llegado en que hacerse convenía, el rescate de la esposa que en duro yugo servía debajo de aquella ley que Moisés dádole había el Padre con amor tierno de esta manera decía…” Dios le da a Cristo como esposa la humanidad, pero una humanidad que servía bajo la ley de Moisés y no era por tanto enteramente libre. “Ya ves, Hijo, que a tu esposa a tu imagen hecho había, y en lo que a ti se parece contigo bien convenía, pero difiere en la carne que en su simple ser no había. En los amores perfectos esta ley se requería: que se haga semejante el amante a quien quería, que la mayor semejanza más deleite contenía. El cual, sin duda, en su esposa grandemente crecería y te diere semejante en la carne que tenía”. Es decir: Dios dice al Hijo: es necesario que asumas la carne para que tu esposa goce. El Hijo le responde “iré a buscar a mi esposa y sobre mí tomaría sus fatigas y trabajos, los que tanto padecía, y porque ella vida tenga, yo por ella moriría, y sacándola del lago, a Ti te la volvería

 

GL: Bien vale en esta Navidad meditar sobre este “rescate” de Jesús de la humanidad

 

POEMA Nº 7 DE LA ENCARNACION

Ya que el tiempo era llegado en que hacerse convenía
el rescate de la esposa, que en duro yugo servía
 debajo de aquella ley que Moisés dado le había,
el Padre con amor tierno de esta manera decía:
­Ya ves, Hijo, que a tu esposa a tu imagen hecho había,
y en lo que a ti se parece contigo bien convenía;
pero difiere en la carne que en tu simple ser no había

En los amores perfectos esta ley se requería:
que se haga semejante el amante a quien quería;
que la mayor semejanza más deleite contenía;
el cual, sin duda, en tu esposa grandemente crecería
si te viere semejante en la carne que tenía.

 ­Mi voluntad es la tuya ­el Hijo le respondía­,
y la gloria que yo tengo es tu voluntad ser mía,
y a mí me conviene, Padre, lo que tu Alteza decía,
porque por esta manera tu bondad más se vería;
veráse tu gran potencia, justicia y sabiduría;

irélo a decir al mundo y noticia le daría
de tu belleza v dulzura y de tu soberanía.
Iré a buscar a mi esposa, y sobre mí tomaría
sus fatigas y trabajos, en que tanto padecía;
y porque ella vida tenga, yo por ella moriría,
y sacándola del lago a ti te la volvería. San Juan de la Cruz

 

GL: San Juan de la Cruz está considerado uno de los mayores poetas españoles de la poesía considerada “mística”. El precisa las influencias de la simbología por un lado del Cantar de los Cantares, por otro lado de Petrarca (poeta italiano) y algunos alemanas.

El fue quien ha dado el nombre de ‘noche oscura’ a esta vivencia de que el alma, antes de encontrar una unión mística con Dios suele atravesar por esta sensación de desolación y soledad y abandono a veces acompañada de terribles tentaciones que, si consigue vencer, deja paso a una nueva luz porque Dios, dice él, no deja vacío sin llenar.

TR: En el romance del nacimiento hay una imagen preciosa

Del Nacimiento
Ya que era llegado el tiempo en que de nacer había,
así como desposado de su tálamo salía
abrazado con su esposa, que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre en un pesebre ponía,
entre unos animales que a la sazón allí había.
Los hombres decían cantares, los ángeles melodía,
festejando el desposorio que entre tales dos había.
Pero Dios en el pesebre allí lloraba y gemía,
que eran joyas que la esposa al desposorio traía.
Y la Madre estaba en pasmo de que tal trueque veía:
el llanto del hombre en Dios, y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro tan ajeno ser solía.

TR: Ese Niño que ha nacido, Juan de la Cruz lo ve como un esposo que sale de su tálamo abrazado a su esposa. En el momento del parto nace un Niño pero también nace un Esposo. El símbolo nupcial nos hace conectar fuertemente con la unión que es lo más exquisito del matrimonio, y que llevándolo al plano místico nos dice que nosotros como seres humanos podemos aspirar a eso: a la unión con Dios gracias al misterio de la encarnación, gracias a la carne.

GL: Esta manifestación del erotismo del amor esponsalicio no es erotismo banal que hoy nos rodea y nos contamina, sino como manifestación plena de este amor gozoso y vibración emocional al mismo tiempo

TR: la espiritualidad de la mística la vida del Carmelo suele entenderse como que pone el hincapié en la cruz, en la negación, en la noche. Si bien estos ingredientes están resaltados, todo apunta al mas fino y puro deleite. Todo está enfocado a encontrar cómo puede ser mejor el gozo, que tenemos inscripto en nuestra naturaleza humana

 

Vivo sin vivir en mí

Vivo sin vivir en mí, y de tal manera espero,

que muero porque no muero.

 

Vivo ya fuera de mí después que muero de amor;         

porque vivo en el Señor, que me quiso para sí;

cuando el corazón le di puse en él este letrero:

que muero porque no muero.          

 

Esta divina prisión del amor con que yo vivo

ha hecho a Dios mi cautivo, y libre mi corazón;

y causa en mí tal pasión      

ver a Dios mi prisionero,

que muero porque no muero.

 

¡Ay, qué larga es esta vida! ¡Qué duros estos destierros,

esta cárcel, estos hierros en que el alma está metida!

Sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero,

que muero porque no muero.

 

¡Ay, qué vida tan amarga do no se goza el Señor!

Porque si es dulce el amor, no lo es la esperanza larga.

Quíteme Dios esta carga, más pesada que el acero,

que muero porque no muero.

 

Sólo con la confianza vivo de que he de morir,

porque muriendo, el vivir me asegura mi esperanza.

Muerte do el vivir se alcanza, no te tardes, que te espero,

que muero porque no muero.

 

Mira que el amor es fuerte, vida, no me seas molesta;

mira que sólo te resta, para ganarte, perderte.

Venga ya la dulce muerte, el morir venga ligero,

que muero porque no muero.

 

Aquella vida de arriba es la vida verdadera;

hasta que esta vida muera, no se goza estando viva.

Muerte, no me seas esquiva; viva muriendo primero,

que muero porque no muero.

 

Vida, ¿qué puedo yo darle a mi Dios, que vive en mí,

si no es el perderte a ti para mejor a Él gozarle?

Quiero muriendo alcanzarle, pues tanto a mi Amado quiero,

que muero porque no muero.

 

 

QUE MARÍA, LA ‘LLENA’ NOS DE LA GRACIA DE CREER QUE DIOS NO DEJA VACÍO SIN LLENAR. QUE LA FE EN ESTA EXPRESIÓN DE SAN JUAN DE LA CRUZ, NOS VENGA POR INTERMEDIO DE MARÍA.

 

“SOLO EL AMOR” Silvio Rodriguez

Debes amar la arcilla que va en tus manos, debes amar su arena hasta la locura
y si no, no la emprendas que será en vano. Sólo el amor alumbra lo que perdura
sólo el amor convierte en milagro el barro, sólo el amor alumbra lo que perdura

Debes amar el tiempo de los intentos, debes amar la hora que nunca brilla
y si no, no pretendas tocar los yertos. Sólo el amor engendra la maravilla
sólo el amor consigue encender lo muerto, sólo el amor engendra la maravilla