San José Obrero, el trabajo transforma el mundo

miércoles, 1 de mayo de 2019
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1/05/19.-

Catequesis en un minuto

Llegó a su pueblo. Se puso a enseñarle a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. ¿De dónde le viene esta sabiduría y este poder de hacer milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyo Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todos sus hermanos? ¿De dónde le vendrá todo esto? Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo.

Entonces les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su familia y en su pueblo”, no hizo ahí muchos milagros a causa de la falta de fe de esta gente.

Mateo 13; 54 – 58

Los textos bíblicos en su origen, utilizan un sustantivo que puede ser traducido como carpintero, pero que, en realidad, se parece más la traducción a lo que nosotros podríamos decir un changarín un emprendimiento de servicios varios, y en el que Jesús ayudaba.

Este trabajador de servicios varios abraza a todos y a cada uno de los trabajadores que tenemos responsabilidad como él de participar desde el trabajo en la transformación del mundo.

El trabajo, que como ha dicho San Juan Pablo II, en su génesis, tiene un plus, un valor subjetivo que el hombre le pone en su quehacer cotidiano, es justamente, es lo que hace que éste tenga un sentido de dignidad, que ayude verdaderamente a la realización y que sea lugar donde el hombre coparticipa con Dios de la obra creadora constante con la que Dios sostiene al mundo.

Catequesis completa