«Peregrinos, no turistas»: las claves de un encuentro que les cambió la vida a los jóvenes, en el Jubileo de la Esperanza

lunes, 11 de agosto de 2025

11/08/2025 – «No éramos turistas, éramos peregrinos.» ¿Te imaginás un millón y medio de jóvenes de todo el mundo, en una misma plaza, en un silencio profundo, adorando a Jesús? ¿Sentiste alguna vez que tu fe te conecta de forma tan tangible con jóvenes de otros rincones del planeta, con historias y realidades tan distintas a la tuya? En una emotiva nota en el programa «Solo por Hoy», nos unimos a Monseñor Alejandro Musolino, obispo auxiliar y vicario para los jóvenes de la Arquidiócesis de Córdoba, y a Simón Bustos, un joven que participó del encuentro, para revivir la increíble experiencia del Jubileo de los jóvenes convocados en Roma a finales de julio y principio de agosto de este año.

Este mega encuentro, convocado por el Papa León XIV para el Jubileo de la Esperanza, congregó a más de medio millón de jóvenes en la Ciudad Eterna, llenándola de cantos, alegría y una energía desbordante. Tanto Monseñor Musolino como Simón nos comparten cómo fue este viaje no como un paseo turístico, sino como una verdadera peregrinación, un camino para abrir el corazón y encontrarse con otros jóvenes, con la Iglesia y con el propio Papa.

Simón nos cuenta que una de las cosas que más le impactó fue ver la alegría de jóvenes provenientes de países con realidades muy duras, como África y Medio Oriente. Se dio cuenta de que, a pesar de las distancias y las culturas, las inquietudes y los anhelos más profundos de la juventud son los mismos en todo el mundo. Nos relata una anécdota conmovedora: un joven nigeriano le dijo con gran convicción «Roma a casa», una frase que se convirtió en la misión principal del viaje: no solo vivir la fe en un gran evento, sino llevarla de regreso a la vida cotidiana. Monseñor Alejandro, por su parte, nos compartió el encuentro personal con un joven que había tocado fondo en su vida, pero que, a través del sacramento de la confesión en el Jubileo, se encontró de nuevo con la misericordia de Jesús, con lágrimas en los ojos y una paz que le transformó el rostro.

El Papa León XIV, con su característica serenidad y sencillez, les hizo un llamado claro a los jóvenes: ser «artífices de paz y de esperanza». Un mensaje que resonó fuerte en los corazones de los peregrinos. También les dejó una tarea desafiante: «no se conformen con menos de la santidad», invitándolos a arriesgarse y a buscar siempre la plenitud en la vida que solo Jesús puede dar. Sin duda, un evento que marcó a toda una generación y que ahora nos desafía a seguir el camino de fe en nuestras propias vidas, en nuestras parroquias y en nuestros hogares. Si querés conocer más de cerca estos y otros conmovedores testimonios, no te pierdas la nota completa.