Hoy les quiero presentar al más italiano de los rusos y al más ruso de los italianos. Se trata de Don Bernardo Antonini.
La actividad apostólica en Rusia de don Bernardo empezó en la edad en la que, la mayoría de los hombres buscan descansar. Tenía, más o menos 70 años, cuando empezó a estudiar la lengua rusa en su ciudad natal, en Verona, y empezó a hacer unos viajes a Moscú, para ver si era posible hacer algo. Hasta que, definitivamente, en el año 91’, 92’ se instala en Moscú.