Rezo del Rosario: un modo de contemplar en nuestra vida los misterios de Jesús

lunes, 11 de agosto de 2025

11/08/2025 – En un nuevo «Reflexiones para la Semana» nos acompañó la hermana Graciela, Dominica de San José. En el mes de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la «Orden de Predicadores», conocemos parte de su vida y el carisma de la familia dominicana.

En esta ocasión el tema central fue el vínculo de Santo Domingo con el Rosario, y una invitación personal para vivir con profundidad nuestra oración. Al respecto, la hermana contó que la devoción al Rosario está profundamente ligada a la historia de la Orden de Predicadores desde que, según la tradición, la Virgen María se apareció a Santo Domingo en 1208 para enseñarle a rezarlo y pedirle que lo difundiera como medio para acercar las almas a Dios.

El Rosario, explica la Hermana Graciela, no es solo una repetición de oraciones, sino “meditar la vida de Jesús de una manera sistemática”, recorriendo sus misterios gozosos, dolorosos, gloriosos y luminosos. Cada cuenta es una invitación a contemplar los momentos clave de la vida de Cristo junto a María, que fue testigo privilegiada de cada uno.

En la tradición dominicana, el Rosario forma parte del hábito y es elaborado por cada hermano o hermana antes de recibirlo, como signo visible de consagración. Su rezo cotidiano es entendido como una siembra espiritual: cada Ave María es una semilla que se esparce en la vida de la comunidad y en el mundo.

A lo largo de la historia, la Virgen del Rosario ha sido invocada en tiempos de dificultad, desde batallas y pestes hasta sequías, siempre como intercesora poderosa ante Dios. Para la Hermana Graciela, el verdadero sentido de esta oración es dejar que la Virgen forme en cada creyente la imagen de su Hijo. “Ella nos lleva a Jesús, y con cada Rosario rezado, el corazón se va moldeando a su estilo, en humildad y amor”.

Rezar el Rosario es caminar hacia Jesús de la mano de María, con la certeza de que cada cuenta rezada es un puente que une la tierra con el cielo.

Para escuchar la reflexión completa accedé al video del inicio