19/02/2025 – En el corazón de la Patagonia argentina, en la ciudad de Viedma, se encuentra la historia de un hombre que dedicó su vida a servir a los demás: Artemides Zatti. Nacido en Italia en 1880, Zatti emigró a Argentina junto a su familia cuando era joven.
En Bahía Blanca, Zatti conoció a los salesianos y descubrió su vocación religiosa. A pesar de enfrentar la tuberculosis, una enfermedad que lo aquejó durante gran parte de su vida, Zatti perseveró en su camino .
Zatti fue destinado al hospital San José de Viedma, donde se destacó por su labor como enfermero y boticario. Su carisma y dedicación lo convirtieron en un referente para la comunidad, que lo apodó “el santo de la bicicleta” por su incansable recorrido por la ciudad para atender a los enfermos.
Zatti no solo se preocupaba por la salud física de sus pacientes, sino también por su bienestar espiritual. Su alegría y buen humor eran contagiosos, y su presencia era un bálsamo para aquellos que sufrían.
A pesar de las dificultades y limitaciones impuestas por su enfermedad, Zatti nunca perdió la fe ni la sonrisa. Su vida fue un testimonio de amor y servicio, y su legado perdura hasta nuestros días.
En 2022, Artemides Zatti fue canonizado por la Iglesia Católica, convirtiéndose en el primer santo salesiano laico. Su ejemplo de entrega y humildad sigue inspirando a miles de personas en todo el mundo.
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