Perdonar: un don necesario

jueves, 7 de abril de 2022
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06/04/22- La semana pasada dialogamos sobre el rencor. Decíamos que el rencor enferma. Es un gran ‘intoxicador’ . Alguien que fomenta un rencor, que vive en él, llena su mente de pensamientos negativos y su organismo de cierta sustancia, y puede llegar a enfermar. Ahora hablamos de la contracara del rencor: el perdón. Si el rencor enferma, ¿el perdón sana? ; ¿sabías que el perdón también segrega en nuestro cuerpo una sustancia que alivia y es saludable? Se lo preguntamos al Dr. Roberto Ré, médico psiquiatra y fundador de la Red Sanar.

La antítesis del rencor: el perdón

El perdón es un acto que exige empatía, fortaleza, generosidad, compasión… Perdonar no es sencillo. Es un acto de amor. Tiene dos miradas: interna y externa. Hay que trabajar sobre el EGO. Reconocer la realidad. Perdonarse. Preguntarse ¿elijo o no perdonar? Pero luego hay otra parte del perdón para la que necesitas perspectiva, comprender por qué el otro te ha hecho daño, y eso requiere haber trabajado primero con uno mismo.

Sin empatía , no hay perdón

Saber perdonar pasa por tener capacidad para la empatía, por ponernos en el lugar del otro. Comprender es aliviar. Cuando uno está lleno de odio y rencor es incapaz de ponerse en el lugar del otro. Cuando uno baja ese nivel de tensión interna -digamos que la tensión es cortisol y la empatía es oxitocina y uno se desequilibra con el otro-, entra suavemente en la oxitocina, que es la que le permite empatizar. En el perdón, empatizar es entender qué le pudo pasar a esa persona para llegar a hacernos daño.

Receta para pedir perdón

– Sentir arrepentimiento.
– Cuando se encuentre con el ofendido, saber explicar que pasó, con verdad.
– Reconocer la responsabilidad en el daño.
– Declarar su real y sano arrepentimiento.
– Hacer una oferta de reparación.
– Pedir perdón.

No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del titulo.