25/10/2021 – En “Testigos de la Alegría”, el sacerdote salesiano Carlos Pomar, formador de postulantes y pre novicios y responsable de la pastoral del colegio Don Bosco de Bahía Blanca, habló de la realidad de los jóvenes, sus preguntas y planteos vocacionales. “Estoy en una casa de discernimiento vocacional para los jóvenes de la Argentina del sur. Acompañamos las búsquedas vocaciones de estos chicos. Lo que nos inspira es el texto bíblico a los Peregrinos de Emaús, del evangelio de Lucas”, compartió el padre Carlos.
“Tengo 58 años, nací en la ciudad de Buenos Aires pero me crié en Castelar. En el primario comencé a sentir el gusto por la naturaleza y encontré una escuela salesiana agrotécnica, la de Uribelarrea (provincia de Buenos Aires), donde cursé el secundario. Allí me reencontré con la fe cristiana gracias a los sacerdotes salesianos. A los 13 años sentí el llamado a ser salesiano, así que al año siguiente me fui a discernir esta vocación comunitariamente. Hoy para definir una vocación es bueno tener 20 años o más, eso lo marca la experiencia que fui tomando”, dijo el sacedote.
“La misión salesiana la compartimos con muchas otras personas, Don Bosco así lo pensó para llegar al corazón de todos los jóvenes del mundo. Los pibes más pobres son el centro de nuestra misión”, destacó Pomar. El Sistema preventivo salesiano se refiere al método educativo desarrollado por la congregación, la cual nació de la experiencia educativa de Don Bosco. El sistema fue una respuesta a la educación tradicional predominante que primaba en la Europa del siglo XIX. La propuesta se convirtió en una experiencia visionaria para el desarrollo de la educación contemporánea.
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