17/06/2021 – En el ciclo “Pastoral carcelaria sin fronteras” dialogamos con la hermana Nelly León Correa, religiosa de 62 años del Buen Pastor que es capellana en la cárcel de mujeres ubicada en las afueras de Santiago de Chile y presidenta de la fundación “Mujer levántate”. Se abordaron temas como la realidad de las mujeres en los penales, la maternidad y la inclusión social tras la vida en la cárcel. “En nuestra fundación luchamos por tener mujeres libres y un país justo, con educación salud y vivienda digna. El tema de su salida e inserción social la trabajamos con terapia comunitaria y personal. Yo siempre dijo que estas mujeres una triple condena: la del tribunal, la social y la familiar. Ellas cargan con la culpa de sentirse responsable de dejar a sus hijos. Su delitos suelen son micro tráfico o robos”, afirmó León.
“Son muy pocas las mujeres presas en Chile, en su mayoría tienen entre 20 y 45 años. Muchas son madres y abuelas son algunas. En general son pobres y sufrieron maltrato o abandono, entre otras cosas. En este tiempo están muy irascibles con la pandemia, porque no pueden recibir visitas. Pero también están ansiosas de buscar a Dios, tengo que acompañarlas, las escucho en sus procesos. Desde que comenzó la pandemia, yo vivo en la cárcel, solo salgo alguna vez para estar con mi congregación del Buen Pastor, pero solo para algunos trámites. Gendarmería de Chile me permitió quedarme en la cárcel, agradezco eso”, indicó la hermana Nelly.
“En nuestro penal se mejoró el lugar donde están las mujeres con sus bebés. Pero cuando el niño cumple dos años, el bebé deja a su madre y es tomado por el estado chileno. En esos casos hay que ahorrarse palabras y llorar con ellas, no queda otra”, afirmó la religiosa. “Los hombres y las mujeres en la cárcel no están muertos, solo dormidos. Esta es la inspiración que tenemos en la fundación y viene del texto bíblico cuando Jesús cura a una niña que solo estaba dormida y no muerta, debido a una epilepsia seguramente. No condenemos con la invisibilidad de nuestros presos”, dijo la hermana chilena
En enero del 2018, el Papa Francisco visitó el centro penitenciario femenino “San Joaquín” de Santiago de Chile en el marco de su viaje apostólico a ese país. El santo padre instó a las detenidas a luchar contra tantos determinismos “cosificadores” que matan la esperanza y les dijo que “una condena sin futuro no es humana sino que es una tortura”. Durante esa visita, Francisco estuvo con la hermana Nelly León. “El papa me expresó: “Vos sos una campeona”, con un tono bien futbolero y argentino”, recordó la religiosa del Buen Pastor. Por su parte, la hermana Nelly le dijo a Francisco que en Chile “se encarcela la pobreza”.
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