No Renuncies A Tus Sueños

sábado, 4 de julio de 2009




 

Los sueños nos dan salud, nos equipan en los momentos más frágiles de nuestra historia, renuevan nuestras fuerzas, animan a los deprimidos, transforman a las personas inseguras en seres humanos de especial valor. Los sueños hacen que los tímidos tengan arrebatos de osadía y que los derrotados sean constructores de oportunidades.

Es preocupante la pérdida de la capacidad de soñar en los jóvenes, y creo que los adultos tenemos una gran responsabilidad en este tema. Venimos de generaciones duras, donde los sueños más de una vez costaron la vida, y la sangre también deja sus marcas.  Pero no es el miedo a la muerte lo que mata un sueño. Creo que lo que mata el sueño son los invernaderos que le hemos creado a los jóvenes: esos mundos artificiosos, artificiales, que destruyen la capacidad de soñar: ¿para qué soñar si estoy tan bien aquí, en mi mundillo cómodo? Y nos estamos enfermando colectivamente. Los chicos muchas veces son agresivos, o son introvertidos. Quieren mucho pero satisfacen poco porque no es lo mismo “desear” que “soñar”. Hoy los chicos tienen muchos deseos, pero pocos sueños. Está permitido soñar que somos directores de orquesta, y la orquesta es nuestra vida

Hay una luz en algún lugar a donde van los sueños de la humanidad
hay una luz dentro de ti a donde están los sueños que van a venir

Para volver a despertar , no te olvides, nunca dejes de soñar
Hay una luz que no se ve brilla desde adentro desde la niñez
hay una luz en algún lugar allí donde los sueños se hacen realidad

Más allá del sol , más allá del mar, mas allá del tiempo, se que hay un lugar
donde quiero ir, donde quiero estar, hoy la fantasía se hace realidad

Alejandro Lerner




 

            Un día, un niño se paró ante un maestro espiritual y le preguntó ¿de qué tamaño es el universo?. El maestro, mientras le acariciaba la cabeza, miró hacia el infinito y dijo. “El universo tiene el tamaño de tu mundo”. El niño se quedó pensando y después, turbado, indagó: ¿y de qué tamaño es mi mundo?. Y el pensador respondió “tu mundo tiene el tamaño de tus sueños”

– "DECÍDETE A VOLAR"

Si tienes un sueño  y lo quieres alcanzar
sueña despierto y decídete a volar
deja que te guíe con su luz la libertad
Vuela con las alas que tan solo un sueño da

Ni el viento furioso ni la oscura tempestad
podrán detenerte si te animas a volar
y cuando lo alcances otro sueño seguirás
Porque lo mas bello de los sueños es volar

Tuyo es todo el cielo y su eterna inmensidad
sabes que tu puedes y lo tienes que intentar
Llega al arco iris pero sigue más allá
Porque lo mas bello de los sueños es volar
maría elena walsh

 

           

    Voy a hablar de los sueños que tenemos cuando estamos despiertos, cuando estamos viviendo las batallas de la vida, o cuando sentimos que la vida palpita en nuestra cotidianeidad, o cuando sentimos que de pronto se abre una cortina y aparece el escenario de esos sueños, de esos ideales que tenemos en el corazón.
    Mal tiempo para hablar de sueños este. Porque este es un tiempo que casi podríamos decir se caracteriza por no tener sueños, o por tener sueños muy mezquinos. Yo hablo de los sueños inclusivos, de los sueños para los hombres, para los que amamos, de los sueños donde entran muchos personajes en esa escena que bulle en nuestro corazón. Hablo del sueño que aparece, por ejemplo, cuando nace un hijo, o cuando encontramos un amigo. O de los sueños que brotan cuando pensamos en las personas amadas, O de los sueños que surgen cuando la vida se va extinguiendo –porque ese también es tiempo de sueños-. Cuando aparece la esperanza (como decía Sábato: “a veces me agarran unos ataques de esperanza”).
    Hablo de los sueños que cambiaron la historia porque hubo hombres que tuvieron grandes proyectos, porque vivieron grandes sueños. Sus sueños aliviaron dolores a otros, infundieron esperanza en las pérdidas, renovaron las fuerzas en las derrotas…    Moisés, Mahoma, Buda, Confucio, Sócrates, Platón, Lincoln, Einstein, Ghandi, Kant, Edisson, San Francisco de Asís, John Kennedy, Hegel, Maquiavelo, San Agustín, Webern…son todos hombres que fueron grandes soñadores, con sus errores, defectos, limitaciones, cambiaron la historia porque entregaron su vida a un gran sueño en el que involucraron también a otras personas.
   
Y yo me pregunto  ¿también Dios sueña?, sobre todo cuando escucho o veo descripciones sobre el universo, pienso ¿imaginaba Dios la arquitectura del universo con sus miles y millones de galaxias…? ¿tenía un sueño el Arquitecto de semejante universo? Creo que nos lo preguntamos cuando observamos la magnificencia de un paisaje. ¿Qué no nos preguntaríamos cuando podemos contemplar las galaxias, conocer sus dimensiones…? Me perdí en el sueño de Dios, el Arquitecto de la vida.     ¿qué es mi vidita? ¿qué son mis problemitas? ¿qué es mi muertecita al lado de semejante escenario?
    Creo que descubrir el sueño del Arquitecto de la vida, independientemente de la religión que cada uno tenga, tal vez es el mayor desafío del ser humano. Si realmente nos encontramos con Dios y su proyecto ¿se puede acaso vivir para otro lado? ¿se puede acaso elegir otro rumbo, tomar otro camino?

Jesús dijo que cuando entramos en el escenario de sus sueños, los sordos pueden oír melodías y los ciegos pueden ver colores, y los decaídos pueden encontrar las fuerzas para continuar.
Dicen que Beethoven percibía las vibraciones de las notas en el suelo. Pensemos en la fuerza que inyecta la 9º sinfonía de Beethoven, de solo pensar el estado en el que este hombre estaba cuando compuso semejante sueño musical que nos reconforta en nuestra debilidad. Cuando los recursos médicos resultaron ineficaces y tuvo que sumirse en esta sordera y en una crisis muy profunda, comenzó a trabajar la esperanza. Creo que es un don del cielo, porque al perder ese sentido del oído perdió hasta el amor por la vida. Fue como quitarle el suelo donde se apoyaba. Pero cuando todos pensaron que sus sueños se habían quedado sepultados bajo el inquietante silencio de la sordera, surgieron de a poco esos otros sueños más espectaculares en el terreno árido del alma. Esas flores que surgen en los desiertos. Y ante su lastimosa condición, él decidió superarla. Podría haber elegido callar para siempre y entrar en el mundo del silencio sin sueños, o luchar contra la sordera y hacer lo que nadie había hecho jamás: producir música aunque no la oyera. Aprendió a oír lo inaudible, porque aprendió a oír con el corazón. Y no renunció a la vida; por el contrario: la exaltó. Y los sueños vencieron. Y su esperanza ganó.
Las personalidades que nunca renunciaron a sus  sueños, nos hablan de los sueños. Está permitido soñar que somos directores de orquesta, y la orquesta es nuestra vida. La música de Beethoven es capaz de movilizar ese lugar de nuestras entrañas donde a veces están dormiditos nuestros sueños.

La ciencia habla de los sueños. Las personalidades que nunca renunciaron a sus  sueños, nos hablan de los sueños, y sobre todo Jesús nos habla de sueños. “Tu Reino siempre estará…” Ese fue el sueño de Jesús. Se supone que todos los cristianos somos soñadores de ese mismo sueño. Ojo que es un reino donde los últimos van a ser los primeros.

    Una vez un paciente le dijo a su psiquiatra que no le tenía miedo a ningún animal, pero le tenía fobia a las mariposas. ¿cuáles son los riesgos que puede proporcionar una mariposa? Nos podemos preguntar. La respuesta es: ninguno, a meno que el de regocijar demasiado la vista y dejarnos embelesados con su belleza. El conflicto de este paciente, no estaba en los peligros reales externos sino en los imaginarios, que también son reales. El drama estaba generado por la mariposa psicológica que estaba registrada en el suelo de la memoria de una manera muy distorsionada. Su madre le había dicho, cuando era pequeño, que si tocaba una mariposa con las manos se iba a quedar ciego. Un día, el niño tocó la mariposa, y la madre pegó un grito –se ve que ella también tenía sus propias distorsiones-, y ese grito de la madre quedó asociado a la imagen de la mariposa, y así quedó registrado en el suelo del inconciente y emergía por la ventana de la memoria esta inofensiva mariposa, convertida en un monstruo.
    Esta anécdota sirve para que pensemos cuantas veces monstruos imaginarios archivados en los subsuelos de la mente, nos roban el placer de vivir y destrozan nuestros sueños. ¡Cuántas mariposas convertidas en dinosaurios!
    Para unos, las derrotas son lecciones de vida, para otros, un sofocante sentimiento de culpa. Para algunos, lo desconocido es un jardín que invita a ser descubierto, para otros es una fuente de error.
    La manera como enfrentamos los rechazos, las decepciones, los errores, las pérdidas, los conflictos en las relaciones, las críticas, las crisis profesionales… pueden generar madurez o angustia; seguridad o traumas. En algunos generan más conflictos, en otros más fortalezas. A veces crean líderes. La mayoría de los líderes han emergido brillantes justamente después de traumas, pérdidas, derrotas. Hay personas que no se levantaron después de ciertas derrotas, otras nu8nca más tuvieron coraje de mirar con esperanza el horizonte de la vida después de haber padecido una pérdida. Hay personas que quedaron presas de la culpa o que se convirtieron en esclavos de la cárcel del pasado. Rehenes del pasado, después de cometer ciertos errores, la culpa los asfixió.
    Algunos jóvenes perdieron para siempre su autoestima después de ser humillados en públicos. Otros perdieron la primavera de la vida porque fueron rechazados por sus defectos físicos o por no tener un cuerpo acorde al patrón de belleza de estas épocas. Algunos decidieron no levantarse más después de atravesar una crisis. Muchos hombres y mujeres perdieron la capacidad de amar después de haber fracasado en sus relaciones afectivas, o después de haber sido traicionados, heridos o no amados. Hay hijos que perdieron la vivacidad de la mirada cuando eran muy chicos, después de que uno de los padres cerró los ojos a la existencia. Otros se sintieron solos en la multitud después de una separación traumática de los padres, o fueron víctimas inocentes de una guerra que nunca entendieron entre los papás.



 

            Necesitamos resolver nuestros “,monstruos secretos”, nuestra “demencia oculta”. No podemos olvidar nunca que los sueños, la motivación, el deseo de ser libres, nos ayudan  a superar esos monstruos, a vencerlos, a utilizarlos como siervos de nuestra inteligencia. No tengas miedo al dolor. Tené miedo a no enfrentarlo. No tengas miedo a la derrota: tené miedo a quedarte atrapado para siempre en ella.

 

No siempre los sueños son bien definidos o bien organizados en el teatro de nuestra mente. A veces nacen como pequeños trazos, como simples bosquejos, como ideas vagas que se van dibujando y van tomando la forma a lo largo de la vida. No importa. No los despreciemos por eso. Todos los grandes cambios de la humanidad, en lo social, lo político, lo tecnológico, lo espiritual, surgieron a causa de grandes sueños. Pero para tener grandes sueños y producir importantes cambios en la sociedad, no es necesario contar con características genéticas superiores o privilegios propios de los genios.
Eddison creía que las conquistas humanas se componen del 1% de inspiración y 99% de transpiración. Esto quiere decir que todos nos desesperamos por esa chispa inspiratoria, esa idea  genial, y en realidad la clave está en el trabajo, en el tesón, en la paciencia, en lo cotidiano. El inventor de la luz exterior tenía esta luz interior.
El que quiera alcanzar la excelencia en sus estudios, en sus relaciones afectivas, en su profesión, tiene que liberar su creatividad para ser un soñador, pero también tiene que liberar el coraje y el esfuerzo para ser un emprendedor. La mayor genialidad no es la que viene de la carga genética sino la que se construye en los valles del miedo, de la rutina, en el desierto de las dificultades, en el invierno de la existencia, en el invierno de los desafíos.
Muchos soñadores desarrollaron áreas nobles de su inteligencia, -áreas que todos tenemos para desarrollar-, cuando pusieron a prueba su capacidad de soñar y atravesaron turbulencias casi insuperables, o soportaron presiones que pocos tolerarían, y vivieron días de ansiedad, y se sintieron pequeños ante muchos de los obstáculos. Soportaron que los calificaran de locos o de tontos.
A Abraham Lincoln lo llamaban “señor fracaso”.
¿Y el mismo Jesús? ¡Miren dónde está el “Rey de los judíos”! decían los que se burlaban de El. Tenía todos los motivos para renunciar a sus sueños, y en ciertos momentos para renunciar a su propia vida, pero no renunciaron. ¿cuáles fueron sus secretos?: Hicieron de la vida una aventura. No los atrapó la rutina.
En muchas ocasiones es imposible escapar a la rutina: es un calmante necesario. Pero estos soñadores dedicaron al menos el 10% de su tiempo a descubrir, a crear. Tuvieron una visión panorámica de la existencia. Incluso cuando el cielo se les nublaba, fueron estrategas persuasivos, amigos del optimismo, observadores, críticos, analíticos. Y sobre todo, trazaron sus metas y caminaron con paciencia.
Kant dice “La paciencia es amarga, pero los frutos son dulces. La paciencia es el diamante de la personalidad. Muchos hablan de ella, pero son pocos sus amantes. Sin embargo, lo que la conquistan, son también los que conquistan los mejores frutos.”
Plutarco decía que “la paciencia tiene más poder que la fuerza”. En un capítulo de la serie de “Los Hingalls”, el viejo se encuentra con un compañero de la infancia. Ya grandes los dos, el compañero de escuela, que había llegado a grandes títulos académicos, le dice al viejo: “siento envidia por la sencillez de tu vida, por la profundidad de tu espíritu, por la sabiduría de tu existencia  …siempre llegaste caminando a los lugares donde yo tuve que llegar corriendo”: esa es la paciencia.-
No midas a las personas por su poder político o financiero ¿qué tal si comenzamos a medirlas por la grandeza de sus sueños y por la paciencia para llevarlos a cabo? Porque la paciencia necesita de otro remo para conducir el bote de los sueños: el remo del coraje para correr riesgos. Los mayores riesgos para el que sueña, no son las grandes montañas sino las piedras del camino. ¿Tenés resistencia?
Epicuro decía que los navegantes deben su reputación a los temporales. Si tenes miedo a las tempestades, nunca vas a navegar por mares desconocidos, jamás vas a conquistar otros continentes. Los que convirtieron sus sueños en realidad aprendieron a en primer lugar a ser líderes de ellos mismos y después a liderar el mundo que los rodea.
Estamos cansados de escuchar críticas al tiempo actual: las vemos en los diarios, las escuchamos en la calle: bronca, insultos, sátiras. Ghandi solía decir “SÉ EL CAMBIO QUE QUIERES PARA EL MUNDO”.
Los sueños se hacen realidad cuando cuentan con el combustible emocional de la paciencia y del coraje, La pasión y el amor por la humanidad y por la vida.

Sueñero, jinete sin descanso; sueñero, sobre un papel en blanco
sueñero, centinela de mi alma, sueñero, duérmete y dame calma

Llevo cada mitad como dos ríos gemelos , uno cruza la tierra el otro fluye en el cielo
el de la oscuridad no conoce el olvido desvelado en seguir lo perdido

Les cuento un relato de un sobreviviente del General Belgrano en su hundimiento en los mares del sur de nuestra patria. El, socorrista profesional de mares, de aguas profundas, salvó en ese episodio 7 vidas. Luego entró en estado de pre congelamiento y no pudo salvar a quien era su mejor amigo. Eso le produce un dolor tan profundo, que al volver –decía- todavía sangra y duele. En la vuelta al pueblo natal llevando de su compañero y amigo sólo su gorra, describe lo duro que fue enfrentar a los padres de su amigo y decirles que su hijo estaba muerto. ¿Qué hizo con este gran dolor? Se convirtió en bombero: se dedica a salvar vidas, y en cada vida siente que salva a su amigo del alma y compañero.
Nos tenemos que ayudar como hermanos. Tenemos que hacer realidad esta realidad: los hombres somos hermanos. Y para el que está golpeado o herido por un gran fracaso, por un gran dolor, por un gran trauma, tenemos que tener actitudes de hermanos: levantarlo entre todos, como al paralítico del evangelio, y llevarlo ante Jesús para que lo cure. Muchos entierran sus sueños entre los escombros del pasado de los problemas.
Algunos deportistas nunca más han vuelto al deporte después de una derrota profesional o después de un examen positivo de anti doping. Algunas mujeres nunca más pudieron tener relaciones sexuales o son anorgásmicas después de una violación o abuso sexual. Algunos hombres y mujeres nunca más se pudieron entregar a una relación después de haber sido traicionados por los que amaban. Algunos periodistas entregaron su creatividad después de haber sido censurados por sus superiores. Muchas personas obstruyen sueños a lo largo de la vida. Hay que desenterrarlos. Hay que superar los traumas, los focos de tensión. Hay que volver a respirar. Rousbel dijo que “lo único temible es el miedo al miedo”. Para que los sueños levanten vuelo es necesario vencer el miedo evidente y sobre todo el miedo sutil: el miedo al miedo. Y para eso nos hace falta la mano amiga, fraterna, el ánimo, el aliento, el ‘estoy aquí’.
El que quiera realizar sus sueños, no tiene que esperar caminos sin obstáculos, o victorias sin accidentes. Después de las derrotas explosivas a menudo llegan éxitos lentos y consistentes. El director de Walt Disney, produjo muchos éxitos que todos conocemos, y un fracaso: “El caldero mágico”. Ante este, que fue considerado fracaso, dijo que “el único consuelo es que no lograría producir nada peor”.- Los verdaderos líderes tienen que incentivar al que fracasa a extraer sabiduría de sus experiencias dolorosas. Equivocarse es una etapa de la invención. Las fallas son escalones de la creación.
Lamentablemente estamos contaminados por una educación que no valora la duda, y tampoco valora el fracaso como un aprendizaje. Se obliga a los maestros a seguir un programa fijo. Los alumnos son bombardeados por millones de informaciones inútiles. Se estresan tanto los profesores como los alumnos., El porcentaje de ausentismo por stress en los docentes es impresionante. Pero es que la memoria no es el de ser un banco de datos, sino la de ser un soporte de la creatividad. Y este sistema educativo está desgastando al mismo tiempo la salud psíquica de los maestros y la motivación de los alumnos para construir el conocimiento. Pero el resultado es que pocos aprenden, y cuando lo hacen, no saben para qué les sirve el conocimiento que adquirieron.
¿Qué es más importante para formar a un pensador: la duda o el conocimiento preelaborado? ¿la duda o los datos? Y sin embargo ¿qué estamos enseñando? Estamos dando conocimientos listos y terminados, y no estimulamos a criticar, cuestionar, a discutir, a descubrir. Los alumnos no se atreven a pensar, no crean, no se aventuran. El sistema, sin advertirlo, está encarcelando a nuestros soñadores, y sobre todo, esta sociedad enferma, vive aplaudiendo el éxito y castigando el fracaso. En esta sociedad el fracaso es un estigma, y sin embargo en la historia de todos los grandes soñadores, Jesús a la cabeza, el fracaso ha sido la antesala del gran éxito.

Participa una  oyente:
– Quiero leer algo que escribí: “A través de mi caos, manoteo los hilos sueltos de mis destinos cruzados, y no pierdo la fe. Testaruda, confío en la esperanza de creer que todo esto sirve para algo, y recorro los caminos de mi maqueta de cartón, de mis escenarios de papel montados con alfileres. Aún así creo, aunque nadie crea en mi, aunque yo no crea en mi, aunque a los papeles los vuele el viento, y el sol los convierta en harapos descoloridos. Sé que hay algo más, sé que voy más allá. Se que Dios tiene planes para mi, y que quiero ser parte de ese proyecto. Creo en un mundo nuevo y no me da asco ensuciarme con la mugre de los que sufren. Quiero enterrarme hasta el fondo de su indignidad, y de esa materia hedionda, rescatar muchas vidas y contagiar esperanza. Que el amor me desborda, que una vida no alcanza. Que si no somos nosotros, conmigo, no pasa nada” Silvina

La historia que voy a contar, es una historia real. Es la historia que está detrás de una famosa pintura que se ha titulado “manos que oran”, de un famoso pintor: Albrecht Durer, del siglo XVI




 

“En una pequeña familia en Nuremberg, vivía una familia con varios hijos. Para poder poner el pan en la mesa para todos, el padre trabajaba 18 hs diarias en las minas de carbón y en cualquier cosa que se les presentara. De todos sus hijos, dos tenían un sueño: querían dedicarse a la pintura. Pero sabían que su padre no podría enviar a ninguno de los dos a estudiar a la academia. Después de muchas noches de conversaciones calladas, los dos hermanos llegaron a un acuerdo: lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios del otro. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría al perdedor sus estudios con las ventas de sus propias obras. Así, los dos podrían ser artistas. Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la iglesia. Albrecht ganó y se fue a Nuremberg a estudiar. El otro comenzó el trabajo en las minas, donde permaneció durante 4 años, y con su trabajo sostuvo los estudios de su hermano que dicen que desde los comienzos fue todo un suceso en la academia. Sus grabado, tallados y óleos llegaron a ser mucho mejores que los de sus muchos profesores, y para el momento de su graduación ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de sus cuadros. Así volvió a su casa. Cuando regresó, la familia se reunió para una cena festiva en su honor, y cuando finalizó la velada, el pintor se puso de pie y propuso un brindis por su hermano querido que tanto se había sacrificado trabajando en las minas para hacer realidad su sueño. Y dijo ‘ahora hermano mío, es tu turno. Ahora debes ir tu a perseguir tu sueño. Yo me haré cargo de todos tus gastos’. Todos los ojos se volvieron llenos de expectativas hacia el rincón de la mesa en que se encontraba su hermano. Pero éste, con el rostro empapado en lágrimas, se puso de pie, y dijo suavemente: no hermano. No puedo ir a Nuremberg. Es muy tarde para mi. Estos 4 años de trabajo en las minas han destruido mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, y la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto, que hasta me costó levantar la copa durante tu brindis. No podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino, y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano querido. Para mí es muy tarde. Pero quiero que sepas que soy feliz de que mis manos deformes hayan servido para que las tuyas hayan cumplido sus sueños’. Mas de 450 años han pasado desde ese día. Para rendir homenaje a su hermano, el pintor dibujó las manos maltratadas de su hermano con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Su obra, famosa y poderosa, se llamó “manos” simplemente. Pero el mundo entero le cambió el nombre le cambió su nombre por la de “Manos que oran”.

           

   
Buscá esas manos, contemplalas (en Internet). Son las manos de alguien que puso todo lo que tenía al servicio de otro, para que otro conquiste su meta, su sueño. Y sintió que, de alguna manera, ese llegar del otro era también una manera de llegar de él.
    Miremos esas manos cada vez que nos sentimos demasiado orgullosos de lo que hacemos, muy pagados de nosotros mismos, y no recordamos que en la vida NADIE TRIUNFA SOLO.
    Miremos esas manos cada vez que la vida nos propone entregar la antorcha a otro, porque ES MÁS IMPORTANTE QUE LLEGUE ALGUIEN A LLEGAR YO SOLO.

EN NUESTRAS MANOS Marilina Ross
Como un niño también yo he soñado deseando que el mundo sea mejor.
una estrella me ayudó, pero luego desapareció… hasta hoy.
no esperemos todo del mañana, ni que otro lo logre por ti.
el futuro ya está aquí, y en nuestras manos puede brillar…
esa luz en tus manos está. Esa luz puede al mundo curar
el poder solo es dar y esa luz crecerá
y cualquiera podrá ver sus manos brillar.
cuando leo el diario a la mañana algo en mi interior quiere gritar
pidiendo un mundo mejor viendo la carita de un bebe… muriéndose.
luego la sonrisa de mi hija me da fuerzas para continuar.
entre tanta oscuridad el sol no deja de iluminar.
esa luz en tus manos está.
esa luz puede al mundo curar
el poder solo es dar y esa luz crecerá
y cualquiera podrá ver sus manos brillar


No hay que confundir los sueños con los deseos. Hay mucha gente que “sueña con cosas que tienen que hacer otros”: ‘sueño con que los políticos se unan’: eso es una expresión muy clara de deseo. Pero el sueño es un proyecto de vida, es una brújula del corazón. Es una voz interior muy profunda que late dentro mío y me dice “éste es el camino”. Los sueños son muy tercos, y al mismo tiempo, siempre el demonio va a poner una silla como tentación a la comodidad, a la seguridad, cada vez que yo me decida a emprender el camino. Los deseos no resisten las dificultades. Los sueños, en cambio, resisten hasta las más altas temperaturas de los problemas. Por eso, una buena brújula para descubrir nuestra brújula que es el sueño, es descubrir qué es lo que ha permanecido a pesar de los embates, qué es lo que ha superado la mismísima muerte. Qué luces son las que han podido atravesar el túnel de las sombras. Y renovemos la esperanza. El Señor cambió gran parte de la humanidad con 10 personas. Con una sola, santa, cambiamos Argentina. Tenemos que perseguir nuestros sueños más bellos. Hay que eliminar del diccionario la palabra RENUNCIO (a los sueños), porque vamos a fallar el 100% de las veces que no lo intentemos, vamos a perder el 100% de las veces que no busquemos. Nos vamos a estancar el 100% de las veces que no nos animemos a caminar. Tengamos fe en Dios,  tengamos fe en la vida, e intentémoslo nuevamente. Los sueños, la esperanza , los proyectos, las ilusiones, son el envoltorio de la felicidad. Los sueños son la esperanza de los hombres despiertos. Antes que llorar por la lluvia, sumá tu mano y construí el Arca
Sin sueños se desvanece la valentía, se agota la creatividad, la sonrisa se convierte en una máscara y las emociones envejecen . Por eso deseo sinceramente que NO RENUNCIES A TUS SUEÑOS.
Gabriela Lasanta

¿Qué es lo que sueñas tú que mueve tu interior?
¿qué te llevó a la cruz? ¿cómo es tu corazón?
¿Por qué dejaste el cielo, cuál es tu pasión?
Quiero entender en mi, conocer tu corazón.
Y al conocer tu corazón, mi mundo se hace pequeño
Se desbaratan mis sueños
Y al descubrir tu gran amor cobra sentido mi vida
Todo problema se olvida
Mirar con tu mirada es un deseo en mi
Sentir tu corazón dentro de mi latir
Vivir por tus anhelos y por tu sentir
Es como quiero cada día yo vivir

 
  TU CONOCES MIS SUEÑOS (Letra de Paulina aguirre))
A dónde iré sin Ti Señor, si Tú guias mis pasos
antes que fuera a nacer conocías mis años
Tus ojos ya me veían cuando aún no existía
mi corazón va confiado  pues solo en tu abrazo  me alegro cada día

Tú conoces mis sueños y mi corazón, Tú conoces que pienso sabes donde voy
sin Ti nada deseo, solo tuya soy porque estás a mi lado
Tú me has levantado. En mi está tu mano

Nada me quita el valor
cada cruz Tú pagaste llevaste mi aflicción
para hoy levantarme
Estoy maravillado de tus obras, formidable son tus obras
hermoso Dios son sus pensamientos. solo Tu, llenas Tu Señor