San Pablo, Pablo de Tarso

jueves, 10 de julio de 2008
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Primer sábado del mes dedicado al Inmaculado corazón de Maria

Oración Invocación del Espíritu Santo de Dios

Aquí estamos Señor Jesús, aquí estamos en esta mañana espacialísima para nuestra Patria, aquí estamos expectantes, con esa manera de esperar que pone en nosotros la virtud de la esperanza,  que es fruto maduro de la fe y que a su vez produce el amor. Aquí estamos Señor Jesús, luz de la  gloria del Padre, en una mañana oscura en muchos sentidos, estamos a tus pies, como ciegos, desorientados en su enfermedad, con una enfermedad que tiene que ver con el alma, los mas profundo del alma, la raíz del alma de una nación, de sus miembros, te pedimos que nos mires como miraste a tus discípulos, en la luz del Tabor, Jesús ilumínanos y quedáremos radiantes, cúranos Señor Jesús, con la palabra que abre los ojos y corazones a la luz, mentes y voluntades a la luz, instituciones, organismos, familias a la luz, envíanos Señor Jesús a la piscina de la vida nueva, danos Señor Jesús agua viva de la fuente de tu corazón traspasado, guárdanos en la prueba de la fe, por la que todos pasamos, como la pasaste vos Señor, manifiéstate Señor Jesús, poniendo en nuestros labios el grito del ciego curado.
Creo Señor, creo Señor.
Aunque vea poco,  vea a tientas, sombras, apenas este vislumbrando la luz.
Creo Señor, creo en tu presencia, creo en tu poder de amor, creo en tu bondad, creo en la fuerza de tu redención, creo en el poder de tu resurrección, creo en tu providencia, creo que estas Señor abriendo paso en nuestro caminar, peregrino de lo absoluto, maravilloso Señor envíanos tu Espíritu Santo a través del corazón Inmaculado de María. Amen.
María reina de la paz ruega por nosotros y por el mundo entero.

San Pablo, Pablo de Tarso

Esa figura enorme que es Pablo de Tarso, San Pablo, y también conocer la hondura, anchura, la profundidad de su pensamiento inspirado  por el Espíritu Santo a través de sus cartas que son maravillosas.
Cuando hablamos de la conversión de San Pablo, la iglesia la celebra el 25 de Enero, sin embrago mas que de conversión, seria apropiado hablar de vocación, de llamado, de encuentro.
Si entendemos que Saulo de Tarso era un buen creyente, de los que dedican todos  sus esfuerzos a Dios.
¿Se puede hablar de conversión?
Tampoco podemos emplearlo en el ámbito moral, pues no tenemos constancia de que fuera una persona  que llevara una vida perdida, todo lo contrario,  mas aun él presume de cumplir con todos los requisitos de la ley de Moisés, entonces en que sentido debemos hablar de conversión.
La respuesta la podemos hallar si leemos los textos Paulinos desde la vocación, esta palabra que viene del latín “vocare” que significa llamado.
Desde este encuentro de Pablo con Jesús.
Como en toda vocación, Pablo escucha una llamada de Dios y recibe  un encargo, una misión que  desarrollar.
El lo narra en término de encuentro, experiencia que hizo que todo cambiara, el perseguía a los cristianos, pero no se había encontrado con Jesús, por eso le pregunta en el camino de Damasco:

¿Quién eres?

Es muy importante, después del encuentro, la pregunta que hace Pablo:

¿Qué tengo que hacer?    
 
La experiencia cristiana después de toda llamada tiene estos dos pasos:
Primero: es el encuentro con la persona del Señor vivo:

¿Quién sos Señor?

Y enseguida aceptando un cambio de vida, de mentalidad, de criterio, de aptitudes, de forma de pensar y obrar, viene la segunda:

¿Señor que tengo que hacer?

¿Has tenido un encuentro con el Señor vivo?

Y como se manifiesta  esto en tu vida concreta de laica, laico, joven, adulto, casado, soltero, viudo, viuda, religiosos, etc.

Esto es fundamental en estos tiempos del relanzamiento de la iglesia, sobre todo en nuestra América, que  en agosto se prepara para lanzar una  gran misión continental por diez años, cada bautizado debe ser un evangelizar, un discípulo, un misionero, comenzado por el obispo, párroco, la religiosa, el laico consagrado, el laico.
Como respondemos a esto, en estos tiempos que realmente necesitamos, audacia, creatividad, valentía, fortaleza, sobre todo una disponibilidad y docilidad al Espíritu, con un corazón de niño sencillo, confiado, abierto.

Te diría que que te hagas la pregunta:

¿Te has sentido alguna vez tocado por Dios?
Dios deja huella en la persona que toca,
¿Y como son esas huellas, como las notado en vos mismos y en otros?

San Pablo nos habla de su  experiencia de vocación al comienzo de su carta de los Galatas, es importante ver como no se trata de algo distinto a lo que han vivido otros grandes creyentes, por ejemplo los profetas en el antiguo Testamento, si bien esta vez tiene matices únicos, lo propio de una vocación cristiana.

Lo primero que nos dicen los  textos bíblicos es que hay dos grandes momentos en toda vocación:
La llamada y la misión.
Y cuidado cuando vos estas escuchando la palabra vocación, no me estoy refiriendo solamente a la vocación  sacerdotal o de la vida religiosa, a lo que se llama hoy en día estado de vida especiales,  porque cada bautizado ha recibido en el bautismo una vocación, un llamado.
Los laicos, los juglares, los bautizados, sin dedicación especial de vida no son de segunda en la iglesia, al contrario, cada uno responde a su vocación, a su llamada, a la misión, dócil a la gracia y con un fuerte sello de santidad  de vida, de  cielo en la tierra anticipado
San Pablo habla de su experiencia y en ella podemos descubrir perfectamente delimitada tanto la llamada como la misión, eso lo vemos en Galatas 1, 15-17:

Cuando Dios que me había elegido desde el vientre  de mi madre, me llamo por su gracia y medio a conocer a su hijo para que yo lo anunciara entre los paganos, inmediatamente sin consultar a nadie en lugar de ir a Jerusalén, a ver a los que eran apósteles antes que yo, me fui a Arabia y luego volví a Damasco.

Este texto es muy rico, hay que leerlo despacio, de a poco.

Desde el vientre de mi madre, Pablo tiene  conciencia de haber sido elegido desde el vientre de su madre, no estamos ante el caso de alguien que haya vivido de espalda a Dios, o que no haya vivido honestamente ante Dios, es él conciente de que su llamada no es fruto de un descubrimiento interno, sino de una llamada que Dios había previsto y preparado cuidadosamente, la llamada de Dios del seno materno, la encontramos en dos grandes profetas del antiguo testamento.

Jeremías, 1,5

Antes  de formarte en el vientre de tu madre te conocía, antes que saliera del seno, te consagre como profeta de las naciones que constituí.

Isaías en el comienzo del segundo poema del siervo de Yahvé

Primero en dos versos paralelos pide que le preste atención y luego hablan de sus experiencias personales de haber sido llamado desde siempre por Dios.

Isaías 49,1

Escúcheme habitantes de las islas, presten atención pueblos lejanos el Señor me ha llamado desde el vientre de mi madres, desde el seno ha pronunciado mi nombre.

Cuando uno no puede más, es cuando Dios más puede en uno, hay que dejarlo a él actuar, hay que dejarse amar por él.

La liberación, con el testimonio transparente de Ingrid Bentacurt, de fe, confianza en la providencia, de fortaleza en las adversidades, en la opresión, en la injusticia, del reencuentro con sus hijos.
También muchos argentinos que han trabajado toda su vida, que se han sentido llamado oligarcas, golpistas, gente sencilla de nuestras tierras, yo creo que en todas estas cosas debemos unirnos fuertemente a Jesucristo, a su pasión, a su cruz, porque justamente es el gran pacificador de nuestras vidas, no sentirnos victimas pero tampoco sentirnos  resentidos ni rebelados, sino aprovechar esto para un crecimiento muy grande, ver como la justicia deja libre por faltas de meritos a un señor X, que andaba y venia con aviones por aquí y por allá, y procesa a otros sin demasiado fundamento, entonces parece  como que la justicia no es ley pareja para todos en Argentina, eso que sentimos desde mucho tiempo todos los argentinos y muchas cosas mas que sentimos en el corazón, no tiene que provocarnos de ninguna manera amargura, ni tristeza.
Inquietud para confirmar en nosotros toda la luz, la verdad y el poder de un Dios que nos esta amando en adversidad y que esta construyendo ya en nosotros su reino  para la vida eterna, entonces seguir peregrinando con la frente bien alta, con humildad, con sencillez, pero con fortaleza porque somos hijos e hijas de Dios. Y sabemos que  podemos aceptar los puntos de vistas y las opiniones de todos, tolerar a todos sin odiar a nadie, a través de un dialogo constructivo, abierto, sincero y sin presiones encontrar el camino de una reconciliación en esta gran familia que es nuestra patria, nuestra nación bajo el manto maternal de Maria de Lujan, no lo dudamos y por eso estamos en el camino, por eso duplicamos la oración delante el Señor y seguimos avanzando con una profunda serenidad interior, esto es fundamental, que Francisco de Asís interceda también y nos de cómo el supo vivirla esa paz interior en estos momentos de tanta agitación.

Esas palabras de Jesús en el camino a Damasco dirigidas a Saulo:
¿Saulo, Saulo porque me persigues?
Dios en el antiguo testamento no llama porque si, sino que pronuncia el nombre de la persona,  no llama como quien dice a bulto.
Podemos descubrir aquí el tacto de Dios, con cada persona, el Dios bíblico a diferencia de los dioses con minúsculas de otras religiones, insiste en lo personal, no en lo masificante, en que a cada uno hay que acercarse de distinto modo, porque somos únicos, decir el nombre y no decir oye vos fulano, sultana, escucha. Por eso cuando yo hago los bautismos aquí en mi parroquia, siempre insisto en el nombre, siempre el nombre es fundamental, el nombre es esa palabra donde Dios de va a reconocer  en esta vida y en la eternidad, y que hermoso es sentirse llamar por el nombre, te entra en la confianza.

En el relato complejo que narra la orden por parte de Dios de matar al hijo de la promesa, Dios llama a Abrahán, y el responde  obediente con el bíblico “aquí estoy “, después de esto Dios quizo probar a Abraham y lo llamo: Abrahán, Abrahán, y el respondió “aquí estoy”, Génesis, 22

El Señor vio que se acercaba para mirar y lo llamo desde la zarza, Moisés, Moisés, y el respondió “aquí estoy”, Éxodo 3, 4

El Señor lo llamo Samuel, Samuel, y el respondió “aquí estoy”. Primera Samuel 3,4

En el caso de Pablo, Lucas nos narra hasta en tres ocasiones la vocación del apóstol y en las tres insiste en que Jesús le llama por su nombre. Saulo, o Saúl el nombre hebreo que lleva con honra porque hace referencia al rey Saúl, de la tribu de Benjamín, el hijo póstumo de Raquel.

En el camino cerca de Damasco, de repente lo envolvió un resplandor del cielo, cayo a tierra y de repente oyó una voz que le decía Saulo, Saulo porque me persigues, Hechos 9, 4

En otras ocasiones Dios cambia el nombre de la persona a la que llama, este cambio se halla tanto en el antiguo testamento como en el nuevo. Son especialmente conocidos los casos de Abrahán  y de  Jacob, no te llamaras Abram, sino Abrahán, porque yo te constituyo padre de una multitud de pueblo, Génesis 17,5

Y el hombre añadió tu nombre no será ya Jacob, sino Israel porque te has peleado con Dios y  con los hombres y has vencido. Génesis 32,29

También en el nuevo testamento encontramos el caso de Pedro, tanto  Juan como Mateos recogen este mismo cambio de nombre que realiza Jesús mismo, Andrés encontró a su hermano Simón y le dijo hemos conocido al Mesías que significa el Cristo, se lo presento a Jesús, Jesús le miro y dijo: tu eres Simón el hijo de Juan, tú te llamaras Cefas que significa piedra, Juan 1, 41-42.
Jesús  dichoso tu Simón, hijo de Juan porque eso no te lo ha rebelado la carne ni la sangre, sino mi padre que esta en el cielo, yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificare mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ellas, Mateos 16, 17-18

Que magnifico esto, porque el cambio de nombre implica un nuevo nacimiento, un nuevo proyecto, un nuevo estado de consagración, de entrega, de misión, quizás por eso en la vida religiosa todavía se usa ese cambio de nombre cuando se hacen los votos perpetuos. Yo en ese caso  entiendo, lo comparto, pero me parece que en el caso del bautizado, el nombre del bautismo ya implica una consagración, una entrega, ciertamente, cuando ese bautizado entra a la vida religiosa, vida activa o contemplativa, como monje o monja, hay una consagración  total absoluta, por allí puede ser el cambio de nombre.

Podemos preguntarnos en que consistió esta llamada, como nos explica la huella de Dios en su vida, el texto de Galatas nos dice me dio a conocer a su hijo, así dice Pablo.

Pablo nos explica en otras de su carta, la dirigida a los Filipenses, lo que supuso para él la experiencia de esta llamada de Jesús. Primero recuerda como él vivió con extrema radicalidad, con profundidad su pertenencia al Judaísmo en la facción de los Fariseos, de esta forma nos quiera dar a entender el cambio de ciento ochenta grados que supuso su encuentro personal con Cristo vivo, por otra nos dice que todo lo anterior visto desde su experiencia actual puede ser considerado como basura, imagínense él que había sido un hombre moral, recto, religiosamente correcto. Si basura es todo lo que vivió antes al compararlo con el conocimiento de Cristo, con el encuentro personal de Cristo.
El verbo clave es “conocer” en este texto aparece en dos ocasiones referidas ambas a Cristo, pero también podemos volver la mirada al antiguo testamento, de  lo contrario no podemos entender nunca a Pablo.
San Lucas  narra la vocación, conversión de San Pablo, insistiendo en su condición de Fariseo que odiaba con saña a la iglesia naciente y como Cristo resucitado sale a su encuentro y le cambia la vida.
Se hacen intentos de querer explicar desde distintas disciplinas que paso allí, sin embargo la clave no esta en las posibles explicaciones psicológicas, sino en su experiencia personal de Cristo resucitado. Volvemos a lo de antes conocer a Cristo es lo único que puede cambiar la vida, por eso la pregunta fundamental es:

¿Quién sos Señor?
Y allí yo te diría, que te fijes en tu Biblia en Filipenses 3, 4-11

Yo podría confiar en lo humano, si alguno cree poder confiar en lo humano mas podría yo. Pablo habla de su experiencia.
Fui circundado al octavo día, soy del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo, hijo de hebreos y por lo que a la ley se refiere fariseo, por amor a la ley fui perseguidor de la iglesia naciente, en  cuanto a la justicia que viene del cumplimiento de la ley irreprensible.
Fíjense como el hace una relacion de meritos a los ojos de los judíos, en esta carta a los Filipenses.
Después dice por todo lo  que tuve por ventaja lo juzgo ahora daño por Cristo, aquí se ve un cambio total.
Dice por quien he sacrificado todas las cosas y las tengo por basura con tal de ganar a Cristo, o sea que lo anterior ni cuenta ni vale nada.
Y encontrarme en él, no en posesión de mi justicia la que viene de  la ley, sino de lo que  
Se obtiene por la fe en Cristo, la justicia de Dios que se funda en la fe.
El encuentro de Cristo y un nuevo estilo de justicia, no una justicia del cumplimiento, no una justicia humana, sino esa justicia que viene de la caridad de Dios, del amor de Dios armado en nuestros corazones.
Y dice finalmente a fin de conocerle a él  y la virtud de su resurrección y de la participación en su padecimiento configurándome con su muerte para alcanzar la resurrección de los muertos.
El fin último es conocer a Cristo totalmente, en su pasión, muerte y resurrección.

Hechos 9, 3-9
¿Quién sos Señor?
Toda persona que busca a Jesús, se debe hacer.

Hechos 22, 6-11
¿Qué tengo que hacer Señor?
San Lucas añade la segunda, una vez que se acepta a Jesús, hay que preguntarse concretamente como influye concretamente en la vida y en que cambia la vida.

Aquí aparecen las objeciones, por parte del llamado, las dificultades reales que supone recibir la llamada de Dios.
Objeciones o excusas más frecuentes.
El caso que mejor refleja esto es el de Moisés, hasta  en cinco ocasiones le pone trabas a Dios mismo.
Moisés:
-Dijo a Dios: Quien soy yo para ir al faraón sacara los israelitas, Éxodo 3, 11

-Replico a Dios: si me preguntan  cual es su nombre, el de Dios, que les responderé, Éxodo 3, 13

-respondió: no me creerán, me dirán que Dios no se me ha aparecido Dios, Éxodo 4, 1.
 
-Dijo pero  señor yo no soy un hombre de palabra fácil, no lo era antes, ni tampoco lo soy desde que tú me hablas, soy tardo en el hablar y torpe de lengua, Éxodo 4, 10
-Replica ha Señor envía a cualquier otro, Éxodo 4, 13

Te suena todo esto, estas objeciones, excusas, si bien menos desarrolladas la encontramos tanto en Jeremías 1, 6, Isaías 6, 5
Jeremías objeta que es muy joven.
Isaías que es un pobre pecador. Dice hay de mi,  estoy perdido, soy hombre de labios impuros, vivo entre un pueblo de labios impuros y mis ojos han visto al rey, al Señor todopoderoso.
En San Pablo encontramos esta objeción en el tercer relato de la vocación que nos narra en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Pablo explica de nuevo su vocación ante el rey Herodes de Agripa, se presenta pequeñas variantes con las anteriores, nos fijamos en una frase extraña, dice es inútil que des golpes contra la aguijada,
¿Que quiere decir esto?
Quien da golpes contra la aguijada, o Pablo es como un animal indócil, se revuelve y tira golpes contra el amo que le esta azuzando con la guijada, una especie de palo, esfuerzo en vano, el amo hará que obedezca, Pablo lucho contra esta vocación, pero Jesús pudo mas,
Hechos 26, 11-15
Yo soy Jesús a quien vos perseguís.

Oración Final

Iba montado en el caballo de mis seguridades, llevaba las riendas de mi montura con soltura, al menos eso creía, en mi ceguera y soberbia te perseguía Señor. Te perseguía de muchas maneras con actitudes, criterios, gestos, conciente e inconcientemente, pero te apareciste Señor, te rebelaste, te diste a conocer, me derribaste de un golpe certero, me derribaste de mis proyectos vanidosos, de mi autosuficiencia, de mi indiferencia, de mi egoísmos, de mi individualismo.
¿Quién sos, quien sos?
Solo me atreví a decirte, quise resistirme como un animal feroz, desbocado, sin mirar a  donde se dirigían mis golpes desesperados, pudiste más y tu marca ha quedado en mí, para siempre.
¿Qué debo hacer?
Fue mi pregunta y vos Señor me respondiste levántate.
Levántate de tu postración
Levántate de tu aparente fracaso
Levántate de tu desilusión
Levántate de tu quebrantamiento
Levántate de tu tristeza
Levántate de tu depresión
Levántate de tus miserias
Levántate de tus vicios
Levántate de tus apegos
Levántate de tu enfermedad
Levántate, se hombre  total pleno, varón, mujer, camina a mi lado.
Si Señor yo quiero arriesgar mi vida, para que sirve si no es para darla, a veces no soy mas que un comodón, producto de una sociedad que busca seguridad, dinero placer, eliminando todos los riesgos.
Señor vos que naciste en el cansancio de un viaje y has muerto como un malhechor, después de haber recorrido sin dinero todos los caminos, arráncame de mi egoísmo y comodidad, marcado con tu cruz que no tenga miedo a la vida dura, los trabajos en que se arriesga la vida, las tareas en la que se exige responsabilidad, Señor hace que este dispuesto para la gran aventura que me llamas, quiero comprometer mi vida confiado en la certeza de tu palabra.
Quiero jugarme la vida por tu amor
Si, quiero jugarme la vida por tu amor
En este momento quiero pedirte a través del corazón Inmaculado de Maria por todas las personas que hayan pedido por su enfermedad o han querido interceder por todos los enfermos en su cuerpo en su psiquis, en su corazón o en su alma.
En este momento Jesús maestro bueno, así como tocaste a Pablo, y lo derribaste camino a Damasco, toques con tu fortaleza y amor incondicional esos cuerpos, ilumine esos corazones y esas mentes que recobren esa salud integral para tu gloria, para que tus sangre derramada en la cruz de haga en ellos redención, liberación, sanación.
Para que bendigas a los novios que se están preparando para recibir el sacramento del matrimonio con conciencia, para que bendigas a los matrimonios que están celebrando su aniversario de boda y renueves  en ellos la gracia del sacramento un día recibido, para que toques a las familias divididas, fragmentadas, indiferentemente incomunicadas, Señor  con tu gracia el calor de tu presencia anide en ele corazón de todos y de cada uno para que fluya entonces esa comunión a través de gestos de ternura, servicio, perdón, comunicación, comprensión, solidaridad, para que con tu mirada podamos verte a vos en cada uno, para que desde tu óptica podamos dejarnos amar por cada uno desde tu corazón. Que a través del  corazón Inmaculado de Maria bendigas a todos y a cada uno y a nuestra querida patria, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.