21/12/2023 – Para entrar en el misterio de la Navidad compartimos la “Oración navideña”, ofrecida por el Arzobispo de Córdoba, Cardenal Ángel Rossi, en la Iglesia Catedral Nuestra Señora de la Asunción.
En este primer día de oración la reflexión llevó por título: “el pesebre como manantial de consuelo en tiempos difíciles”. En esta oportunidad, el Cardenal Rossi nos invitó a ponerle palabras a esa venida de Jesús al corazón de cada uno respondiendo la pregunta: ¿a qué viene Jesús a mi vida?
Para finalizar la rescató una oración llamada “Señora de la Nochebuena” del beato Cardenal Pironio:
Señora de la Nochebuena,
Señora del Silencio y de la Espera;
esta noche nos darás otra vez al Niño.
Velaremos contigo hasta que nazca:
en la pobreza plena,
en la oración profunda,
en el deseo ardiente.
Cuando los ángeles canten
«Gloria a Dios en lo más alto de los cielos
y paz sobre la tierra
a los hombres amados por él»,
se habrá prendido
una luz nueva en nuestras almas,
habrá prendido una paz inmutable
en nuestros corazones,
y se habrá pintado
una alegría contagiosa en nuestros rostros.
Y nos volveremos a casa en silencio:
iluminando las tinieblas de la noche,
pacificando la nerviosidad de los hombres
y alegrando las tristezas de las cosas.
Después en casa,
celebraremos la Fiesta de la Familia.
Alrededor de la mesa, sencilla y cordial,
nos sentaremos los chicos y los grandes:
rezaremos para agradecer,
conversaremos para recordar,
cantaremos para comunicar,
comeremos el pan y las almendras que nos unen.
Afuera, el mundo seguirá tal como lo mismo.
Tinieblas que apenas quiebran
la palidez de las estrellas.
Angustias que apenas cubren
el silencio vacío de la noche.
Tristezas que apenas disimulan
la lejana melodía de las serenatas.
En algún pueblo no habrá Nochebuena
porque están en guerra.
En algún hogar no habrá Nochebuena
porque están divididos.
En algún corazón no habrá Nochebuena
porque está en pecado.
Madre de la Luz, Reina de la Paz,
Causa de nuestra alegría,
que en mi corazón nazca
esta noche otra vez Jesús.
Pero para todos:
para mi casa,
para mi pueblo,
para mi patria,
para el mundo entero.
Y sobre todo,
fundamentalmente,
que nazca otra vez Jesús
para gloria del Padre.
Amén.