20/07/2018 – El Padre Fernando Cervera, sacerdote jesuita, reflexionó sobre la impotencia. Comenzó diciendo que “Hay diferentes tipos de situaciones de impotencias, uno siente impotencia bajo situaciones de enfermedad, económicas, políticas y parecería que nunca nos vamos a curar de esa soberbia, de la soberbia del alma”, expresó.
Agregó que “Podemos decir que algo en el fondo de nuestra alma nos está diciendo que somos finitos”. Y destacó que “En nuestra impotencia Dios obra, nuestra impotencia nos posibilita derrumbar nuestra soberbia”.
“Y todos contamos con el poder para intentar cambiar diversas situaciones y también tenemos la potencia que es el empuje que nos lleva hacia delante”. “Es bueno ejercitar el poder de la paciencia, el poder del amor sobre todas las cosas. El poder de la vida que renace y recomienza. Para ello hay que tener amor y mansedumbre en el corazón”, indicó.
Finalmente, dijo que “También tenemos la comunidad, que es para nosotros una necesidad, tenemos que vivir con el vínculo de los demás que nos sostiene”. “Y es la comunidad la que me puede ayudar cuando siento que algo me empieza a doler“. “Dios no quiere que la impotencia nos tome la vida. De a poco vamos dejando esa soberbia que se nos ha ido metiendo. En nuestros hermanos encontramos esta presencia de Dios y la impotencia deja de ser un problema”, concluyó el sacerdote jesuita, Padre Fernando Cervera.
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