Saber perdonar, camino imprenscindible para una vida- fiesta

miércoles, 26 de marzo de 2008
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Existen falsos conceptos sobre el perdón que obstaculizan o impiden su realización. Por eso es importante eliminar falsas interpretaciones que en nuestra cultura hemos aprendido.

 

Lo que no es el perdón

 

* perdonar no es olvidar

 Es frecuente escuchar expresiones como “quiero perdonar y no puedo olvidar” y

“perdono pero no olvido”. Lo lógico y natural es no olvidar. Hay muchas situaciones que se perdonan pero que son imposibles de olvidar: puedo perdonar con la gracia de Dios a alguien que borracho, atropelló y mató a un familiar. Pero olvidar no es bueno. La memoria es un don de Dios. El perdón claro la está, me ayuda a purificar la memoria y al recordar el daño se mitiga el dolor. Éste es el milagro que debo conquistar. Así le sucede a muchos que pudieron perdonar realmente…

 

* perdonar no es lo mismo que llegar a la reconciliación

Reconciliación significa restablecer la concordia, volver a lo de antes y a veces mejor. Es un paso más allá que el perdón y puede llegar como consecuencia. Esto no significa que luego de perdonar debo reanudar mi comunicación como si nada hubiera pasado. “Este borrón y cuenta nueva” consistirá más bien en enterrar un asunto infantilmente, sin confrontar la situación, ni mis derechos, valores, daños o sentimientos, con muchas probabilidades que la situación se repita. Esto no es perdón.

El perdón se refiere a un cambio radical de actitud interior frente al autor del daño, pero no implica restablecer relaciones. Es posible perdonar y al mismo tiempo poner fin a la relación.

 

* perdonar no significa negar la ofensa o el daño

Para nada es bueno perdonar diciendo “aquí no paso nada”. Es sano reconocer los daños y lo que ellos producen en mi vergüenza, cólera, depresión. Es importante recordar mis derechos, expresarlos junto con sus sentimientos, preparando así el alma para llegar al perdón por el poder liberador de la verdad, tal como Cristo lo ha dicho: “la verdad los hará libres”. Es un paso necesario para iniciar el proceso del perdón.

 

*perdonar no se logra con el primer acto de voluntad

La voluntad, por supuesto, cumple una función importante en este proceso de perdón. Sin embargo interactúan la sensibilidad, el corazón, la inteligencia, el juicio, la imaginación. El perdón es al mismo tiempo el resultado de un proceso humano y una victoria de la gracia de Dios en el alma.

 

* perdonar no es aceptar injusticias

Perdonar no significa renunciar ala justicia. Es posible exigir justicia y perdonar. Hay casos donde la reparación no es posible, como son los accidentes con muertes. En estos o en otros casos que no llegan a ser fatales y donde el autor no buscó interiormente el daño, se habla de indemnización. Hay otros acontecimientos donde el delito fue planeado minuciosamente y en los cuales  no exigir justicia deja abierto el camino para que el delincuente reincida.

 

 

Fuente: del libro "La vida es una fiesta" del Padre Antonio Cosp.