10/06/2025- En un mundo cada vez más dominado por la producción en masa y la tecnología, el oficio del luthier se mantiene como un arte que combina paciencia, precisión y pasión. Los luthiers son artesanos especializados en la construcción, restauración y ajuste de instrumentos musicales. Para conocer los detalles de este trabajo artesanal que contribuye a preservar nuestra música, dialogamos con Horacio Cortés, luthier de instrumentos de cuerda pulsada.
Su amor por la luthería nació de la necesidad de personalización: de hallar ese sonido exacto que la industria no ofrecía. Esa búsqueda lo llevó a formarse en la Escuela de Luthería de Córdoba, donde comenzó un recorrido sin retorno. “Una vez que empecé con mi primer instrumento, ya no hubo vuelta atrás”, recuerda con claridad.
La paciencia es la virtud fundamental para este oficio, y Horacio lo aprendió en la práctica. “Si estoy apurado, no hago nada”, asegura. Para él, la precisión y el control son inseparables del buen trabajo: las herramientas son filosas y un error no solo arruina la pieza, también puede lastimar al artesano.
Aunque se especializa en cuerdas pulsadas, como guitarras y charangos, también realiza reparaciones. En su taller han pasado desde violines del siglo XVIII hasta guitarras centenarias. Pero a veces, lo que se repara es más que un objeto. Me han traído instrumentos muy dañados, pero que tienen una historia familiar tan fuerte, que se los arregla con gusto, dice. Para Horacio, el vínculo emocional con el instrumento es tan importante como su valor material.
Entre sus creaciones, destaca con cariño su primera guitarra. “Es la que más quiero. La hice para mí, adaptada a mi mano y a mi forma de tocar”, cuenta. También recuerda con orgullo un charango cuya caja está tallada escama por escama en madera, emulando el caparazón de un quirquincho: una obra que demandó tiempo y dedicación.
«La luthería es un oficio y un arte», aclara Horacio para definir su labor y la búsqueda que está detrás, de manera silenciosa, en la creación de cada instrumento.
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