24/07/2023 – Compartimos un nuevo capítulo de “Historias de Santidad”, un espacio que nos permite conocer la historia de tantas personas que dejaron un gran legado para la Iglesia.
Esta semana conocimos la vida del Siervo de Dios Giovanni Francesco Fantino Falco -conocido como el Padre Fantino- un sacerdote italiano misionero, cuyo camino de misión lo trajo a América, más específicamente a la República Dominicana.
El Padre Fantino Falco nació en Italia en 1867. Ordenado sacerdote en 1896, poco después de completar sus estudios y obtenido el doctorado en Teología llegó a la República Dominicana desde la Isla de Curazao, en noviembre del 1899, sin hablar español.
Nos acompañaron en el espacio la Dra. Silvia Correale, abogada argentina, Doctora en Derecho Canónico, Postuladora en Roma y especialista en procesos de canonización y el padre Rafael Delgado, Postulador diocesano de la Causa del Padre Fantino.
El Padre Rafael nos compartió algunas pinceladas sobre la vida del Padre Fantino que nos permiten comprender el por qué su nombre resuena en muchos rincones de República Dominicana. Hay muchas instituciones que llevan su nombre en ese país.
En el programa se destacó la importancia de cómo los misioneros europeos, primero en Venezuela y luego en República Dominicana, cuanto bien hicieron y cuánto era necesario allí en la diócesis donde él vivió, de su trabajo, de su testimonio de la vida sacerdotal, comprometida, auténtica, sencilla, donada generosamente a los más pobres y a los más necesitados.
Cuando se estaba estudiando la causa y los testimonios que se han recogido, todos los testigos subrayaban la actividad catequética que llevó a cabo el Padre Fantino de formación de los fieles, que fue una obra impresionante para la Diócesis De la Vega y también la dedicación que él tuvo hacia los enfermos, llevar la eucaristía, administrar el sacramento de la penitencia, la unción de los enfermos, toda esa solicitud por asistir las personas enfermas y también a través del acompañamiento de los jóvenes en la asistencia espiritual.
Hablar del Padre Fantino, es hablar de un sacerdote que tuvo la gracia, sobretodo y misteriosamente de gran confesor. Se dice que él llegaba a los lugares donde no podía llegar un vehículo y él llegaba a caballo milagrosamente sin que nadie lo hubiese invitado.
Otro detalle que se destacó fue la austeridad con la que el vivía: En su ropa, en lo que comía, en el lugar donde vivía. Esa manera de vivir la pobreza evangélica en una sociedad como la nuestra también dice mucho.
Una persona que vivía con autenticidad el Evangelio y convencido de la presencia del Señor. Tenía muy claro cuál era la vida de la fe cristiana y como se tenía que vivir para ser fiel. Y lo vivió con autenticidad y una donación total, siendo ejemplo para la comunidad. Vivió el Evangelio de una manera tal que la luminosidad de su vida llega hasta los siglos posteriores.