Jesucristo, Señor de la Historia te necesitamos. Tú eres el Pan de Vida para nuestro pueblo peregrino. Conscientes de tu presencia real en el Santísimo Sacramento te alabamos y adoramos, te celebramos y proclamamos, te recibimos y compartimos. En el bicentenario de la independencia de nuestra Patria agradecemos tu presencia constante en nuestra historia, pedimos tu gracia para forjar el presente guiados por tu Evangelio. Ponemos en tus manos nuestro futuro con esperanza y compromiso. Con la alegría que nos da tu Palabra salimos al encuentro de todos los argentinos, sin excluir a nadie, para gestar juntos una cultura del encuentro en la Patria, siendo auténticos discípulos misioneros. Con nuestra Madre, la Virgen María, y unidos a los santos que son nuestros modelos nos ponemos en camino dejándonos conducir por la Providencia del Padre y animados por el fuego del Espíritu Santo. Amén.