Pastoral Carcelaria: la presencia de la Iglesia en el mundo de la carcelación

jueves, 19 de octubre de 2017

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19/10/2017- Como todos los martes a las 20:30 hs se emitió el programa “Caminos de encuentro” de la Conferencia Episcopal Argentina. En esta ocasión se charló sobre la situación penitenciaria en nuestro país con el Padre Jorge García Cueva y Patricia Alonso, ambos miembros del equipo nacional.

Para empezar Patricia dijo que “la formación es fundamental, uno no puede tener sólo buena voluntad para ir a la cárcel. Ser consciente de que se mete en un mundo que no vivió”. Y que “parte del servicio es acompañar, encontrar rastros de Dios en gente que uno si lo ve fríamente no lo podría encontrar.

También nos aclararon que prefieren llamar a la Pastoral como “Pastoral Carcelaria”. ¿Por qué? “Queremos recuperar el concepto bíblico de la cárcel. En la biblia se encuentra la palabra cárcel” comentó el Padre Jorge García y que “creemos que Jesús ya está en la cárcel . De hecho mateo 25 dice estuve preso y me visitaste“.

Entonces la tarea que llevan a cabo desde la Pastoral es eso: “Es la presencia de la Iglesia en lo que llamamos el mundo de la carcelación”.

¿Cómo es el trabajo desde la Pastoral Carcelaria?

“Estamos, acompañamos. En la cárcel queremos vivir fuertemente el misterio de la encarnación. Jesús se hizo uno de nosotros, estuvo y acompañó nuestra vida” nos dijo el Padre Jorge García.

El trabajo es amplio e integra diversas dimensiones. “Lo que sucede dentro de la prisión pero también es la problemática de la justicia y el desafío es tener profesionales, abogados en nuestras universidades para ser testimonio allí. Tiene que ver con los adolescentes y jóvenes que están en esa situación de vulnerabilidad social que en definitiva son los que terminan estando en las cárceles . Tiene que ver con la cuestión de las familias porque cuando una persona esta detenida, también lo está de alguna manera la familia. Tiene que ver también con los que salen de estar presos, que conocemos comúnmente como “liberados”, pero creemos que las palabras no tienen un sentido inocente: ¿liberados de qué? si en definitiva después tienen una carga de condena que los va a acompañar toda la vida porque los antecedentes penales les cierran muchas puertas”.

¿Como es recibido el mensaje?

“Generalmente el mensaje es no bajar los brazos, la esperanza, date otra oportunidad”. Además de los “temas de perdón, de la reconcilicación” nos comentó el Padre Jorge y que el mensaje “Dios te ama y para nosotros vos sos Jesús” es bien recibido porque intentan llenar el corazón de ganas de seguir adelante y de vivir. Cuando cualquiera de nosotros está mal, necesita unas palabras de aliento”.

El sistema carcelario es “tan duro, tan terrible, tan cruel que uno se tiene que agarrar de estas pequeñas lucecitas que se dan en las visitas de gente de buena voluntad que quiere dar una mano”.

 

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La realidad carcelaria en nuestro país

Desde el equipo cuentan que “son pocos, y es mucha demanda”. A través de los delegados regionales, se enteran de las distintas realidades y de los lugares donde “la realidad varía en la pobreza”.

“Son cárceles que no son para que viva nadie” comentó Patricia y que “depende de cada región”. Sin embargo, todas las cárceles nacionales como de otros países tienen un punto en común: “Hacinamiento, falta de proyectos ligados a la educativo y laboral, y la mayoría de los presos son jóvenes y pobres”. Y son “situaciones que se repiten en todos los países” agregó el Padre Jorge.

También dijo que “el problema de la cárcel no es un problema de algunos, sino que es un problema de toda la sociedad. Monseñor Romero decía: La justicia es como la serpiente, muerde a los descalzos. Las cárceles están llenas de descalzos. Los descalzos son los vulnerables,  los más pobres. No es por criminalizar la pobreza, sino que el sistema punitivo de nuestro país capta a los que son más débiles, a aquellos que no tienen posibilidades o recursos de pasar por alto muchas veces los procesos judiciales”.

“Lo ligamos siempre a la cuestión social, porque tenemos datos precisos y demostrados que aquellos países que tienen mayor equidad social son los países que tienen las cárceles vacías. Evidentemente la situación social está muy ligada a los índices de encarcelamiento” dijo el Padre Jorge y añadió que “la cárcel es un mal social”.

Para todo el equipo que integra la Pastoral Carcelaria “el sueño de Dios es un mundo sin cárceles. En el proyecto de Dios, de la civilización del amor y del Reino, creemos que la cárcel no tiene lugar porque es hija de la injusticia. Seguimos soñando grande, con una realidad en la que verdaderamente seamos hermanos. Seguir pensando los ideales, las líneas fuerzas que acompañan nuestra pastoral”.