¿Quién es Jesús para mí?

viernes, 5 de abril de 2019
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La Catequesis en un minuto

Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.
Se acercaba la fiesta judía de las Chozas,
Sin embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver.
Algunos de Jerusalén decían: “¿No es este aquel a quien querían matar?
¡Y miren cómo habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías?
Pero nosotros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es”.
Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: “¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen.
Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me envió”.
Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora.

Juan 7,1-2.10.25-30

El Evangelio de Juan ubica el drama mesiánico en el interior de la historia del pueblo de Dios. En particular, une la vida de Jesús con las grandes celebraciones hebreas, que tenían como objetivo mantener viva la memoria de las obras de Dios para con el pueblo elegido.

Como siempre, en Juan los pequeños detalles adquieren un valor simbólico que esconden y revelan algo que está por detrás de lo que se está diciendo: ¿por qué aparece el complot de Jesús pocos días antes de la fiestas de Las Tiendas? En esta fiesta se agradecía a Dios las cosechas y se recordaban los cuarenta años pasados en el desierto; se construían chozas con ramas -también en Jerusalén- a las que se iba a meditar. Simbólicamente hablando, era un retiro en el desierto. Y la controversia que relata Juan se sitúa justamente en la víspera de esta festividad propicia para la reflexión. Es como si Jesús, en este contexto, hiciese un último esfuerzo por invitar a los adversarios a reflexionar sobre su persona y sobre sus obras. Sabemos que el resultado fue negativo: buscaban la forma para detenerlo.

¿No podríamos nosotros, siguiendo la sugerencia de la liturgia de hoy, hacer este alto en nuestro camino? Tomarnos un tiempo para releer, meditar este texto inagotable, para preguntarnos interiormente sobre la persona de Jesús? Para mí, ¿Quién es Jesús? Tal vez me suceda como a los discípulos, que fueron seducidos por Jesús. El tiempo les va a revelar que han seguido a Aquél que ha venido a poner las cosas en orden, haciéndose uno de nosotros desde el servicio y desde la caridad.

Si Jesús es el centro de tu vida, el gran amor de tu vida, date un tiempo para que se asiente en tu interior, para agradecerle el cambio que ha producido en tu corazón, para reposar en Él por la paz que te trajo en medio de la tormenta; para gozarte en Él. Si Jesús es la fuerza que te redime y te salva, que te pone de pie y que cada mañana te invita a levantar la mirada porque, a pesar de todo, siempre hay algo nuevo que está queriendo nacer y renacer, en Jesús poné tu esperanza.

¿Quién es Jesús para vos? ¿Qué significación tiene la presencia de Jesús en tu propia historia?

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