17/06/2026 – En su tercer encuentro de Reflexiones para la Semana del mes de Junio, la Hermana Silvia Somare nos invita a una profunda meditación sobre el verdadero significado de amar desde el corazón, al modo de Jesús. Este amor, tal como lo experimentó y enseñó Jesucristo, dista mucho de una emoción superficial o un sentimiento resguardado. Por el contrario, es una entrega radical que implica una apertura genuina a la herida. Jesús, en su infinita compasión por la humanidad, no temió exponerse al sufrimiento, a la incomprensión y al dolor. Su amor fue tan inmenso que eligió la vulnerabilidad como camino, demostrándonos que amar de verdad es, intrínsecamente, arriesgarse a ser lastimado. Es un acto de valentía que despoja al corazón de corazas y defensas, abrazando la posibilidad del daño en pos de una conexión auténtica y profunda.
Esta invitación de Jesús a amar abiertamente y a exponernos a la herida no es una propuesta masoquista, sino una revelación del verdadero sentido de la vida. Si bien el acto de amar nos hace vulnerables, también nos conecta con la esencia misma de nuestra humanidad y con la capacidad de experimentar una alegría y una plenitud que de otra manera serían inalcanzables. Es en esa entrega sin reservas, en esa disposición a quebrar nuestras barreras, donde reside la posibilidad de amar genuinamente. Porque solo cuando nos permitimos sentir plenamente, incluso el dolor, es cuando podemos experimentar la grandeza de un amor que transforma y da sentido a nuestra existencia. En última instancia, la invitación es a amar como Jesús amó: sin miedo, con el corazón abierto, encontrando en la vulnerabilidad la llave hacia la vida plena.
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