Sanar Los Vínculos: Las Heridas Paternas

lunes, 29 de septiembre de 2008
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            El efecto que tienen estos enredos familiares, que no tienen como objetivo culpar a los padres ni mucho menos, sino todo lo contrario: poder nombrar, poder describir, poder expresarlos para poder reconciliarnos con ellos. El objetivo no es que las personas se sientan culpables o apuntados como responsables de determinadas consecuencias –eso queda a cargo del balance y la conciencia de cada uno-, sino intentar reconocerlos para reconciliarnos con ellos, entender las circunstancias históricas que marcaron tal o cual destino, bajar los niveles de rencor o de resentimiento, y sobre todo, evitar la repetición.

Lo que no se asume no se redime, dice la Iglesia Católica. Una forma de no redención, de no salvación de estas heridas de la historia es repetirlas. Es decir, el tratar de expresar los enredos que marcan la vida tiene por objetivo tratar de no repetir lo mismo con nuestros hijos.

 

Veíamos ayer cómo la persona marcada por