¿Qué necesito que me enseñen para ser un docente de calidad?

miércoles, 8 de agosto de 2007
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Hay una problemática que tiene que ver con lo educativo que va llenando nuestras vidas porque esto nos toca a todos en algún punto. Tenemos a nuestros docentes, a lo mejor, en nuestras familias, un primo, un tío, su mamá, su papá que es docente. Tenemos a niños en edad escolar, a jóvenes universitarios, podemos decir que es una problemática que nos toca a todos desde algún punto.
Esto que ha venido sucediendo en los últimos años, es como que nos ha ido despersonalizando de esto que en otros tiempos era muy respetado.
El docente era muy respetado, el maestro como tal, que tenía esa envestidura de guardapolvo blanco, era una institución en si mismo.
El maestro tenía la autoridad para decirnos como debíamos comportarnos, para darnos una palabra de aliento.
Un maestro también tenía una palabra de cariño cuando la necesitábamos y por sobre todas las cosas, nos enseñaba no solamente aquellos conceptos que tienen que ver con lo pedagógico, sino que nos enseñaba para la vida.
Los años fueron pasando, esta realidad cambió en nuestro país, pero también cambió la forma en que nosotros miramos a nuestros docentes. Ya no los miramos con respeto, ya encontramos a ese docente como un enemigo, hemos tenido casos, lamentables en le país, de violencia donde padres golpean a los maestros.
Es una problemática que debemos abordarla con mucho respeto porque maestro no se le llama a cualquiera. Maestro no es cualquiera, es una vocación muy especial que tiene que ver con el educar y el enseñar.
Y en este educar y enseñar, hay que saber como se educa y se enseña, entonces, hoy queremos ponernos en este tema de ¿ Qué necesito que me enseñen cuando yo tengo esta vocación dentro mío y quiero ser un buen docente?.
Aparentemente lo que se enseñaba en esta carrera y en la vida, porque también hay que decir que en la casa se enseñaba a respetar al maestro de una forma que hoy no podemos encontrarla, no se está viendo en nuestra sociedad el respeto a nuestros docentes.
Por eso, vamos a compartir este tema con dos profesoras, licenciadas que tienen que ver con esta búsqueda de darle a los docentes esto que están buscando tanto y no tienen de donde sacarlo.
Están con nosotros la licenciada Lucía Irene Mengo Mena y la profesora Sonia Zini.

Anabel Thanos: ¿Cómo le va chicas?

LIMM: Buen día. Primero que nada queremos agradecerte el espacio que nos brindas para ponernos en contacto con todas nuestras pares, porque vos bien lo decís, ha habido un cambio de concepción y de miradas, y a veces en esto del postmodernismo hemos perdido la mirada fundamental que es la mirada como seres humanos, osea, la cultura humanizante.
Entonces, en esto de las competencias del individualismo, de mirarme solamente yo y yo soy lo único que importa, obviamente hemos perdido un montón de situaciones que se ve reflejada en el aula.
No solamente en el aula, en el contacto con el chico, con el adolescente, con el joven y adulto, porque acá la educación no es sólo los niños, es la educación un tema permanente.
Hemos perdido el ¿por qué estoy haciendo esto? ¿por qué elegí ser docente? ¿ por qué yo he perdido ese gusto y ese afianzamiento hacia el lugar al que yo iba? Y eso se traduce en que lo importante es lo que yo estoy dando, esa imagen que se refleja en las acciones de los chicos, de los jóvenes, de los adultos.
Los chicos también perdieron ese gusto por ir a la escuela, los jóvenes también no le ven el sentido y eso es porque los adultos en nuestras prácticas diarias estamos desganados, estamos no encontrando el sentido de por que vamos  y nos sentimos a veces muy presionados porque llega a nuestros oídos la culpa de todo, “la culpa es de la escuela, es la maestra” y no asumimos la responsabilidad como sociedad.
En este momento estamos trabajando sobre la temática de la calidad en la educación.
Uno de los trabajos, el eje es quienes son los beneficiarios de la educación, y el beneficiario de la educación es la sociedad.

AT: La sociedad toda, no queda nadie afuera.

LIMM: Es todo el contexto y en todos los momentos. Y dentro de eso está lo de echarnos la culpa entre inicial, nivel medio, la institución, la maestra.

Sonia Zini: Nos vamos pasando las culpas y esta cadena ¿en que termina?
Tenemos que encontrar un responsable aunque creo que es más interesante que nos pongamos a trabajar todos.

AT: Hablando de trabajar, las chicas están aquí porque están trabajando y de verdad porque han traído una propuesta más que interesante.
Tengo aquí un folleto sobre el proyecto congreso taller provincial para docentes de todos los niveles, pertenecen  a IFUCPEI (Instituto de Formación Universal, Capacitación, Perfeccionamiento e Investigación)
Me encanta esta nombre que parece una sigla medio difícil de decirlo pero planteado como Instituto de formación universal, es para todo el mundo, esto que nos está haciendo falta a todos y en este título que está pensado para los docentes, podríamos nosotros ponernos del otro lado también, ¿qué necesito que me enseñen para ser un alumno de calidad? ¿qué necesito que me enseñen para ser mamá de un alumno de calidad?

LIMM: Una comunidad que contenga a cada uno de sus miembros con calidad de vida.
Que es otro tema que nos estamos olvidando. Como vivimos, como en este momento los individualismos, esto que vemos a diario en los medios de comunicación, se ensañan en demostrar, como desarrollando el morbo en las personas.
¿Nos hemos preguntado si nosotros no somos los culpables de permitir que no se vea lo bueno del hombre, su obra, y vemos sólo los defectos del hombre?
Pienso que el trabajo es comunitario.
En el título pusimos ¿qué necesito que ME enseñen? Porque siempre un congreso se ha planteado el eje en otro. Yo vengo, me siento, escucho y me voy. Y en realidad no se si me llegó.
Acá es al revés. Yo soy el eje, como docente y por lo tanto vamos a repensar conjuntamente las prácticas, los espacios de reflexión y vamos a producir para exigir.
Desde mi conocimiento personal y con mi entorno, vamos a exigir porque me siento débil en esto, fuerte en aquello. Entonces yo necesito que me construyan parámetros de fortaleza dando yo me siento débil.
Un tema fundamental es que los expositores son gente de educación, no teóricos de un escritorio.

AT: Gente que está con los chicos, que está con los alumnos.

LIMM: Exactamente. No es el nombre, no es traer el nombre.

AT: Ese catedrático que no se da nunca con el alumno, que puede escribir libros fabulosos sobre educación.

LIMM: Pero no tiene la vivencia y lo importante es la vivencia.
Vos podés escribir hermosos libros teóricamente, siguiendo una corriente pedagógica, hoy está de moda fulano, mañana perengano. No. Acá estamos hablando con expositores que van a motivar porque ellos vivieron tal cosa.
Si hablamos del doctor Díaz Ricci, ha sido 45 años docente nada menos que con adultos, buscando ese sentido, ese complemento para el adulto.
Nosotros hemos tenido una vivencia excelente que vamos a traer al congreso. Una mujer que a los 80 años se recibió de profesora y ejerce. Fue nuestra alumna analfabeta que empezó en el SEMPA a los 63 años y fue modelo de jóvenes.

AT: Esto pasa cuando vos te encontrás con una maestra de verdad delante de tuyo, y el docente es docente en todo momento.
Aquel que tiene la vocación, te encontrás en tu casa y te das cuenta que es docente, porque no solamente te va a tratar de enseñar lo que sabe, lo que aprendió o la materia a la cual se dedica, sino que te va a estar enseñando y va a tratar de aplicar la pedagogía en todo lo que hace.

LIMM: Es como cuando tus hijos te dicen: “mamá, no están en a escuela” .Vos comenzás a señalar cosas que estás visualizando.

AT: Nuestra educación está en terapia intensiva, pero no se ha muerto. Podemos hacer algunas maniobras de resucitación, podemos hacer un tratamiento intensivo.
Sabemos las cosas que tenemos: violencia en la escuela, miedo de recibir a los padres, tenemos miedo que los docentes arruinen la vida de nuestros hijos, tenemos una sociedad que se encuentra como anárquica de diferentes autoridades que no están ni en la familia, ni en el colegio.
Tenemos muchas cosas, podemos hacer una sopa, un caldo con ingredientes que nadie quiere tomárselo.
Entonces, en vez de estar buscando ver quien puso la cebolla, quien la zanahoria, quien metió esa papa, quien puso el vinagre y quien puso los ingredientes que no iban en la sopa, tomemos conciencia que lo hicimos entre todos.
Esto lo hemos hecho un poquito cada uno de nosotros. Queremos culpables, pero tenemos que empezar por cada uno.

SZ: Exacto, hay que tirar líneas de repensar espacios, de repensarnos cada uno de nosotros. Yo creo que hay otro tema que hay que pensarlo.
El primer tema es que tenemos que dejar como pueblo de ser adolescente. Siendo el adolescente un joven que está en el proceso de formación para ser un futuro hombre, ciudadano que buscamos que sea un proceso de educación, un hombre constructivo, que aporte para ir en ese espiral ascendente de progreso de los pueblos.
Básicamente los pueblos también tienen que dejar de ser adolescentes.
¿Por qué digo que somos adolescentes? Porque el adolescente nunca asume las responsabilidades sino trata que la responsabilidad la tenga el  otro.
Eso a un joven que está en crecimiento, en formación, lógicamente se lo perdona, ¿y el pueblo?

AT: Ahí entramos en otro aspecto.

SZ: Ahí también entramos las docentes. Tenemos que pensarnos.
Primer punto ¿el papá es un enemigo? Yo docente, ¿tengo miedo?, yo docente ¿realmente asumí el trabajo de docente porque respondo a una vocación de docente, o porque no tengo otra cosa que hacer?
Acá también es un tema muy duro.

AT: En esto te encontrás con mucha gente que te dice que el magisterio se hace para una salida laboral rápida y vas pagándote la carrera que vos querías, por ejemplo psicopedagogía. Y esto te da de comer más rápidamente.
Hay un poquito de esto, es otro ingrediente de la sopa.

LIMM: En esta sopa, los primeros que nos tenemos que analizar porque somos los que realmente hoy en día estamos soportando un gran peso, a veces un peso personal y a veces un peso social, somos los docentes.
Por eso, lo primero que tenemos que hacer es valorizarnos, querernos, empezar a ver lo que hemos hecho y lo que debemos mejorar y no decir “esto no se puede solucionar porque fulano, porque la sociedad no quiere, porque el gobierno no nos paga…” El sueldo docente nunca fue bien pago.

AT: Como tantos otros.

LIMM: Si, se nota que hay sectores más privilegiados.
A veces, tomando con mucho cuidado lo que voy a decir, nos quejamos por el sueldo de los choferes de colectivos que son más altos que los nuestros. ¡En buena hora! Porque nosotras docentes no nos valorizamos y decimos que también tenemos que llegar a un sueldo digno porque tenemos familia y todo. ¿Qué está pasando ahí? ¿Será que la sociedad no nos ve como importantes?

AT: Sonia, ¿tenés algo para comentarnos?

SZ: Es con esta cuestión de pasar las cosas para otro lado. Dejemos de pasar esta pelota, dejemos de ver quien puso que en la sopa.
Yo vuelvo a insistir, a mi me gusta este término de “nos pongamos a trabajar”, ver lo que pasa.
Porque el comentario viene a raíz de lo que decían y recordé una nota en un diario que no lo puedo citar textualmente, ni recuerdo el diario, pero era una mamá que decía que como a la hija no le iba  bien, que aunque sea estudiara para maestra.
Fue un comentario que a mi, personalmente, me dolió mucho, porque los docentes no somos eso, los docentes somos comprometidos y cuando empezamos esta carrera sabíamos que no íbamos a dar la  vuelta al  mundo en las vacaciones porque no nos iba a alcanzar.
Porque siempre fuimos mal pagos, entonces, si la elegimos asumamos el compromiso que elegimos porque lo mismo vos tomás la decisión de serlo. Adelante con lo que estás haciendo, lo que sea, hacelo bien.

AT: Si nos situamos en algunos pueblos, donde todavía esto no ha llegado, porque hay células que están intactas en educación y que sirven de referencia y el maestro es alguien a quien se respeta por sobre todo y al médico, y al policía, donde cada uno tiene su rol y en donde cada uno tiene su respeto por lo que éste ser humano me brinda.
Entonces, tenemos que decir que en el tiempo, el maestro se ha ido desvalorizando a si mismo por alguna postura que ha ido tomando, ya sea vocacional y también por algunas cuestiones que nos han sucedido en nuestro país, nuestra economía que bastante inestable hemos sido.

LIMM: En la década del 90´ en el proceso de la construcción educativa, hablamos de la época de la represión, ya habíamos sufrido la época de la represión, digamos que la década del 90´, con la Ley Federal de Educación, fue desestructurar todo lo que fue el sistema educativo.
En un mismo barrio podemos tener 5 ó 6 sectores, niveles, programas, no podemos cambiar los chicos de un lugar a otro si nos cambiamos.
Quiero decir esto, es un largo proceso el que hay que reconstruir, pero justamente que belleza tenemos que reconstruir.
Yo siempre me acuerdo de la generación de 1837, cuando Esteban Echeverría estaba preocupado porque a 27 años del movimiento revolucionario de Mayo, se planteaba la generación del 37´ que habían perdido el rumbo. Por lo tanto decían: “tenemos que volver a Mayo”
Entonces, yo digo, hay que repensar todo lo bien que hicimos, que nos llevó a ser un país de primera magnitud educativa, respetados educacionalmente en todo el mundo, porque los tenemos afuera, auque a veces duela como mamá que tiene un hijo afuera, donde afuera lo valorizan por la formación que le dimos nosotros y acá no los podemos retener.
Ese es el punto, creo que nosotros nos tenemos que fortalecer entre pares diciéndonos a cara lavada “mirá, yo fallé en esto, y no fallé en esto otro, y como no fallé en esto yo lo aporto y ver como lo podemos ir fortaleciendo….”

AT: Esta es la realidad, tenemos este sistema educativo y ahora hace falta mucha humildad para darse cuenta que muchas veces no estamos haciendo las cosas bien, pero porque no es culpa de nadie sino porque somos parte de una sociedad y tomamos características de esta sociedad.
No es tampoco de echarse toda la culpa, sino que vamos buscando nuestras soluciones.
Encontré una frase, buscando material para este tema, que me gustó y dice: “Cuando pienses que todos tus esfuerzos, desvelos y sacrificios por educar no dan ningún fruto, no desesperes, ama.”
Me encantó porque, gracias a Dios, todos podemos ubicar, aunque sea, un docente, un  maestro, un profesor, un abuelo porque para ser maestro pueden ser maestros de la vida de quien podemos decir esta persona si que era un buen docente, esta persona si que es un buen docente.
Y encontrarme con docentes como ustedes que están frente a tantas vidas, tan apasionadas y si están en este proyecto es porque son unas enamoradas de la docencia y seguramente, cuando esa semillita empezó a crecer, esa semillita de la vocación, se pensaron a lo mejor no en este contexto histórico, se pensaron en otra cosa.
Lo bueno es que yo no se de donde sacan fuerzas, pero en medio de todo este lío y esta sopa que nadie quiere tomarse, ustedes se animan a querer construir esto.

LIMM: Hay muchas docentes que trabajan en un silencio absoluto y que están construyendo. Lo que nosotros somos es un poco retomar las voces de ellas, que a lo largo y ancho de nuestro país escuchamos y las voces de lo positivo y lo negativo, y lo queremos hablar un poco por ellas.
Hay una frase “Cuando tu pones a Dios en tu empresa, déjalo hacer a El, que El te va librando tu camino”. Si elegiste ser docente, sabes que estás en el mejor camino, que es como el camino de la mamá, del papá, es el mejor camino, es dar vida, luz, conocimiento, dar un ser humano que construye a favor de esta continuidad del proyecto de Dios, porque a veces olvidamos que tenemos un Creador, ponéle el nombre que quieras, es lo que ocasiona las desesperanzas, los suicidios.
Hay que acordarse de que nosotros somos parte de ese microcosmos que Dios, o el Creador, o Alá, o lo que quieras decir, puse en este mundo para construir una misión.

AT: No podemos hablar de religión en los colegios porque la moral discrimina, no podemos hacer esto o aquello, no podemos… no podemos… entonces, es lindo encontrarnos con esto que estamos compartiendo, que nos han traído esta esperanza.
Quiere decir que están en las aulas bien plantadas, están buscando creativamente por donde salir.
Y a nivel de la formación, cuando abordamos el tema de la formación para docentes, creo que sería diferente si no se dieran puntos por aprender.

LIMM: Yo creo que si.
Hemos sufrido una acción muy traumática desde hace varios años donde está la carrera individualista de ver quien tiene más, quien acumula más puntos y pasó un hecho donde se compraron los puntos.
Yo llego a un cargo por la mayor cantidad de puntos que compré, y empieza la horrible discriminación.
Y aquel docente que no tenía dinero para comprar puntos, que lo hizo con esfuerzo y fue a las clases, que lo hizo por distancia tal vez.
Y acá surge otra cosa, volvemos al principio. ¿por qué echamos las culpas a una modalidad educativa que en el mundo acercó la educación a todos, en la distancia a aquel que trabaja, aquel que vive lejos a un centro educativo?
Echamos la culpa a la distancia de una inmoralidad que cometemos cada uno de nosotros, porque cada uno de nosotros sabemos cuando compramos puntos.

SZ: Cuando hay alguien que vende es porque hay alguien que compra, esto es una ley económica, es la ley de la oferta y la demanda.

AT: Aquel que compra y llega porque compró, lógicamente no tendrá ni autoridad, ni formación y no será un buen docente.

LIMM: Y provocará violencia aúlica, no sabrá como contestar a un niño, a una mamá, a la directora. Se crean los conflictos inter y extra escolares.
Nos llevamos mal con nuestras compañeras porque nuestra compañera que llegó con el esfuerzo del saber tiene que compartir con esta otra que llegó porque tuvo resto económico y alguien que le vendiera puntos.

AT: No se me asusten, porque esto pasa en todos los niveles, quizá no lo sabías claramente, pero los docentes si lo conocen, es moneda corriente dentro de las instituciones.
Esto pasa a nivel médico, en los hospitales, pasa a nivel político, en todo, porque está muy metido dentro nuestra cultura, el poder comprar algunas cosas que no podemos alcanzar con el esfuerzo.
Está metido en lo que nos muestran los medios de comunicación, hacete cantante ya, hacete profesional ya, todo ya y un docente no es un llame ya, un docente se forma durante toda la vida.
Nos estamos encendiendo de nuevo, estamos como encendiendo la posibilidad de construir y quiero volverme un poco y preguntar a Sonia que es profesora y está formando parte de este equipo académico junto a otros profesionales.
Este taller que ustedes están proponiendo a la comunidad, ¿a quién está dirigido?

SZ: Está dirigido a todos los docentes y todos los aspirantes a la docencia por la modalidad de taller.
Por esto que al principio Lucía decía que no solo va a haber disertantes sino que va a haber trabajos de equipos.
Estos equipos van a ser uno de nivel inicial, uno nivel primario, un equipo nivel secundario, uno superior y un equipo de profesores técnicos.
Entonces, como cada uno se va a reunir con sus pares y van a tener que resolver cuadernillos que les vamos a entregar nosotros en ese momento, es una cuestión para todo el mundo, para todo aquel que tenga ganas de trabajar en eso que yo te decía, pero todo aquel que tenga ganas de caminar con la calidad educativa.

AT: Este llamado que ustedes han sentido y que le han dado formato de Congreso pero taller, que ya ahí están transgrediendo algunas cosas porque un congreso tiene que ver con alguien que se para adelante y te trae catedráticamente y que puede tener muchos títulos y ser doctor, licenciado, escribir libros.
Acá nos vamos a encontrar con gente que prácticamente viene con el guardapolvo puesto, con gente que va a trabajar.

LIMM: Exactamente.

AT: Nosotros aquí abordamos esta problemática con la alegría de saber que de verdad podemos hacer algo.
Y ellas son dos docentes de vocación, porque hay que tener vocación para meterse en este lío y querer construir algo y cambiarle el gusto a esta sopa.
Creo que lo están haciendo y sabemos que junto a ustedes, muchos maestros, profesores y docentes están haciéndolo en nuestra Patria, silenciosamente apostando por una Patria nueva.
Así que muchísimas gracias por haber construido, porque no nos paramos para echarnos culpa,  nos paramos para construir.
Y eso es lo que logramos.

LIMM: Y una cosa para recalcar. Es que no se olviden que el trabajo en equipo hace a toda tarea pesada más liviana.
Trabajemos en equipo.
Todas las docentes que nos escuchan trabajen con el otro, no solo para si misma y van a ver que la tarea docente es totalmente diferente, no nos encerremos en nosotros, sabemos que tenemos muchos problemas, que somos taxi, que corremos, pero en ese momento que estamos con las compañeras, hablemos.
No importa las diferencias, los distintos pensares, desde las diferencias construyamos el espacio de la educación, demos la mano, aceptemos que el otro piense distinto y van a ver que todas juntas, en cada institución escolar, lo podemos hacer.
Se puede y mucho. Podemos hacernos valer y exigir lo que valemos económicamente porque también somos trabajadores pero también somos personas.
Gracias por darnos este espacio.

AT: Muchas gracias a ustedes por estar entre nosotros, gracias por hacernos sentir que podemos.

SZ: Gracias a ustedes.