Inteligencia artificial y dignidad humana: lo que no vemos detrás de la pantalla

lunes, 15 de diciembre de 2025

15/12/2025 – “La inteligencia artificial no es algo etéreo: detrás hay trabajo humano, impacto ambiental y decisiones éticas concretas.” La pregunta no es solo qué puede hacer la IA, sino cómo se produce, a quién beneficia y a quién puede dañar.

Gustavo Béliz y una mirada humanocéntrica sobre la IA

Gustavo Béliz, miembro permanente de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano y director del libro Atlas de inteligencia artificial para el desarrollo humano de América Latina y el Caribe, dialogó en Radio María en el marco del ciclo “Un mundo artificial, ¿una sociedad más humana?”.
El eje del encuentro fue el capítulo dedicado a la inteligencia artificial productiva y humanocéntrica, una invitación a mirar más allá de la pantalla.

La “fábrica” detrás de la inteligencia artificial

Lejos de la idea de una nube abstracta, Béliz explicó que la IA funciona como una gran fábrica global, con componentes muy concretos:

Infraestructura y naturaleza

  • Cables submarinos que determinan velocidad y precisión de las comunicaciones.
  • Minería de litio, cobre y tierras raras, fundamentales para chips y baterías.
  • Data centers: verdaderas plantas industriales que consumen enormes cantidades de energía y agua.

“La nube está anclada en nuestros territorios”, señaló Béliz, alertando sobre los riesgos ambientales y la necesidad de energías renovables.

Trabajo humano: ¿reemplazo o mejora?

Uno de los núcleos más sensibles fue el impacto en el empleo. Béliz fue claro: todo depende de las decisiones humanas. “La inteligencia artificial es una moneda en el aire: puede mejorar el trabajo o desplazarlo.” Ejemplos concretos, como el uso de robots en minería para evitar accidentes fatales, muestran que la IA puede salvar vidas, siempre que exista regulación, diálogo social y participación científica.

Los nuevos “corresponsales de guerra” digitales

Una de las realidades más crudas es la de los trabajadores que etiquetan contenidos perversos en plataformas digitales.

  • Jornadas extensas
  • Bajos salarios
  • Graves consecuencias para la salud mental

Béliz los definió como “los nuevos corresponsales de guerra”, custodios invisibles que protegen a millones de usuarios de escenas de violencia extrema.

Riesgos globales y responsabilidad ética

El entrevistado comparó el momento actual con tres hitos históricos:

  • La bomba atómica
  • La carrera espacial
  • La revolución industrial

Todos generaron avances, pero también enormes riesgos. Por eso, recordó el llamado del Papa Francisco:
No a la carrera armamentística de la IA
Sí a normas obligatorias, simples y con sanciones reales

América Latina: una oportunidad de esperanza

Lejos del pesimismo, Béliz dejó un mensaje profundamente esperanzador.
Nuestra región concentra:

  • 50% de la biodiversidad mundial
  • 30% del agua dulce
  • Alta proporción de energías renovables

La IA puede ayudarnos a medir, cuidar y financiar ese capital natural mediante finanzas verdes y nuevas métricas ambientales.

“Necesitamos una inteligencia artificial que, como decía el Cura Brochero, prefiera a los pobres.”

Una esperanza activa, no ingenua

Inspirado en el Jubileo, Béliz cerró con una consigna clara:

  • No pesimismo paralizante
  • No optimismo ingenuo
  • Esperanza creativa

Una IA al servicio del desarrollo humano, no de la esclavitud tecnológica.