27/06/2023 – En “Historias de santidad” conocimos la vida del Siervo de Dios Padre Salustiano Míguelez Romero, sacerdote agustino misionero en el norte argentino.
El padre Miguélez falleció en 1999 y fue declarado Siervo de Dios en 2021. Para traernos una semblanza de su vida y obra nos acompañó Fray Pablo Hernando Moreno, sacerdote de la Orden de San Agustín, actualmente administrador apostólico de la prelatura de Cafayate en Salta, quien conoció personalmente al padre Salustiano y hoy es el vice postulador de su causa de Beatificación.
“Familiarmente lo llamábamos Padre Salus -comenzó diciendo el padre Pablo- era pequeño y siempre estaba sonriente, era amable y siempre nos recibía con mucho cariño, cercanía y amabilidad”.
“El tema de la causa de beatificación es un proceso largo que yo empecé en 2016, escribí su biografía, y comencé a preparar todo. Fui buscando esa fama de santidad especialmente en Salta, donde él estuvo los últimos años, como también en Santa María donde tuve la ocasión de conversar con algunos compañeros suyos, concretamente con el Padre Eliseo Bardón, que me fue relatando hechos muy concretos del padre Salustiano, quien iba demostrando -ya desde su juventud- una personalidad muy allegada al Señor y sobre todo, muy sacrificada”.
“Salustiano debió dejar el Seminario cuando comenzó la guerra civil en España en 1936, debió vivir lejos de su familia, pero nunca hemos recibido una queja. En la guerra le tocó combatir del bando contrario y él lo asumió con mucha paz, y nos ha demostrado en toda su vida esa serenidad en su accionar, en todos los momentos de su vida sacerdotal y de su vida agustiniana”.
“Una vez que se ordena de sacerdote en 1944, empezó a destacarse en su carrera de Derecho Canónico y por su buena voluntad, por su amabilidad, por tener siempre una sonrisa en su rostro pero al mismo tiempo era serio en las cosas importantes”
“En aquellos momentos su Santidad, San Pablo VI, iba formando Prelaturas en las regiones más abandonadas, para darles mayor importancia y para atenderlas mejor. En Argentina pensó en dos: en Humahuaca (Jujuy) y en Cafayate (Salta). Nosotros nos quedamos en Salta y los Padres Redentoristas se fueron a Jujuy. El padre Salustiano desde Roma impulsó mucho esta apertura, y él, que había estado en la Curia General de los Agustinos, a los 53 años, quiso venir a la Misión del Norte Argentino, a Cafayate”.
“Empezó una vida distinta -ya que antes había sido profesor y secretario de la Orden agustiniana en Roma- y de pronto se encuentra con una parroquia donde comienza a descubrir una realidad distinta, la de encontrarse con la gente cada día, preparar sus homilías, ir a visitar a los enfermos y todo lo fue haciendo con mucho entusiasmo y también como si siempre lo hubiese hecho así, no le costó in culturizarse, hacerse a la idea del Norte Argentino”.
“Tenía un gran corazón, yo estuve muchos años con él y se entregó a la actividad pastoral allí compartiendo su vida con las familias, rodeado de niños, siempre vestía el hábito agustiniano, siempre muy cercano a las necesidades de la gente. También visitaba Antofagasta de la Sierra, en Catamarca, y también otras zonas muy agrestes de la provincia y lo hacía a lomo de burro. Lo hacía con alegría”.
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota.