Reencender el fuego

viernes, 28 de noviembre de 2014

Mate epico

Antonio Machado escribía “(En tiempos de desesperanza) Creí mi hogar apagado. Revolví las cenizas y me quemé las manos”Por eso, la invitación de este tiempo de adviento que comenzamos es a “revolver las cenizas” para ver si “queda fuego en ellas” y desenterrarlo. El viejo fuego no muere, sino que conserva en el rescoldo el calor para encender el fuego nuevo.

Hay mucho frío en nuestro mundo, que está esperando el calor del fuego hecho gestos. Hay demasiada sombra, oscuridad, que necesita de la luz de nuestro fuego. Esta luz no la hemos gestado nosotros: nos ha sido dada en el bautismo a través de nuestros padres y padrinos, que hemos confirmado nosotros, y de la que cariñosamente se nos pedirá cuenta: “Ustedes, que por pura gracia de Dios ven, ¿qué han hecho de la luz?. Ustedes que conocieron el fuego de mi amor ¿qué hogueras nuevas han encendido?”.

Un periodista hizo una vez una pregunta a un reconocido artista: “si se incendiara el museo de Louvre, ¿qué salvaría usted?” . El entrevistado, con mucha agudeza, respondió “yo salvaría el fuego”.

Dios quiera que nosotros en este tiempo, salvemos y rescatemos el fuego del amor hecho gesto en la caridad, ese fuego que está en el fondo de nuestro corazón y que necesita encender otros fuegos.

 

P. Angel Rossi SJ