13/04/2020 – Eta semana, junto al padre Francisco Palacios, iniciamos un recorrido sobre la vida de algunos de los apóstoles de Jesús, comenzando con el apóstol Pedro, una figura muy presente en este tiempo en que celebramos la Pasión, muerte y Resurrección del Señor.
Jesús inicia solo su camino de anuncio, no tenía aún un grupo conformado. Observa dos barcas en el lago de Galilea (conocido también como mar de Galilea por su extensión) y allí está Pedro. Los pescadores estaban limpiando las redes porque habían estado toda la noche tratando de pescar sin éxito alguno.
El padre Francisco Palacios nos invita a imaginar esa escena: “el perfil anímico de esos pescadores no era del todo bueno, entonces, Jesús le pide a Pedro que se aleje de la orilla porque necesita seguir enseñando a la multitud”. Ante este pedido, Pedro acepta dejar su actividad y ofrece a Jesús su barca. Tengamos en cuenta que, para un pescador, la barca es su medio de transporte, su trabajo, es su espacio de privacidad. De manera que, Pedro acepta que Jesús siga predicando cómodo ante la cantidad de personas que lo escuchaban atentamente.
Luego, Jesús le hace otro pedido a Pedro: “navega mar adentro y echa las redes”. Explica el padre Palacios que Pedro cansado, escucha esas palabras siendo la peor hora para pescar y le dice: “Señor, hemos estado pescando toda la noche y no sacamos nada”. Pero aún así, le dice: “en tu Nombre, echaré las redes”, entonces sucede la pesca milagrosa.
El padre Palacios explica que, pese a la exitosa cantidad de peces, Pedro no se deja encandilar, llama a los demás para compartir esa riqueza. “Esta abundancia exterior llevó a Pedro a mirarse en su miseria interior”, dice el padre Palacios y agrega que era una miseria tan notable que Pedro no tiene vergüenza en arrodillarse frente a Jesús y decirle: “aléjate de mi que soy un pecador”. Ante esta frase, el Señor le responde: “no temas, desde ahora serás pescador de hombres”.
Días después de esa pesca milagrosa, Jesús fue al monte solo y pasó toda la noche en oración. Cuando se hizo de día, llamó a su comunidad de discípulos y eligió a los doce, a los que luego, llamó apóstoles.
Un detalle de los Evangelios es que a Pedro siempre se lo nombra en primer lugar dentro de los doce apóstoles, tiene un primado. “Es nombrado 200 veces en el Nuevo Testamento, mientras que los demás apóstoles son mencionados 130 veces”, dice el padre Palacios.
“Los apóstoles tuvieron que recorrer un largo camino para madurar en su fe mientras acompañaron al Señor por esta tierra. La generosidad de dejar todo de parte de ellos, era a su vez, compatible con una fe débil y a veces excesivamente humana”, explica el padre Palacios.
Hay otro momento significativo relatado en el Evangelio de San Mateo capítulo 14 versículo 22: la multiplicación de los panes. Luego de este momento, Jesús envía a los apóstoles a la otra orilla para estar solo con la gente. El padre Palacios explica que este pedido desde la mirada de los apóstoles fue una vivencia riquísima de impacto al ver multiplicados los panes y ser partícipes de ese acontecimiento, pero a su vez, fue una experiencia en la cual, Pedro se cuestiona por qué Jesús les pide eso. “Hace días que estaban con la gente y los invitó a que estuvieron con el grupo, a conversar con Jesús y Pedro se encuentra con otro panorama. Jesús les pide que lo ayuden a distribuir el pan y como si esto fuera poco, él se queda con la multitud y envía lejos a los demás”, dice el padre Palacios.
La narración del Evangelio pone énfasis en esta separación de Jesús y los apóstoles. Se hace de noche y comienza una gran tormenta mientras todos van en la barca. En ese momento observan a alguien caminar y empiezan a gritar. Jesús les dice: “no tengan miedo, Soy Yo. Ánimo”. Pedro le dice: “si eres tú mándame donde ti”; Jesús le dice:” Ven”.
Explica el padre Palacios: “Imaginemos a Pedro mojado, cansado, pero a la vez valiente diciéndole esas palabras a Jesús. Pone los pies en el mar y camina hacia Jesús, haciendo algo humanamente imposible. Jesús lo toma, lo levanta y le dice: “Hombre de poca fe”.
Pedro y el camino de discipulado
Ante la pregunta del Señor sobre lo que dice la opinión pública de su persona, es Pedro quien le responde, siendo testigo de las obras de Jesús: “Tú eres el Cristo, el hijo de Dios vivo”. El padre Palacios hizo referencia a esta escena y dijo: “la fe que tiene este hombre de Galilea, un hombre sencillo, pescador…Es un hombre que tiene valentía y coraje, aunque también tiene sus dudas, sin embargo, es un hombre al que lo asiste el Espíritu Santo”.
Jesús ante esa contestación de Pedro, le dice: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi iglesia”.
Te invitamos a escuchar el programa completo y compartirlo en tus redes sociales.
Como cada lunes compartimos un espacio de espiritualidad junto al padre Francisco Palacios, párroco de la Parroquia… Posted by Radio María Argentina on Monday, April 6, 2020
Como cada lunes compartimos un espacio de espiritualidad junto al padre Francisco Palacios, párroco de la Parroquia…
Posted by Radio María Argentina on Monday, April 6, 2020
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar | Incrustar
Suscríbete: RSS