Texto 1:
¡Aliados del alma, amigos del camino, compañeros de andanzas en la ruta del destino, viajeros de sueños comunes, constructores de utopías, andariegos de pasados, presentes y futuros, arquitectos de horizontes, almas distintas y gemelas que transitan vidas, luchas y conquistas!…
¡Amigos que entretejen las fibras íntimas del alma y que escriben junto a nosotros el diario de la vida y con quienes transitamos el mapa de ruta de nuestra peregrinación!
¡Feliz día del amigo a todos!; ¡Feliz día a todos mis amigos y amigas!; ¡A todos y a cada uno, gracias siempre y por todo!
Seguramente cada uno de nosotros tendrá alguien que lo felicite en el día del amigo y cada uno felicitará a alguien.
El día del amigo es un “invento argentino”. Enrique Febbraro, un hombre multifacético –profesor de psicología, filosofía e historia, músico y odontólogo- para celebrar el día en que el hombre por primera vez pisaba la luna, el 20 de julio de 1969, entendiendo que era un día de festejo universal en que todos los seres humanos, más allá de la raza, lengua, nación, cultura y religión, podíamos sentirnos fraternalmente unidos en este logro y hazaña común, mandó mil cartas a cien países, recibiendo en respuesta 700 contestaciones. Así nació y quedó instaurado el día del amigo.
Nos enorgullece que un argentino sea el creador de este festejo y el que haya tenido la iniciativa de este día. Los argentinos nos caracterizamos por la estima de la amistad, haciendo de ella un culto cotidiano. Esta es una de las grandes y buenas cosas que tenemos los argentinos entre nuestros valores comunes: El sentimiento de la amistad.
El poeta Mario Benedetti decía que el amigo es “ese alguien que al entrar en nuestras vidas la cambia por completo. Es quien nos hace creer que en el mundo todavía existen realmente cosas buenas. Es ese alguien que nos convence de que hay una puerta lista para que nosotros la abramos”.
¿Vos qué puertas te atreviste a abrir gracias a tus amigos?; ¿Qué umbrales has pasado?
También Jesús dijo de “Yo soy la puerta” (Jn 10,9). Él es también una posibilidad de amistad para todos.
Texto 2:
Amigo, en este tiempo te he recordado y he evocado algunos símbolos de tu universo personal. Me ayudaron a estar con el pensamiento y el afecto cercano a vos, a tus cosas y a transitar desde otro lugar para ingresar a tu mundo, descubriéndote desde allí.
Las cosas que te gustan y que elegís hablan de vos, te pronuncian. Vos le das profundidad a las cosas y no al revés. Ellas me interesan porque vos las elegís. Sobre todo si yo, personalmente, tengo otros intereses y gustos.
Experimento que en nuestra relación todo es un regalo. Siento que allí nunca es mucho. En el verdadero afecto, palabras como "mucho", "bastante" o "suficiente", no existen. Nunca es bastante. Todo lo que hago no lo hago para que me lo devuelvas sino para que lo recibas. Al recibirlo me lo volvés a dar.Si me lo dejara para mí, me vaciaría. El don se multiplica si se es generoso con él.
Cada uno da a su manera. Yo también recibo mucho d