17/08/2021 – Una nueva entrega de “Convocados”, un espacio semanal para pensar la vocación y las vocaciones en la Iglesia junto al padre Pablo Savoia, sacerdote de la diócesis de San Martín, junto a Damián Barneche nos invitaron a conocer la vocación laical consagrada. Una invitada especial para conocer de primera mano este llamado, Verónica Lobo, misionera de la Inmaculada del Padre Maximiliano Kolbe.
Ésta vocación laical consagrada existía de hecho en los tiempos de los primeros cristianos donde ya, existían mujeres y varones que decidían seguir radicalmente a Jesús. Fue recién reconocida en el año 1947 por el Papa Pío XII. Se trata de poder vivir la consagración al mismo tiempo que la secularidad, permanecer en el mundo sin ser de él.
Como siempre nos recuerda Damián, cada forma de vida acentúa un rostro de Jesús, los laicos y laicas consagradas vienen a a acentuar la vida oculta del Señor, esos primeros 30 años en donde vivió como uno de tantos permaneciendo en el mundo. Son personas que viven de su trabajo, profesan los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia pero lo viven en las circuntancias ordinarias. Viven la consagración a Dios en medio del mundo.
Verónica nos compartió como fue ese primer encuentro con las misioneras de la Inmaculada del Padre Maximiliano Kolbe siendo una adolescente de 17 años. Participaba en las actividades que llevaban adelante las misionera con los jóvenes. La alegría que irradiaban fue una de las cosas que más le llamó la antención. En ese momento Vero estaba terminando el colegio secundario y no se le cruzaba por la cabeza la idea de una vida consagrada al Señor. Nos dijo: “de mi familia recibí el camino de la fe y los sacrametos de inciación. Me sume a las iniciativas que hacían las misioneras porque me invitaban, no pensaba en una vocación a la vida consagrada. No tenía idea de lo que era la vida consagrada. Lo que me llamaba la atención era la alegría y su cercanía a los jóvenes.”
“Lo que más me llamó la antención fue conocer a María, una joven que adhería al proyecto que Dios le propoponía” y agregó que el Sí de María fue lo que la interpeló y la llevó a conocer la espiritualdiad mariana a los 17 años. “Este ofrecerle a María nuestra vida para caminar como ella, esta joven que dice sí a Dios a través del Ángel”.
“Fue un llamado muy claro para mí. En un retiro, fue un encuentro muy especial con el Señor, a diferencia de otros que hacen largos discernimientos, yo experimenté fuertemente el llamado del Señor a una vida consagrada sientiendo que tenía que dar este sí como María lo había hecho a la pregunta del Ángel. Y donde encontré mi lugar fue en las misioneras de la inmaculdada. Vivo mi vocación como una forma de llevar a Dios al mundo, siendo levadura en la masa. Estar en el mundo haciendo conocer al Señor”, dijo Verónica.
Para conocer más sobre ésta vocación te invitamos a escuchar el programa completo.