28/06/2021 – A sus 34 años, Juan Obando vive en Río Gallegos (Santa Cruz) y es el director diocesano de Cáritas más joven de Argentina. Juan es chileno, antes de la pandemia se dedicaba a la producción de eventos y durante varios años formó parte de la Pastoral de Juventud. “Acá todos me conocen por “Chili”. Mis abuelos eran de la vieja Yugoslavia y mis padres son chilenos. Somos 3 hermanos y yo soy el mayor. Llegué a Argentina con 8 años y puedo decir que Río Gallegos es muy malvinense y magallánica”, expuso Juan. “Me enamoré de Jesús desde los brazos de una familia muy creyente, con una abuela que era legionaria y voluntaria del Hogar de Cristo en Chile, soy nacido en la Isla de Chiloé pero criado en Rio Gallegos desde muy niño. Tengo como dos bases muy marcadas en mi formación que el Movimiento de los Focolares y los Hogares de Cristo”, agregó.
“Fui creciendo como monaguillo, hasta armar mi primer grupo juvenil en la parroquia Fátima en Rio Gallegos, una capilla chiquita inmersa en un barrio popular. Luego de esto fui coordinador de la pastoral juvenil de mi ciudad y luego la Diocesana, esto fue un largo tiempo. Mi oficio es productor de eventos y luego de dejar la Pastoral de Juventud tuve que viajar por varios años, llevando mi fe a otros puertos de argentina y Latinoamérica. A principios del 2020 nuevamente en mi ciudad, mi cercanía con el obispo, el padre Jorge García Cuerva, me hizo volver al ruedo y terminar sirviendo nuevamente a mi iglesia, en este caso desde Cáritas”, matizó Obando.
“Mi abuela me enseñó a rezar”, aclaró Chili. “Mi papá es carpintero y san José es mi modelo a seguir. José nos enseña a ser segundos, ahí es cuando comenzamos a ser comunidad”, precisó el joven. Hace unos días atrás, el obispado de Río Gallegos publicó un texto escrito por Juan sobre el padre adoptivo de Jesús, titulado “Somos José”. “¿Qué le preguntas a Dios cuando sabes que formas parte de algo muy importante, pero aparecerás y desaparecerás cuando Dios lo decida? Porque a todos en la vida nos gusta ser protagonistas, a todos, no podemos querer ser actores de reparto de nuestra propia vida. Soñamos con nuestra casa, con nuestros proyectos, con nuestros hijos, con nuestros nietos, queremos estar ahí, no queremos que nos cuenten como pudo haber sido nuestra vida”, afirmó Obando en el inicio de su reflexión. “¿Qué puede estar mal si llevas a Dios en tus brazos?”,. es la conclusión a la que arribó.
Finalmente, Chili compartió esta oración:
Señor Jesucristo, queremos darte gracias
porque has permanecido con nosotros en el encuentro,
en la oración, en la solidaridad
y en el servicio a nuestros hermanos, sobre todo a los más pobres.
Enséñanos a ser una Iglesia lugar de encuentro, creativa,
que reciba la vida como viene, que seamos todos uno.
A nuestra Madre, María Auxiliadora, a San José
y a nuestro Patrono San Juan Bosco, confiamos nuestra vida.
Amén.
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