Ser fieles en lo poco

lunes, 24 de noviembre de 2008
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Como la gente seguía escuchando, añadió una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro.

El les dijo: "Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida.

Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: ‘Háganlas producir hasta que yo vuelva’.  Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: ‘No queremos que este sea nuestro rey’.

Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno.

El primero se presentó y le dijo: ‘Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más’.  ‘Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades’.

Llegó el segundo y le dijo: ‘Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más’.  A él también le dijo: ‘Tú estarás al frente de cinco ciudades’.

Llegó el otro y le dijo: ‘Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo.  Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado’.  El le respondió: ‘Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré,

¿por qué no entregaste mi dinero en préstamo? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses’.

Y dijo a los que estaban allí: ‘Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más’.  ‘¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!’.

Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene.  En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia".

Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén.

Lucas 19, 11 – 28

Que lindo, se nos llena el corazón verdaderamente al escuchar éste cuentito que nos hace el Señor, ésta Parábola tan linda. Pensar que como la gente lo escuchaba y El se puso a hablarles.

Y ¿porqué les habló Jesús en ésta oportunidad? Porque muchos creían que el Reino de Dios iba a manifestarse en cualquier momento. Vio que hay gente que vive así con esa expectativa un poco fatalista. Así como hay quienes piensan que el mundo es para siempre, que nunca tiene fin las cosas, que todo va para adelante.

No hay problema, métale nomás total mientras uno se sienta bien. Como dijo uno por ahí: mientras tenga plata, trabajo y salud, lo demás no me interesa. Que propuesta de vida y pensar que lastimosamente tenemos que decir hay muchos proyectos de vida que se basan en éste esquema, en estos pilares: plata, salud y trabajo, lo demás no cuenta. Entonces en estos tres pilares muchos construyen como proyectos de vida. Que podrá salir de semejantes raíces ya que no puede esperarse peras del olmo.

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