14/01/19.- Cuando estamos en dialogo con el Señor nos muestra el hacia donde tenemos que ir. El Señor plantea la vocación en tres elementos. El tiempo de gracia se ha cumplido con la encarnación del Hijo de Dios. La presencia de Dios nos invita a la conversión, conversión de las expectativas y a dejarnos sorprender por Dios. La conversión es fruto del seguimiento de Jesús.
Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo: “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia”. Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores. Jesús les dijo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”. Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron. Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo siguieron.
Mc. 1,14-20.
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