“Necesitamos del discernimiento para encontrar los caminos del Espíritu”, padre Fernando Cervera

01/08/2019 – En otro encuentro de espiritualidad ignaciana, de la mano del padre Fernando Cervera, el tema fue “Bienaventurados los que buscan la voluntad de Dios”.

¿Qué ejercicio hago para hallar los caminos que Dios me muestra a diario? Fue la invitación del sacerdote jesuita que nos introdujo a la reflexión.

“La pureza de corazón, o los limpios de corazón, son aquellos que tienen el corazón despejado para ver a Dios en los actos que nos acercan a su Reino. Éste es la manifestación de Dios en nuestra propia vida“, señaló

“Ver el rostro de Jesús es una guía para encontrar el rostro de Dios, no como ver una foto, sino ver qué es lo que Dios nos pide si queremos seguirlo. Cristo nos muestra ese camino que nos lleva hacia el Padre, yo así veo como en esta vida Dios está presente. Él está presente en las buenas y en las malas, en las que ganamos y en las que perdemos. Cristo es ese modo de vivir, nos formamos o nos conformamos en su persona”

El padre Fernando dijo que “lo primero es identificarnos y mirarlo a Jesús, hacer como Él hace: ¿’que haría Jesús en mi lugar en este momento?’” y continuó: “Lo segundo es ver a Dios en las obras, en los signos que Cristo nos dejó como el lugar seguro donde el Espíritu se manifiesta, por ejemplo la caridad, el servicio, el compartir en la eucaristía, los sacramentos que manifiestan este amor de Dios entre nosotros. Signos que nos conducen a Dios. Otro lugar es la Palabra, escuchar la Palabra en la que Dios se ha manifestado, nos habla, nos revela  su misterio de salvación. Encontrarnos a Cristo, sobre todo, a través de su Palabra y en los hermanos. Son ellos los que más ilustran este estar de Cristo entre nosotros, no solo cuando estuvo allá hace dos mil años, sino como sigue estando en su ser pascual entre los más pequeños, los que más sufren, los más olvidados.

Necesidad del discernimiento para encontrar los caminos del Espíritu

¿Cómo saber si algo viene del Espíritu Santo o si su origen está en el espíritu del mundo o en el espíritu del diablo? Ante esta pregunta el padre Cervera dijo que “la única forma es el discernimiento, que no supone solamente una buena capacidad de razonar o un sentido común, es también un don que hay que pedir. Si lo pedimos confiadamente al Espíritu Santo, y al mismo tiempo nos esforzamos por desarrollarlo con la oración, la reflexión, la lectura y el buen consejo, seguramente podremos crecer en esta capacidad espiritual“

Una necesidad imperiosa

Finalmente el sacerdote jesuita citó al Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Gaudete et exultate:

“Hoy día, el hábito del discernimiento se ha vuelto particularmente necesario. Porque la vida actual ofrece enormes posibilidades de acción y de distracción, y el mundo las presenta como si fueran todas válidas y buenas. Todos, pero especialmente los jóvenes, están expuestos a un zapping constante. Es posible navegar en dos o tres pantallas simultáneamente e interactuar al mismo tiempo en diferentes escenarios virtuales. Sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento.” (GE 166-167)

Te invitamos a escuchar la reflexión completa del padre Fernando al inicio de esta nota

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