Salmos Criollos

domingo, 5 de diciembre de 2010
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En este segundo domingo de Adviento la Iglesia nos invita a buscar la Reconciliación con Tata Dios… sabiendo que conoce lo profundo de nuestro corazón y está siempre esperando el regreso de sus hijos…

Salmo 138 (139) Dios Rastreador

 Vos, bichando me aguaitás

como puma en la espesura;

Vos conocés mi postura

y todos mis pensamientos,

si estoy despierto o durmiendo:

¡Rastreador de mis llanuras!

 

Antes de que abra yo el pico

ya conoces mis palabras,

como perrada que ladra

Vos me rodeas sin cesar:

yo jamás podré alcanzar

lo que a mi ciencia no cuadra.

 

¿Y ande dir, que no me sigas,

pa esconderme de tu vista?

Si ni el chajá te despista

con lo alto de su vuelo;

porque Vos desde tu cielo

no hay suceso al que no asistas.

 

Si le pido alas al viento

para volar hasta el mar

ni allí me podré ocultar

pues de tu lazo trenzado

ha de ser brujo el ganado

para poderse zafar.

 

Y si me hundo en la noche

pa esconderme en algún bajo

es unútil mi trabajo

porque pa Vos no hay tinieblas

y a la noche de más niebla

la cortás de un solo tajo.

 

Fuiste Vos quien me trenzó

en las entrañas maternas

y frente a tu ciencia eterna

yo me inclino y me recojo

pues ya estuve ante tus ojos

cuando era una sombra tierna.

 

Al grano hundido en el surco

Vos vigilás con esmero,

y en tu libro de estanciero

le tenés marcada fecha

en que habrá de dar cosecha

para principio de enero.

 

Imposibles de seguir

son las huellas de tu obrar,

y si las quiero contar

veo que como mis penas

son tantas como la arena

que arulla en su canto el mar.

 

Tirá nomás de la cincha

pa ver si aguanto el cimbrón;

si acaso mi corazón

se apartó de tu cariño,

yo te pido como un niño:

¡concedeme tu perdón!

 

“SALMOS CRIOLLOS”. Mamerto Menapache. Ed. Patria Grande