Doy gracias a cuantos están hoy aquí. ¡Siempre hay múltiples formas de comunión! Algunos con la presencia, otros con el deseo y el acompañamiento del afecto y la oración. ¡Hay tantas formas posibles que podemos inventar para seguir estando juntos!… ¡Felizmente -en la vida- todos podemos acompañar a alguien de manera particular!… No hay que dejar de hacerlo. La vida es para eso: Para que el alma se nos vaya llenando de nombres propios.