15/12/2025 – El 11 de noviembre de 1875 marcó un hito en la obra de Don Bosco: el primer envío misionero de jóvenes salesianos, con destino a América. Aquel inicio, hace ya 150 años, se evoca hoy con un recuerdo agradecido por la profunda incidencia que tuvo en la región, especialmente en Argentina. Esta nación se vio particularmente bendecida, y los frutos de aquel primer apostolado son visibles en figuras que dejaron una marca imborrable en la fe y la sociedad.
Entre los resultados de esta siembra, se destaca la presencia de un santo como Artémides Zatti, un beato de un pueblo originario, Ceferino Namuncurá, y un Papa. El padre Jorge Crisafulli, Consejero General para las Misiones y salesiano argentino con tres décadas de servicio en África, subraya que la misión salesiana va más allá de los nombres: «La misión se trata de la presencia sencilla en medio de la gente, acompañando la vida cotidiana y sembrando esperanza donde más se necesita».
La conexión de la obra salesiana con el Papa Francisco es notoria. Tanto su familia como el mismo Jorge Bergoglio contaron con el acompañamiento cercano y la dirección espiritual de la congregación, particularmente del padre Pozzoli. El padre Crisafulli recuerda esta cercanía: «El vínculo con el padre Pozzoli era tan fuerte que el cardenal Bergoglio lo mencionaba en cada Eucaristía que celebraba, un signo de la huella que dejó en su vida». Esta relación ilustra el impacto silencioso y profundo del carisma salesiano.
Para conmemorar este aniversario significativo y renovar la memoria agradecida, el Rector Mayor de los Salesianos, el padre Fabio Attard, se encuentra de visita en el país. Nacido en Malta en 1959 y con una trayectoria que le ha permitido recorrer el mundo en sus distintas responsabilidades pastorales, fue elegido como el undécimo sucesor de Don Bosco el pasado 25 de marzo, iniciando un servicio de seis años que se extenderá hasta 2031.
La visita del padre Attard se enmarca en este tiempo de balance y proyección. El padre Jorge Crisafulli, quien fuera rector de los salesianos de Sierra Leona antes de asumir su cargo como Consejero General en abril, reflexiona sobre el espíritu que impulsa la misión salesiana hasta hoy: «Don Bosco no solo miró hacia adelante, sino que nos enseñó a estar con los jóvenes, a caminar con ellos. Esa es la esencia que se mantiene a través del tiempo y las distancias».
El testimonio del padre Crisafulli, oriundo de Bahía Blanca, sintetiza el espíritu misionero que impulsó a aquellos primeros jóvenes salesianos. Desde África hasta la Consejería General, su experiencia resalta que, a 150 años de aquel primer envío, el compromiso sigue siendo el de una «presencia transformadora que se pone al servicio de la vida y de la fe, siguiendo el legado de Don Bosco con sencillez y dedicación».
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