Novena al Cura Brochero

viernes, 7 de octubre de 2016
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07/03/2017 –  El 16 de marzo se celebra la fiesta de San José Gabriel del Rosario Brochero. Presentamos una novena para preparar desde la oración esta fiesta.

 

Oración para rezar cada día de la novena:

Señor, de Quien procede todo don perfecto: Tú dispusiste que San José Gabriel del Rosario fuese pastor y guía de una porción de tu Iglesia, y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada; te suplicamos que por su intercesión alcancemos la gracia que humildemente te pedimos… (pedir gracias). Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. (Padre Nuestro, Ave María y Gloria).

 

 

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La estructura para cada día de esta novena consta de:

1. Título en torno a la Misericordia (obras de misericordia)

2. Momento de la sensibilización con palabras y testimonios del Cura Brochero

3. Momento de la Palabra de Dios con textos de los Evangelios que nos permiten seguir descubriendo el corazón misericordioso del Padre.

4. Una pequeña reflexión que intenta profundizar la Palabra de Dios proclamada.

5. Algunas preces.

6. Un Momento de contemplación y de signo-compromiso

7. Oración por Brochero

 

Señor, de quien procede todo don perfecto, Tu dispusiste que el Beato  José Gabriel del Rosario, fuese pastor y guía de una porción de tu Iglesia, y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada. te suplicamos que completes tu obra, glorificando a tu siervo con la corona de los santos. por Jesucristo nuestro Señor. Amen. 

(Padre nuestro, Ave María y Gloria) 

 

1

 

 1º Día: “El nombre de Dios es Misericordia”

 

Momento de la Sensibilización: ¿Han pensado en la paciencia de Dios, la paciencia que tiene con cada uno de nosotros? ¡Eh, esa es su misericordia! Siempre tiene paciencia. Tiene paciencia con nosotros, nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos. Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar. Por eso, “dejémoslo contar a él: “Preguntaba yo, ¿cuál era el hombre más condenau, más borracho y
ladrón de la comarca? En seguida le escribía una cartita diciéndole que pensaba pasar dos días en su casa, decir misa, predicar y confesar y que, por tanto, avisase a sus amigos. Que pucha; yo sabía que de esa manera esa gente me iba a escuchar, porque si iba a unas casa buena esos pícaros no se iban a acercar. Ahí no más, les decía que me había costiau para hacerles bien y que quería enseñarles el modo de salvarse, y que todos estaban condenaus y, que bien podía ver ellos, que yo no tenía ningún interés porque ¿qué podía importárseme a mí que se los llevasen todos los diablos si no fuera por Jesucristo? Y aquí sacaba el Santo Cristo, ahijuna y se me echaban a llorar. Que yo no sé cómo Dios me ponía esas cosas en el pico.”

Momento de la Palabra de Dios:

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Mateo (9,9-13)

“Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: «¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús, que había oído, respondió: «No son los sanos los que tienen
necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores»”.

Reflexión: Para el evangelista Mateo es muy importante el llamado de Leví, porque quiere demostrar que por medio de él, Jesús puede llegar a sus amigos y a su entorno. Allí, Jesús, en la mesa de Leví muestra la esencia de Dios que es misericordia y a la vez enseña que si alguien no es misericordioso con el prójimo, de nada le sirven las ofrendas. La ofrenda solo es grata a Dios bajo el signo del Amor. Así lo enseña Jesús con su conducta.

Preces:

 Te pedimos, Señor, por nuestras comunidades; para que nunca perdamos la paciencia
que nos hace caminar como hermanos. Oremos.
 Te pedimos, Señor, por los sacerdotes; para que siguiendo los pasos del Cura Brochero
sean pastores con olor a ovejas. Oremos.
 Te pedimos, Señor, por nuestras mesas familiares: que sean siempre espacio de
diálogo y de misericordia. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Testigos de la misericordia del Padre nos comprometemos, en esta semana, a acercarnos al sacramento de la reconciliación.

 

Señor, de quien procede todo don perfecto, Tu dispusiste que el Beato  José Gabriel del Rosario, fuese pastor y guía de una porción de tu Iglesia, y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada. te suplicamos que completes tu obra, glorificando a tu siervo con la corona de los santos. por Jesucristo nuestro Señor. Amen. 

(Padre nuestro, Ave María y Gloria) 

 

2

 

2º Día: Dar de comer al hambriento y consejo al que lo necesita: La misericordia, camino de santidad.

 

Momento de sensibilización: ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma en el proceso? ¿Qué puede hacer un hombre para cambiar su alma?. Entonces, deberíamos pensar en primer lugar, en llenar los estómagos hambrientos, para luego, llenar las almas con el pan de la Palabra de Dios y el Pan de Vida que es la Sagrada Comunión. Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar. Nos relatan: “La misa había comenzado cuando Brochero entró arrastrando los pies. Palito le acercó una silla, se sentó trabajosamente y mirando sin ver habló por última vez en aquel recinto donde había sembrado la palabra de Dios durante tantos años: Hijos, no hagan pecados y si los hacen, sepan que Dios está siempre dispuesto a perdonarlos, como yo los perdoné cuando los confesaba. El sacerdote que no tiene mucha lástima por los pecadores es medio sacerdote, y ni tanto. Estos trapos benditos que llevo encima no son los que me hacen sacerdote: si no llevo en mi pecho la caridad, ni a cristiano llego. Por eso les digo: quiéranse mucho, vivan en paz con todos…”

Momento de la Palabra de Dios: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Marcos (10,17-30)

“Cuando se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre». El hombre le respondió: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud». Jesús lo miró con amor y le dijo: «Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme». El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.”

Reflexión: El hombre conocía todo cuanto Jesús le había dicho hasta este momento Puede comprobar satisfecho que ha observado todos los mandamientos. La mirada y los gestos amorosos de Jesús preparan lo que viene a continuación. No son reconocimiento de los «méritos» del hombre, sino invitación. Resuena una nueva exigencia: vender todo cuanto tiene y entregar el producto de la venta a los pobres. A esta nueva exigencia se une la llamada al seguimiento. Ambas cosas sobrepasan la observancia de los mandamientos, a los que se había limitado la primera información. No se trata de sustituir o completar, sino de la manifestación de la voluntad de Dios para este hombre. El desprenderse de las posesiones terrenas proporciona un tesoro en el cielo. Esta concepción de los judíos del tiempo de Jesús parte de que la limosna y las buenas obras tendrán una recompensa correspondiente en el cielo.

Preces:

 Te pedimos Señor nos des un corazón generoso y atento, para aconsejar a quien lo necesita y compartir el pan con quien no lo tiene. Oremos.

 Te pedimos Señor por nuestra conversión, para que escuchando el consejo de Brochero reconozcamos la misericordia de Dios. Oremos.

 Te pedimos Señor por nuestra Patria, que sepamos gestar caminos de mayor inclusión y justicia social, comprometidos con los más pobres. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Nos comprometemos a visitar y colaborar con alguna institución que se encargue de satisfacer la necesidad básica de la alimentación: un comedor, merendero, Cáritas, etc.

Señor, de quien procede todo don perfecto, Tu dispusiste que el Beato  José Gabriel del Rosario, fuese pastor y guía de una porción de tu Iglesia, y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada. te suplicamos que completes tu obra, glorificando a tu siervo con la corona de los santos. por Jesucristo nuestro Señor. Amen. 

(Padre nuestro, Ave María y Gloria) 

3

3º Día – Dar de beber al sediento y enseñar al que no sabe: La Iglesia, experiencia misericordiosa.

Momento de la Sensibilización: Ser misericordioso es tener un solo corazón con el que te necesita, sentir con el que sufre. También darle de beber al sediento. Llevar la palabra de Dios, hacerse uno con el necesitado. Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar. Siempre lo angustió el analfabetismo de su gente. Daba clases a los niños que podía y también les enseñaba el catecismo. Estaba convencido que necesitaba un trabajo educativo sistematizado organizado y obligatorio, conducido por alguien que lo hiciera con exclusividad. Comienza su tarea hablando con los colaboradores más cercanos para levantar una escuela con maestros preparados que pudieran dedicarse plenamente no sólo a la enseñanza, sino también, a la vida espiritual de los alumnos. Piensa que sólo las religiosas podrían hacer toda la tarea y también, por qué no, ayudarle con la casa de ejercicios.

Momento de la Palabra de Dios: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Mateo (25,31-40)

“Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”.

Reflexión: La parábola quiere demostrar que, delante de Dios no estamos en la misma relación de igualdad como los que firman un contrato: ¡todo en paz, una vez cumplidas las cláusulas! Estamos en la relación de servidores ante el Señor; éste puede exigir más de lo que exige la «justicia» humana; uno no es verdadero servidor si no está dispuesto a cumplir las exigencias, hasta las más desconcertantes, del Señor. Mateo continúa su enseñanza sobre la vigilancia en la espera, pero señalando en concreto: «Velar es cumplir las tareas asignadas por el Señor; no basta con acoger la palabra, sino que hay que hacerla fructificar. El reino de los cielos es un capital que se ha puesto en nuestras manos; no tenemos derecho a dejarlo improductivo». Esa es nuestra tarea en la historia.

Preces:

 Te pedimos Señor, por todos nosotros, para que nos hagamos uno en el sufrimiento con el necesitado. Oremos.

 Te pedimos Señor, por los educadores, para que con el ejemplo del cura Brochero sepan transmitir la misericordia de Dios. Oremos.

 Te pedimos Señor por toda la humanidad, para que sepamos cuidar con responsabilidad el don precioso de la creación y a nadie se vea privado de agua potable. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Nos comprometemos a cuidar el uso del agua potable en nuestro hogar e interiorizarnos por las políticas públicas en favor de la no contaminación del medio ambiente.

 

Señor, de quien procede todo don perfecto, Tu dispusiste que el Beato  José Gabriel del Rosario, fuese pastor y guía de una porción de tu Iglesia, y lo esclareciste por su celo misionero, su predicación evangélica y una vida pobre y entregada. te suplicamos que completes tu obra, glorificando a tu siervo con la corona de los santos. por Jesucristo nuestro Señor. Amen. 

(Padre nuestro, Ave María y Gloria) 

4

4º día: Dar posada al necesitado y sufrir con paciencia los defectos de otros: El gozo de celebrar la bondad de Dios.

Momento de la Sensibilización: El Señor perdona todo. El problema es que nosotros nos cansamos de pedir perdón. Pero Él nunca se cansa de perdonar; somos nosotros los que, a veces, nos cansamos de pedir perdón. Y no tenemos que cansarnos nunca, nunca. Él es el Padre amoroso que perdona siempre y cuyo corazón está lleno de misericordia para todos nosotros. Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar: El presbítero Gerardo Nis Sanmillan refiere que siendo él teniente-cura de José Gabriel Brochero, se disponía un mediodía a comer. Al sentarse a la mesa se percatan de que no tienen pan. Brochero registra sus bolsillos y encuentra una moneda y sale a comprar el pan. Pero al momento regresa sin él. Contento le cuenta a su ayudante: “Nosotros, hijos de Dios, podemos comer ese asado sin pan, hallé en el camino uno más desgraciado que nosotros y le di la moneda.”

Momento de la Palabra de Dios: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Lucas (15,11-24)

“Jesús dijo también: «Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte de herencia que me corresponde”. Y el padre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa. Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre!”. Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: “Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros”. Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus servidores: “Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado”. Y comenzó la fiesta”.

Reflexión: A través de la acogida de los pecadores por Jesús, Dios conoce la inmensa alegría de reencontrar, de salvar a aquellos que se habían perdido, y cada cual es invitado a comunicar esa alegría divina. La semblanza del padre por parte de Jesús es extraña, y lo era aún más en su época, silencioso, accede a la petición del hijo menor y le deja partir. Por el contrario, desde que lo ve de regreso, se convierte en vivo y activo. Corre, se arroja a su cuello, lo cubre de besos, interrumpe la palabra con la que su hijo quería humillarse, lo restablece en su dignidad (vestido y sandalias), en sus derechos (el anillo), organiza un banquete, hace venir a los músicos. Es capaz de hacer fiesta. Celebra. Porque el que estaba perdido ha sido encontrado. Este es nuestro Dios que no descansa hasta encontrar al último que está perdido.

Preces:

 Te pedimos Señor por nosotros, para que nunca nos cansemos de pedir perdón con sincera humildad. Oremos.

 Te pedimos Señor por quienes no tienen hogar o han tenido que emigrar de ellos, danos como sociedad un corazón que sepa acoger y hacer lugar. Oremos.

 Te pedimos Señor un corazón misericordioso, que sepamos caminar con paciencia junto a aquellos hermanos que piensan distinto o nos cuesta aceptar. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Nos comprometemos a acercarnos y compartir con alguna persona que más nos cuesta aceptar o comprender.

5

5º Día: Vestir al desnudo y corregir al que está en error: Una sociedad transformada por la misericordia

Momento de la Sensibilización: Si uno de ustedes se desvía de la verdad y otro lo hace volver, sepan que el que hace volver a un pecador de su mal camino salvará su vida de la muerte y obtendrá el perdón de numerosos pecados. Cuánta falta hace a nuestra sociedad seguir creciendo en actitudes de misericordia. Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar: José Gabriel siempre estuvo abiertamente junto a los pobres y a los poderosos, los invitaba a colaborar para ganarse el Reino, compraba con sus pocas monedas alimentos para los que nada tenían y pasaba por las casas de los ricos, buscando donaciones. Cierto día, una dama muy atildada y que siempre entregaba su ayuda, le habló preocupada del estado de borrachera que tenían quienes recibían su colaboración, lo que mucho le molestaba, porque no se preocupan por cambiar. El cura, listo para las respuestas oportunas le contestó: -Pero, ¡caray! ¡Es pobre y eso basta! ¡No se va a chupar con los fideos que usted me dio!

Momento de la Palabra de Dios: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Lucas (19,1-10)

“Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder «Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Zaqueo bajó rápidamente verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de un pecador». Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más». Y Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombres es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido»”.

Reflexión: Posiblemente la forma de vida de Zaqueo antes del encuentro con el Maestro estaba torcida y carente de muchas cosas, pero luego de este encuentro concluyó que necesitaba algo diferente. Entonces Zaqueo, puesto de pie, dijo al Señor: “He aquí, Señor, la mitad de mis bienes que doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguien, se lo devuelvo cuadruplicado”. Este varón curioso, que subió a un árbol, para no perderse el acontecimiento más popular en sus días, tuvo un encuentro inesperado con Jesús e inmediatamente inició una reacción externa de sus cambios internos. No fue necesario el solo conocer al Hijo de Dios, sino que seguido de esto, entendió que en su vida debe haber cambios palpables de lo recibido. Debe haber un modo de anunciar un cambio en el mundo como lo hizo Jesús con él.

Preces:
 Te pedimos Señor que como Zaqueo, nos dejemos encontrar por tu amor que transforma y seamos generosos para asistir a quien lo necesita hoy. Oremos.
 Te pedimos Señor nos regales la humildad como Argentinos, para dejarnos corregir en el error y buscar siempre el bien y la verdad. Oremos.
 Te pedimos Señor nos des un corazón cercano para caminar con quienes hoy encuentran sentido de vida, con quienes están aturdidos o desorientados. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Nos comprometemos a llevar medias o ropa interior nueva a Cáritas u otras instituciones para ser entregada a quienes la necesiten.

6

6º Día: Visitar al enfermo y consolar al triste: Dios que en su compasión sufre con quienes sufren

Momento de la Sensibilización: Todos estamos llamados a consolar a nuestros hermanos, testimoniando que sólo Dios puede eliminar las causas de los dramas existenciales y espirituales. ¡Él puede hacerlo! ¡Es poderoso! La gente de hoy tiene necesidad ciertamente de palabras, pero sobre todo tiene necesidad de que demos testimonio de la misericordia, la ternura del Señor, que enardece el corazón, despierta la esperanza, atrae hacia el bien. ¡La alegría de llevar la consolación de Dios! Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar: “Hacia las cinco de la tarde vinieron a llamarlo. Del otro lado del río, estaba muriendo Lorenzo Funes, el leproso. Brochero se dispuso a ir inmediatamente pero el Panaholma tenía una importante crecida. Los vecinos preocupados le gritaban: -¡No cruce Señor Brochero. No cruce! ¡Cualquier día voy a dejar que el diablo me lleve un alma!, fue su respuesta. Y lo vieron arremangarse la sotana, agarrarse a la cola del macho malacara y zambullirse hombre y bestia en la corriente. Con gran cariño, el cura le habló al oído y el viejo pareció entender. Su rostro fue adquiriendo una sensación de paz como lluvia bienhechora cayeron sobre él las palabras del ritual, las preces de los agonizantes, el aceite de la unción de los enfermos. Murió en brazos de Brochero que tiritaba dentro de sus ropas empapadas. José Gabriel, el serrano, había ganado otra silenciosa batalla.”

Reflexión: En este día queremos señalar que las historias milagrosas reunidas por el evangelista Mateo son, casi exclusivamente, curaciones. Estas se produjeron en personas de Israel que afrontaban situaciones extremas. Para ellas, los milagros significaron una experiencia especial que resolvió su situación desesperada. Mateo interpreta esta experiencia, con palabra del antiguo testamento, como “misericordia”. Para él, la historia de Jesús comienza con su misericordia volcada al pueblo de Israel y, por ende, con la acción amorosa de Dios. Esta misericordia precede a todo lo demás: al seguimiento de los discípulos, a la espera asombrada del pueblo, a la mala intensión de los fariseos y al envío de los discípulos. Todo esto es, según Mateo, simple reacción a la acción del Enmanuel, Dios con nosotros.

Preces:
 Te pedimos Señor, un corazón misericordioso para acompañar a quienes están enfermos y sus familias, compartiendo la cruz y la esperanza que brota de vos. Oremos.
 Te pedimos Señor, por todos los sacerdotes, para que el ejemplo del Cura Brochero renueve en ellos el ardor misionero y la pasión por tu reino. Oremos.
 Te pedimos Señor, por todos aquellos hermanos que están tristes y agobiados, dales tu consuelo, y renuévanos como comunidad en el ministerio de la escucha. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Nos comprometemos a visitar a una persona enferma, a los abuelos de los geriátricos, a un familiar anciano y compartir un momento de encuentro con ellos.

7

7º Día: Socorrer al preso y perdonar las ofensas: El cristiano es testigo del amor misericordioso.

Momento de la Sensibilización: Éste es el momento para decirle a Jesucristo: «Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores». ¡Nos hace tanto bien volver a Él cuando nos hemos perdido! Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar. Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar: Decía, yo le voy a sacar a Juárez Celman el indulto –dijo con absoluta seguridad-. No me puede fallar, y cuando don Santos venga a tomar ejercicios, ¡qué asado con cuero va a organizar San Pedro allá arriba! Encontró a Miguel instalado en su despacho de ministro de gobierno de la provincia de Córdoba. Estaba más señorial que nunca. Con su traje de casimir inglés, su peinado impecable y su ordenanza que le servía refresco. ¡Pero vos estás loco, José! ¿Sabes en qué te has metido? Ese hombre está buscado por la justicia. Te pueden meter preso por complicidad. José Gabriel con firmeza, le dijo: Es un alma, qué caray… ¿Lo entendés, o no? ¿No tiene derecho Guayama a salvar su alma?

Momento de la Palabra de Dios: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Juan (8,1-11)

“Jesús fue al monte de los Olivos. Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles. Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos, dijeron a Jesús: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?». Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo. Como insistían, se enderezó y les dijo: «El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra». E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo. Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí, e incorporándose, le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?». Ella le respondió: «Nadie, Señor». «Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante».”

Reflexión: El equilibrio que mantiene Jesús al no excusar el pecado y perdonar al mismo pecador es una de las grandes lecciones evangélicas. Lo más difícil es averiguar qué motivos pudieron tener los escribas y fariseos para llevar a aquella mujer ante Jesús. ¿Qué esperan de él, un juicio o una sentencia? Sólo él puede reconocer que muchas veces el corazón del hombre necesita una segunda oportunidad. Y sólo porque es Dios él puede darla. Así mismo la llama a una verdadera vida y vocación: “Vete, no peques más en adelante”. Esta es una verdadera invitación a la santidad.

Preces:
 Te pedimos Señor, por todos nosotros, para que acudiendo a tu perdón nos permitas levantar la cabeza con dignidad y volver a empezar. Oremos.
 Te pedimos Señor por quienes están privados de libertad y sus familias, danos un corazón cercano para acompañar y sostener en el dolor. Oremos.
 Te pedimos Señor, que aprendamos a no juzgar y a perdonar a quienes nos ofenden para ser constructores de una nueva sociedad. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Nos comprometemos a visitar a alguna persona privada de libertad, o a su familia.

8

8º Día: Enterrar a los muertos y rezar a los vivos y difuntos: La esperanza en la misericordia.

Momento de la Sensibilización: No huyamos de la resurrección de Jesús y nunca nos declaremos muertos pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza! Cristo murió y resucitó una vez para siempre y por todos, por el poder de la resurrección, es posible este paso de la esclavitud del mal a la libertad del bien. Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar: Brochero llegó al rancho en una oscuridad total. ¿Dónde está el enfermo, hijo? Dijo. En esa esquina, señor, en el catre, le respondieron. No había candiles, ni velas, ni nada. José Gabriel del Rosario encendió un fósforo y caminó a tientas hacia el catre. Impresionado, se detuvo a un paso de la cama. Este hombre está muerto, murmuró. En efecto, la cara del paisano mostraba ya la rigidez cadavérica. Brochero trazó la señal de la cruz sobre la frente y sintió el frío de la muerte que subía por sus dedos. Se dio vuelta y dijo al que lo había acompañado: Lamentablemente, hijo, hemos llegado tarde. Dios tendrá compasión de él. Vamos a rezar por su alma.

Momento de la Palabra de Dios: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Juan (14,1-4)
“«No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy»”.

Reflexión: Creer es la llave de las puertas del cielo. Jesús dice a sus amigos que hay un lugar, que él va a prepararles. Nos invita a la esperanza de un lugar definitivo. Un lugar en donde estarán todos los que han sido fieles a su Palabra. El camino es la confianza en su misericordia. Camino de paciencia, de perdón, de encuentro. Dice Jesús: “ustedes ya conocen el camino”. El camino es el Amor.

Preces:
 Te pedimos Señor, que nos hagas testigos de tu Resurrección comprometidos en la construcción de una sociedad más justa y fraterna. Oremos.
 Te pedimos Señor, por todos nuestros hermanos difuntos y sus familias, para que pronto gocen de la presencia del Señor. Oremos.
 Te pedimos Señor, por la comunidad, para que podamos reconocer y sentir que somos hijos de Dios. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Nos comprometemos a visitar alguna familia, o persona, que esté elaborando el duelo por la muerte de un ser querido.

9

9º día: “María, ícono de la misericordia”

Momento de la Sensibilización: Tenemos que aprender a ser más misericordiosos con todos. Invoquemos la intercesión de la Virgen María, que ha tenido en sus brazos a la Misericordia de Dios hecho hombre. Mirando a nuestro querido cura Brochero, queremos aprender de su manera de evangelizar: Desgranando rosarios, se unía a los misterios gozosos del Señor y de su Santa Madre; Desgranando rosarios, compartía los dolores del Señor y el martirio de la Virgen. Desgranando rosarios, se asociaba a los triunfos del Señor y de su Santa Madre. Desgranando rosarios, pasaba sus días y velaba sus insomnios. Desgranando rosarios, había caminado las calles polvorientas. Desgranando rosarios, soportaba las lacerantes torturas de su enfermedad y, desgranando rosarios se asomó a las puertas de la eternidad.

Momento de la Palabra de Dios: Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según san Lucas (2,33-35)
“Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él. Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: «Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos».”

Reflexión: María es la mujer toda corazón. Esto significa que aunque en su mente no entendía muchas cosas, ama, espera y cree. Calla y confía. María es la mujer que se deja sorprender por Jesús. Se sorprende ante sus hechos y palabras. Esto demuestra su fina sensibilidad. María invita a recuperar esa capacidad de sorpresa y de admiración. El Dios de María es un Dios sorprendente, admirable, desconcertante. Finalmente María revela esa dimensión profética de la pregunta: ¿Por qué? No permanece callada ante el misterio, ante los acontecimientos difíciles. Le preguntó al Ángel y le pregunta a su Hijo, y con su hijo se identificó cuando en la cruz Jesús también preguntó: ¿por qué? No se trata de mantener un silencio estéril, se trata de la inteligencia que limitada ante el misterio de la vida solicita una respuesta. De la pregunta humilde hecha oración viene la respuesta elocuente de un Dios que habla y se revela hasta en sus silencios.

Preces:
 Te pedimos Señor, que de la mano de María, madre de Misericordia; aprendamos a estar cerca y servir a quienes más sufren. Oremos.
 Te pedimos Señor, por intercesión de María que bendigas a las familias de nuestra Patria con el don de la reconciliación. Oremos.
 Te pedimos Señor, a través de María Santísima, que nos enseñes a acompañar y sostener a todas las mueres y madres que sufren en la sociedad. Oremos.

Momento de la contemplación – signo: Nos comprometemos a visitar y acompañar en sus necesidades a alguna mujer-madre que esté atravesando un momento difícil en su vida.