Paternidad de Dios, paternidad humana

viernes, 20 de junio de 2008

Oración de Invocación del Espíritu Santo

Ven Espíritu de Luz, ilumina, esclarece, haz que lleguemos al interior de las cosas mas allá de las apariencias, sin tu presencia nada tiene sentido y la  historia queda sin rumbo. Que en  tu luz veamos la luz.
Ven Espíritu transformador, despierta,  dinamiza, multiplica las energías escondidas de tu pueblo, sin tu fuerza todo queda parado, estancado, desintegrado.
Ven transforma la faz de la tierra.
Ven Espíritu creador  renuévanos, construye y reinventa el futuro donde cada uno es responsable. Sin tu coraje somos  viejos e  incapaces de pasos nuevos, de acción liberadora.
Ven crea al hombre nuevo, abierto al Espíritu
Ven Espíritu unificador arráncanos de nuestro aislamiento, enséñanos a participar y a compartir, a solidarizarnos, a no desanimarnos, sin tu ayuda somos egoístas y orgullosos, enséñanos la sabiduría de la interioraridad.
Ven Espíritu de paz, une los pueblo, las razas, las comunidades, las familias divididas, la patria dividida, enfrentada.
Danos tu perdón sin tu amor solamente hay luchas y peleas.
Ven Espíritu de urgencia, aprieta el tiempo, quema las etapas, Cristo esta a la puerta y llama.
Ven encamina la historia hacia el reino.
Ven Espíritu escondido, Espíritu prometido, Espíritu de los profetas, Espíritu  de Jesús, de Maria, de la iglesia naciente, date a conocer a tu pueblo reunido, a tu iglesia en oración, a tus comunidades, a tus pueblos, ciudades, provincias.
Espíritu del misionero, Espíritu de Dios derrama en nosotros tu amor a traves del corazón Inmaculado de Maria.
Amen.
Aleluya.
Maria reina de la paz, ruega por nosotros y por el mundo entero.

Mes de Junio dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, a la humanidad de Dios en Jesús o sea al amor de Dios que se expresa en este icono, audiovisual que es Jesús, la persona viva de él.

No estamos solos
Paternidad de Dios, paternidad humana

Compartir la necesidad de que no andamos solos,  porque tenemos un Padre Dios creador que nos ama y nos ama incondicionalmente, libremente, gratuitamente.
Un relato de Kafka, escritor, es un ejemplo claro de la deficiencia que existe en la familia, de la empatía familiar, la incapacidad de amar a  través de gestos, palabras, actitudes, criterios.
Francisco Kafka, nació en Alemania, pero vivió en la República Checa, amaba Praga,
Le escribo a su padre cuando él, el hijo, tenía treinta y seis años, se animo a escribirle esta carta a su padre:

Querido Padre:

Me preguntaba ud. no hace mucho, ¿porque digo que le tengo aprensión?
He sido un chico tímido, y con todo también empecinado como los son los niños, estoy seguro de que mi madre me ha malcriado, pero no puedo creer que yo fuera particularmente ingobernable,  que  con una palabra benévola, con una mirada amable, o tomándome de la mano  con espíritu  sosegado, no me movieran ha hacer lo que me pidieran.
Y bien ud, en el fondo es una persona benévola, y dulce. Pero no todo niño tiene la firmeza y el ánimo temerario para buscar, y buscar hasta le benevolencia, que yace bajo la superficie.

Y con ejemplo tras otro Kafka prosigue describiendo el abismo de temor que se abría entre padre e  hijo y los confrontamientos de ello, a lo que el atribuía su falta de confianza en si mismo, su incapacidad para casarse.
La falta de empatia entre padre e hijo se interrumpía en ocasiones por accidente, cuando Kafka podía  captar atisbos de pena y ternura de su padre.
Por fortuna había excepciones a todo esto y casi siempre cuando Ud. sufría en silencio y el afecto y la benevolencia, por su propia virtud superaban  todos los obstáculos y me conmovían al instante. Eran momentos raros y maravillosos.
Por ejemplo: siendo yo muy niño en los  calurosos veranos, cuando ud. se sentía exhausto, luego del almuerzo, yo lo veía echar un sueñito en la oficina, acodado sobre el escritorio, o cuando nos acompañaba  al campo en las vacaciones estivales, los domingos fatigado por el trabajo o una vez que mi madre estuvo gravemente enferma y ud. se apoyo en la biblioteca transido  de pena o en mi última enfermedad, ud se llego en punta de pie al dormitorio, se detuvo en el umbral y estiro ansiosamente el cuello para verme, y todo compenetrado de conmiseración  me hizo seña con la mano, esas veces, uno se enternecía y lloraba de felicidad y torna hacerlo ahora escribiéndolo.
Parece que Kafka esperaba con esta carta, mejorar la relación entre ellos, incluso puso para que nos consuele a ambos un poco y nos vuelva más fácil la vida y la muerte.
Él, entrego esta carta a su madre, quizás con la idea de que ella se la mostraría al padre, pero como una ironía del destino, la madre nunca le entrego esta carta al padre.
Quería expresar un montón de cosas que habían quedado en su corazón y lo hace con un lenguaje poético, universal, donde de alguna manera todos nos sentimos incluidos.

Que notable  descripción de las deficiencia de las empatía afectiva familiar.
Empatía, del griego patos, padecer con, es decir sentir con el otro. Diría San Pablo, llorar con el otro, reír con el que ríe.
Solo algunos poetas son capaces de sortear la dificultad de poner en palabras sentimientos complejos, estamos condenados a la palabra, pero nos queda la empatía. La necesidad de empatía es universal, para sentir que no estamos solos en nuestra peregrinación por el mundo.
Empatía  es la capacidad de sentir intuitivamente lo que siente otro y por un instante postergarse uno mismo, para sentir al otro individuo con los deseos, sentimientos, pensamientos expresados en su conducta, al darse cuenta que ha sido captado íntimamente, ambos por un momento se sienten fusionado, esos es empatía.
Si además pueden comunicar esta vivencia, la empatía se hace reciproca, este instante de fusión presupone la existencia de individuos separados, ciertamente con derecho a tener sentimientos, historias, pensamientos propios, sin juzgar sobre lo que el otro debería sentir, y solo aceptando la expresión de lo que realmente siente por ese instante lo vivencia como propios, sabiendo que son del otro. Por eso la débil memoria en esa relación entre padres e hijos es donde mas intensidad puede adquirir esta vivencia, y donde paradójicamente donde la cultura la despotencializa mas.
Un día cualquiera un adolescente bien adaptado  falta al colegio y se va al cine, u  a otro lado, con algunos compañeros, descubierta la picardía la familia, se encuentra en una situación crítica, con angustia y vergüenza ante la autoridad, los padres desaprueban al hijo. No recuerda el padre, la  seducción que ejercía sobre él, jugar a  la pelota en la plaza, durante el horario de clase y si lo recuerda no lo menciona, como tampoco menciona que alguna que otra vez en lugar de ir al trabajo quisiera anular por un día su angustia ante la rutina, es probable que por fijarse  en la falta, olvide buscar la causa, después de que las palabras duras fueron dichas al hijo y el castigo aplicado, cada uno se cierra en una  soledad afectiva a los demás, protegiéndose de una vulnerable demostración de sus propios sentimientos, si esto se repite ante situaciones mas dolorosas, la escena familiar puede mostrar a un niño solo con su miedo, culpa, dolor o confusión.
A una mamá haciendo cosas mecánicamente, mientras suelta una lágrima que nadie ve, a un papá parado frente a la ventana con el gesto endurecido tratando de contener con  la tensión muscular la tristeza que pugna por salir.
Las oportunidades y la necesidad de empatía existen, entonces:
¿Por qué no se dan?
No han de ser por falta de amor, sino por falta de práctica, dado que la empatía entre padres e hijos, se nutre desde la vida conyugal, en realidad comienza en el noviazgo. Es en ese tiempo donde se le expresa al otro, la propia historia afectiva cuando se intenta cerrar el pasado en pro de empezar de nuevo, en lugar de re examinar la propia vida matrimonial,  si cada uno se llama al silencio, la unidad de la pareja resulta una ilusión. Los hijos a su vez tendrán la posibilidad de compartir sentimientos libremente y es probable que se repita la historia a la hora de formar su propia pareja, por eso hay notables estorbos para la empatía en la relación entre padres e hijos.
Por ejemplo: la posición de poder de los padres, el temor a los contactos físicos por los sentimientos que moviliza, los prejuicios, el temor a la sexualidad y a la homosexualidad, a perder la noción de límites,  la exigencia de ser lo que debe ser, cada uno en su papel y jerarquía, las admoniciones que los padres hacen  a veces a la ligera y los desplantes igualmente ligeros de los hijos, las actitudes adolescentes de los padres que quieren ser amigos de sus hijos cuando esto es imposible, se es amigos de pares.
Es probable que el padre crea que sus vivencias infantiles no son pertinentes a la hora de ser padres, dejando de lado los deseos, miedos, ansiedades, rebeldías, expectativas que lo asediaron en su niñez. Por esto el papá pierde la capacidad de experimentar sentimientos semejantes a los de su hijo , imponiendo valoraciones de hombre maduro sobre impresiones infantiles, deja de considerar a su hijo como un individuo separado que siente mientras  hace su historia afectiva y busca su propia identidad, aunque adulto el padre está en una búsqueda similar remodelándose en cada etapa de su vida y antes situaciones críticas o nuevas sino hay empatía se queda sin la comprensión, el apoyo y comprensión de sus hijos, es probable que un exceso de amor se reserve la preocupaciones y aflicciones cotidianas con el temor que expresándola arruine la felicidad de sus hijos, esto no esta bien, porque así se ensancha el abismo entre ellos.
Pero todavía hay oportunidad de incrementar la potencia de la vida afectiva familiar, claro empezando el propio papá por mirarse a si  mismo de otra manera, que desea, cual fueron sus frustraciones, rescatando los deseos perdidos, viendo de que manera hoy en su vida adulta puede completar sus  propias situaciones inconclusas, debe rescatar al niño que tiene adentro, el adolescente quedo con ganas de muchas cosas.
Entendiéndose así mismo con flexibidad, viéndose en luchas que resultan estériles y en  errores que le dieron  experiencias, pero con una mirada diferente.
Si mamá hace lo suyo y luego de este viaje interior se reencuentran como hombre y mujer pueden recrear la pareja empalizando uno con otro, la revisión compartida entre los compañeros establece claramente que cada uno tiene su propia vida, habilitándolos para respetar la individualidad del otro. Esto traerá como beneficio el reconocer la situación de persona de sus hijos, entonces los sentimientos de estos podrá ser aceptados sin mediar prejuicios y juicios de valor, el padre será capaz de oscilar entre vivir los sentimientos del hijo como propios y dar un paso atrás, para tener una visión objetiva de los mismos, entonces habrás mas espacio y un lugar en el vinculo con su hijo, donde sus emociones, preocupaciones, pensamiento de hombre adulto serán tratado como el se merece, esta es la base para el respeto mutuo, profundizar la hermosa experiencia de ser humano y de ser feliz.

Les dejo la idea de sentir la necesidad que no andamos solos, empatía a nivel de matrimonio, de padres a  hijos, de hijos y padres.
A veces hay una comunicación verbal, exterior, y hay una comunicación empática, donde se abre el corazón, en la mirada, en el gesto, en las actitudes, en ponerse en el lugar del otro.

¿Como andamos en casa?
¿Como andamos en la relación papá-hijos?
¿Cómo estamos viviendo la empatía en el hogar, la familia, nos cuesta mucho expresar lo que sentimos por nuestros hijos, en gestos, palabras, actitudes, somos padres inmaduros porque a veces pensamos que dándole todo y llenándole la boca de dinero, regalos, con eso basta?
¿O somos los típicos padres indiferentes, yo trabajo me esfuerzo, que se arregle, que haga su vida, ya es grande y el chico tiene solo trece, catorce o quince años?
¿Qué somos  realmente como padre, tenemos un corazón misericordioso, bondadoso, dócil, abierto  como el padre Dios o somos medios monstruitos?

Hoy hay esa idea de la mamá, y el papá como compinche, casi adolescentes, que se visten como sus hijos, que hacen las mismas cosas, dicen las mismas palabras que los hijos, salen  a los mismos lugares, ambientes de los hijos, esa cosa  media tilinga, media hueca.
La empatía supera las palabras, las palabras no deben faltar, pero la empatía es mas fuerte, se manifiesta en una mirada, en un gesto, actitud, en el gesto justo donde vos notas que el otro se metió dentro tuyo, que toco tu corazón.

¿El padre es mejor amigo o no?

Hoy se recuerda a los padres que deben hablar con sus hijos adolescentes, lástima que para muchos el consejo llega demasiado tarde, muchos creen que van a conseguir entablar el diálogo con sus hijos cuando este llega a la pubertad, sin haberlo iniciado anteriormente, el diálogo de los gestos, de las actitudes, cuando el chiquito era bebe, cuando vos te tirabas al piso con el chico, jugabas, te revolcabas con él, el diálogo comienza antes de toda la vida, de estar, sentarte, de estar al lado de él, aunque te parezca por momentos que hace el ridículo, tonto.
El diálogo no comienza en la pubertad y es mas grave cuando se ha interpuesto un muro difícil de derribar, que son los malos hábitos educativos de los padres, como las malas costumbres permitidas a los hijos, no son fáciles de superar, porque la amistad en el sentido estricto no puede darse entre padres e hijos, porque el intercambio que la amistad implica solo puede alcanzarse entre pares.
El hijo ya sea niño, adolescente o joven puede llegar a confiar en el padre sus problemas, sus mas íntimas experiencias, actitud que no puede darse a la inversa, el hijo no puede comprender y asimilar los problemas del padre.
Padres e hijos no son pares, en cambio en un sentido amplio tal amistad es posible, el padre puede llegar a ser, sino el mejor amigo, al menos un amigo, el niño debe encontrar en él, al primer amigo, pues es su confidente natural, es la primera persona, en que el niño confía. Pero, porqué en la mayoría de los casos eso no sucede al llegar el niño a la pubertad sino antes. Deberíamos creer si observamos la realidad que es una de esas frases bonitas que se dicen, pero en la práctica no se dan, podemos pensar que la oposición entre dos personalidades, un ya hecha y la otra en formación, que la tensión entre la autoridad y la libertad, hacen imposible que el padre sea el confidente natural de su hijo adolescente.
Sin embargo no lo creemos imposible, como todos los problemas humanos tampoco lo consideramos fácil.
Muchos padres adoptan con sus hijos la actitud de un policía, y esto provoca que sus hijos lo vean como el enemigo, para sus hijos sus padres solo existen para vigilarlo, controlarlos, amonestarlos y castigarlos. Por supuesto que aunque negativa, esta también es una función paterna, vigilar, controlar, cuidar, claro. Pero no es la única ni la más importante, los padres policías se dirigen a sus hijos con frases como estas:

¿Cómo te portaste hoy en el colegio?

¿Por qué no entregaste el boletín, debes tener malas notas, que notas?

Aprende de tu hermano, no te comas las uñas, que manera de hablar es esa

¿A dónde fuiste?

¿Por qué llegaste tarde?

Mañana no salís.

Y muchas más, las únicas palabras que los padres tienen con sus hijos son frases secas, cortantes y en cierto modo agresivas.
Es comprensible que el hijo huya de su padre y lo mire con resentimiento, no dejará de amarlo y este es el problema, y lo manifestara en la primera ocasión que se presente. Pero no le hará confidencias, salvo que  así vea la posibilidad de evitar un castigo o para pedirle en caso extremo la solución de un problema que lo ahoga, comprendamos la actitud del hijo comparándolo por analogía con algún empleado, con un jefe que siempre lo esta controlando, corrigiendo y poniendo en evidencia sus errores, los sentimientos del empleado y del hijo son similares, ambos odian al jefe y padres policías y es comprensible que así suceda.
Si los padres quieren que sus hijos sean sus amigos, deben hablar con ellos, sus conversaciones deben ser diálogo y no sermones o conferencias, y deben girar alrededor de las inquietudes de sus hijos, juego, diversiones, estudios, trabajo, aspiraciones, amistades, problemas, no deben esperar que sus hijos inicien el diálogo, respetando su intimidad y personalidad naciente ellos deben dar el primer paso, el padre debe dirigirse a su hijo no solo para preguntarle si cumplió sus obligaciones o para criticarlo, sino también para estimularlo oportunamente, elogiando con prudencia, interesarse espontáneamente por sus quehaceres, valorar sus ideas e iniciativas, acompañarlos en sus emociones y problemas, regocijarse en sus alegrías y triunfos, apesumbrarse por sus tristezas y fracasos, levantar su animo cuando lo ve abrumado con sus dificultades, menguarlo con tacto cuando lo observa arrogante y altanero en sus éxitos,  enfrentarlo prudentemente  con la realidad que ignora y comprenderlo en su edad y temperamento, vivir y sentir con él, también vigilarlo, corregirlo, amonestarlo y porque no, castigarlo adecuadamente cuando fuera necesario.  La amistad no es un motín de guerra, ni una imposición de un vencedor de una autoridad alguna, no es concesión gratuita, la amistad es un don voluntario que se debe ganar, no es nada fácil para un padre ganar la amistad de su hijo, pero si realmente lo ama y apunta al ideal de padre señalado es posible que la conquiste.
El padre que quiera conseguir la amistad de su hijo, lo mejor que un hombre puede brindar a otro, es brindárselo él primero, tratándolo como un amigo tal vez consiga que no le tenga miedo, confié en él y lo vea también como un amigo. Y no para eso el padre tiene que rebajarse a un papel tanto ridículo, de ninguna manera.

Padre biológico y a veces padre biológico se es por casualidad, una cerveza de  más y ya esta, pero paternidad es otra cosa.

Ayer en el diario El Informe de Venado Tuerto, me impacto una carta abierta en la página diez, de Romina Galeano

Y escribe de una manera, una carta abierta, a un padre que nunca estuvo cerca, que nunca la reconoció, que no quizo reconocerla, muy interesante, tiene que ver con esto que no podemos ser hijos, no podemos experimentar como hijo, sino hay un padre que asuma su paternidad.
Por eso Dios es padre que asume su  paternidad, nos asume como hijos e hijas, nos ama incondicionalmente, gratuitamente.

Romina le escribe a su padre:

Por el derecho a tener un padre

A veces pensamos que la vida nos defrauda y sentimos que no nos queda ganas de vivir pensamos erróneamente que lo bueno es tenerlo todo física y materialmente y

¿que hay de alimentar nuestra alma?

Se vive de esa manera, viví muchos años con tu ausencia, que mas de una noche me hizo llorar lagrimas profundas  a pesar de no haber compartido nada con vos en toda la vida.
Le escribe ella a su papá, carta abierta.
Pude saber que realmente que es verdad hace falta errar para aprender y compartir, para  querer, mi infancia fue hermosa, pero al recordar el transcurso de mi vida, me detengo a pensar que debo volver a nacer y contar con un padre biológico para saber lo que significa esa palabra, simples líneas alivian mi dolor, pero no completan ese vacio, ese lugar,  del que no puedo explicar lo frío que se siente, por las noches puedo dormir y durante el día puedo vivir,  y aunque  la vida  que me toco cambió de planes para mi fue la mejor, la vida es corta pero el camino es largo y la conciencia traiciona, tenemos demasiado por vivir. Siento haber perdido una familia ese día en que decidiste negarte a ser lo que sos pero ya lo vez, Dios pudo darme una mejor, Dios pudo darme dos familias una de regalo y otra para aprender todo lo que no fuiste capaz de enseñarme y aun sabiendo, te adaptaste a vivir una vida llena de mentiras. Uno cuando es joven siembra en su camino y al paso de los años recibe su propia cosecha ¿es esto es lo que construiste? ¿Quién puede vivir tranquilo lastimado su propia sangre, engañando su propia familia? Negando el origen de una vida.
Cada vez que nos sentimos mal buscamos el porque. Yo hoy puedo decir que poco a poco en mi descubro cada una de las respuestas. Si mi vida cruzaría con la tuya para vernos a la cara podría mirarte a los ojos y decirte bien cosas o quizás no diría nada, o quizás no habría palabras , no se vive de rencores, solo se vive de aprender de los errores, pero si podría decirte que sos un desconocido, podría negar a negarte, no sentiste ser padre, lo acepto, si fue imposible adaptare a esa idea no deseada, lo siento, pero esto para mi es necesario, no interpongas nada en mi camino, todo será en vano, voy a defender mis derechos como nos corresponde a todos.
Finalmente dice: hay gente: que trabaja su cuerpo para poder tener hijos, hacen kilómetros para poder adoptar,  otros crían niños como sus propios hijos y vos sin tener que hacer nada, porque todo esto es una realidad me negás, Dios es justo y en cada momento que lo necesitamos está con nosotros, Dios podrá perdonarte todo esto, pero te permite dormir tranquilo, vivir tú vida olvidando ese momento, ignorando que hay una hija a la que te negás a reconocer. Podría preguntarme mil cosas más pero sé que a la hora del juicio final no te quedará más salida, Él te va a preguntar que hiciste. Hoy yo he ganado la primera batalla. Te escribo esto y te digo feliz día.

Romina gana la batalla, porque se animó a escribir, a decir, a expresar en palabras lo que sentía y sobre todo a decir feliz día, es decir a iniciar los pasos necesarios para el perdón.

Si tenés que perdonar a tu padre, llámalo, llámalo porque vos necesitas llamarlo y decir: hola Papá feliz día estoy rezando por vos te mando un beso.
No cuestiones no juzgues, para vos, para tu corazón, para tu misión futura o presente de madre, de abuela es necesario este paso, el paso del acercamiento.

Que paz se siente cuando uno logra poner caminos de reconciliación,  entendimiento,  misericordia, tolerancia, perdón, con sus propios padres o madres es una paz de sanación enorme que tiene que ver con la propia identidad de nuestra vida, que maravilloso que es todo esto.
Por eso yo quería, con Uds. meditar esto que es para todos una experiencia, tiene que serlo, la experiencia de Dios como Papá. De Dios que nos ama incondicionalmente, a ese Dios que le decimos con Jesús, Padre, Padre mío, Padre tuyo, Padre Nuestro, mi padre no es el de mi amigo, hay hijos que de hecho no lo tienen, tal vez no todos los padres son buenos como uno quisiera, pero Dios en cambio, es padre mío, de mis amigos, de todos, blancos y negros, ricos y pobres y es bueno y es grande. Nadie podrá decir que el padre es exclusivamente mío, todos decimos este padre bueno es nuestro. Así no podremos ser egoístas sino hermanos. Como gustaría que alguna vez todos los hombres gritáramos juntos sobre todo en nuestra patria:

Padre Nuestro. Y decimos también que estas en el cielo, que grande es el cielo, yo veo únicamente un pedacito y en él el sol, la luna, algunas estrellas. Pero tu cielo es una cosa diferente, es tu casa y para alcanzar tu cielo no es necesario viajar, al tuyo se llega queriéndote, amándote, queriéndonos, amándonos, quien sabe cuantas personas habrá ya en tu casa, en ello pienso cuando digo, Padre nuestro que estas en el cielo y después digo santificado sea tu nombre, conozco muchos nombres el mío, el de mi madre, el de mi padre, el tuyo, el de mis hermanos, el de mis amigos, conozco nombres de próceres, de científicos, de campeones, pero el nombre de Dios es el mas lindo de todos, quiere decir que existes, que eres bueno, que puedes hacer el bien a todos, nunca lo olvidaré, pero me gustaría que todos te conocieran como Dios y poder decirte todos los días Santificado sea tu nombre y también decirte venga a nosotros tu reino. No siempre soy obediente y sincero pero me gustaría estar contento, seria lindo que nadie peleara, discutiera, que no existieran ladrones ni criminales, se que si todos te obedeciéramos como Padre, que ha mandado a Jesús a decirnos las cosas buenas que debemos hacer el mundo seria un lugar sin mentiras, sin maldad, sin asesinos, nadie lloraría, casi como el reino que Jesús a preparado para los buenos, quiero todo esto, por eso te digo venga a nosotros tu reino, y al ser bueno todo lo tuyo lo es y si los padres de la tierra que son débiles e imperfectos quieren lo mejor para sus hijos, cuanto mas el Padre del cielo, para no olvidarlo repetiré todos los días hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Muchas cosas me gustan las flores, el mar, el río, las montañas, la pampa, los frutos, los alimentos, y  cuando algo de esto me falta me pongo molesto, aunque ello no sirve de nada, pero si vos mi Dios no nos ayudas, nadie podrá tener sol, salud, aire, vida, en definitiva, si nos falta algo importante como el pan es porque no nos ayudamos entre los seres humanos como queres vos, en cambio vos estas siempre pronto a escucharnos, por eso te diré y como te digo hoy danos nuestro pan de cada día, y perdona nuestras ofensas, cosa fea la ofensa cuando uno la sufre, es cuando se da cuenta de su proporción, duele hasta el alma, ofensa a lo nuestro, a los nuestros, a lo materiales, morales, psicológicas, sociales, tantas cualidades hay en cada ser humano, otro tantos modos hay para ofenderlas, vos Padre que nos queres, enséñanos a querernos entre nosotros, que nuestro egoísmo sea vencido por el amor y cuando me equivoque sea capaz de decirte perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que me ofenden, me ofenden y mi instinto hace que devuelva de inmediato la ofensa, se que la venganza no es otro cosa buena, tengo que convencerme que una ofensa no se lava con otra ofensa, y que el perdonar no es hacer el papel de tonto, además quien soy yo para no perdonar cuando a todos les pido perdón, que nunca me falte generosidad para con  mis ofensores y la humildad y confianza para dirigirme a vos y decir perdona, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
Y no nos deje caer en la tentación, desde adentro y desde afuera, siento que me empujan a pensar, decir y hacer lo ilicito, lo malo, estos empujones no podré evitarlo, tendré que resistir a lo malo, si mi Padre es bueno yo también tendré que serlo, no es fácil, por eso y porque confío en vos, cuando sienta esos empujones te diré no nos deje caer en la tentación. Y líbranos del mal, como ser humano siento el dolor, las penas, los sufrimientos, el mal de los otros, me gustaría llegar en momento justo y decir aquí estoy yo para librarlos,  Jesús nos ha advertido en cuanto a la fuerza del mal, somos débiles y propenso a caer, le paso a Caín que mató a su hermano, le paso a Judas que traiciono a su amigo, Dios es quien puede decirme aquí estoy yo para salvarte, ayudarte, te lo recordare diciéndote todos los días líbranos del mal. Padre, Padre nuestro, pensándolo bien ahora lo puedo decir seguro con todo el corazón Padre nuestro, me parece comprender porque lo digo y lo que digo y siempre que lo hago como niño, como adulto, como anciano, seré el hijo que habla al padre, al papá, al Abba, y en una palabra te diré todo lo que siento y esa palabra Padre es Amén, Amén, Amén, así es, así lo creo, así lo vivo.

Incluimos en la oración final a todos  los padres, a los padres que tienen dificultades, a los que no aparecen, a los ausentes, a los golpeadores, a los alcohólicos, a los que están en las cárceles, a los enfermos, ancianos.

Tenemos que descubrir que la paternidad maravillosa es la paternidad de Dios, fuente de toda paternidad, la biológica, la espiritual, la mía como sacerdote, esa paternidad de Dios, ese amor incondicional y gratuito donde se funda toda paternidad, es la que nos lleva a entender a ese instrumento, papá biológico que hemos tenido en la vida, que ha sido un puente, entonces alabar, bendecir, por la vida de nuestros padres, porque con sus mas y con sus menos han sido presencia del Padre Dios, y en el caso que no están porque fallecieron o no están porque nunca estuvieron, o están con sus miserias de alcoholismo, violencia, de maldad, ver que esa ausencia de bondad, es ausencia de Dios, pero que el Padre Dios en ese caso debe darse a conocer y rebelarse mas fuertemente en el corazón de esas personas, también de esos niños, cuesta mucho expresar la idea de un paternidad, cuando hay una experiencia concreta, vital, cercana, de un padre, aunque sea a través de un tío, abuelo.

ORACION FINAL

ORACION DE SANACION PARA CURAR LAS HERIDAS CON PAPA

Trae a tu papá imaginariamente, imagínalo sentado frente  a vos, o a tu lado, conversa con él para darle el perdón ofensa, por ofensa, hecho por hecho, habla naturalmente con él muy a tu manera, papá que bueno que estas conmigo aquí, necesito de tu presencia, pues quiero conversar algunas cosas de mi vida pasada, vivimos juntos muchos años y fueron muchos los buenos momentos, te agradezco de todo corazón todo lo bueno que me hiciste,  pero quiero conversar con vos algunas heridas que traigo en mi corazón, te pido que aceptes mi perdón, porque perdonándote, quedare curado de mis heridas y se que queres que yo me cure. Y así continúa tu conversación con la persona presente por la imaginación, perdonándole ofensa por ofensa, procura repetir muchas veces las palabras: perdono, te doy mi perdón, sentite perdonado por mi, etc. Podes emplear palabras como las que siguen por ejemplo: te perdono la violencia que te hizo perder la cabeza y darnos duro, te perdono papá porque siempre tuve miedo de vos y por ese miedo nunca tuve el valor de abrirte el corazón en mi adolescencia y juventud, papá te perdono todo, sentite perdonado para siempre.
Papá, otra cosa que me hirió mucho fue aquella amenaza de golpear a mi mamá, discutieron bastante, gritaste con ella y la empujaste con violencia, mamá lloró mucho durante varios días, papá yo te perdono de todo corazón por aquella violencia, esa acción me hirió mucho, pero te perdono, sentite perdonado.
Y así en forma parecida trae todos los hechos dolorosos y los persona uno por uno, en tu palabras de perdón procura explicar lo que sucedió, tus reacciones dolorosas para perdonar todo, hasta los mas pequeños detalles, después de haber dado todo el perdón necesario, continua conversando con la persona para elogiarla por el lado positivo de la vida, por sus buenas acciones, sus éxitos. Habla por ejemplo de esta manera: papá de hecho en nuestras relaciones hubo hechos dolorosos y yo salí herido, sin embargo quiero decirte que tengo muchos motivos para alegrarme y para elogiarte, si papá quiero elogiarte por lo buen padre que has procurado ser, si hubo errores fueron mil veces mas los gestos de amor para con tus hijos, también quiero elogiarte porque has sido esposo fiel, dedicado, humilde, sincero, por ser hombre de trabajo, justo correcto, religioso, de verdad que de admiro mucho, mucho, gracias papá.
De esta manera seguís elogiándole por todas las buenas virtudes, cualidades, buenas acciones, gestos positivos, y se muy generoso en reconocer el aspecto positivo de la persona. Y termina el ejercicio orando a Jesús por esa persona. Podes orar a tu modo bien personal, o sino de esta manera:
Jesús, fue bueno haber perdonado a papá, fue tan bueno hablado con él y haberle perdonado por todas aquellas amarguras que yo tenía, ahora Jesús papá se encuentra enfermo, visítalo y concédele la salud, vos podes curarlo y te pido que lo hagas, dale a papá la paciencia en el sufrimiento, que no se desaliente, que el médico acierte el tratamiento apropiado, que mamá y los hijos lo cuiden muy bien, bendecí en él a toda nuestra familia. Gracias Jesús
Muchas gracias, por tu presencia conmigo en este ejercicio de perdón, gracias por el bien que me hara esta oración de perdón, que puedo ejercitarla todos los días frente al sagrario o en casa, muchas gracias Señor. Muchas gracias Señor también por papá, gracias Jesús por mostrarnos el rostro del padre Dios. Amen, amen.

Paz y bien para todos.

                            Padre Francisco Rubén Bellante